A lo largo de los años se han diversificado muchos aspectos de la vida, y uno de ellos es la alimentación. Hoy en día existen múltiples tipos de dietas con sus alimentos preferidos. Conozca cuántos son y qué tan beneficiosos son.
Cabe recordar que la alimentación, como una de las bases de la salud humana, debe ser un aspecto que se elija con la asesoría de un experto en nutrición, quien podrá recomendar el tipo de nutrición que más se adapte a las necesidades de cada persona.
En ese sentido, algunos de los tipos de alimentación más comunes que se han hecho famosos entre la población general son cuatro: omnívora, vegetariana, vegana, y crudista.
Omnívoros
Las personas que se alimentan con este tipo de dieta son, quizá, las más comunes, pues este tipo de alimentación consiste en consumir tanto alimentos de origen animal como de origen vegetal.
De hecho, es la forma más fácil de alimentarse porque no existen restricciones fuera de las que cada persona tenga por sus afecciones o problemas de salud.
A pesar de que algunas personas omnívoras tienden a comer un grupo de alimentos más que otros, la recomendación de los expertos es mantener un equilibrio para aportarle al organismo todos los nutrientes y vitaminas que necesita para funcionar de forma óptima.
Vegetarianos
Esta es una de las alternativas de alimentación que más se han hecho visibles desde hace varios años, pues consiste en abstenerse de comer algunos productos de origen animal y sus derivados.
De acuerdo con las personas que la practican, este tipo de alimentación va más allá de la nutrición y busca impactar de forma positiva en el planeta, pues la producción y consumo de alimentos de origen animal son una de las principales fuentes de contaminación en el mundo.
Los médicos recomiendan a las personas que quieren ser vegetarianas consumir alimentos o suplementos ricos en vitamina B12, que es una de las que más se encuentran en las dietas carnívoras.
Dentro del vegetarianismo se puede encontrar distintas corrientes, como los lactovegetarianos, que sí consumen leche; ovovegetarianos, que consumen huevos; ovolactovegetarianos, que consumen ambos y los pescetarianos, que no comen carne pero sí pescados y mariscos.
Veganos
El veganismo es conocido por ser una especie de vegetarianismo pero "puro" o "estricto". Esto se debe a que la mayoría de los veganos toman la decisión de no consumir ningún producto de origen animal, tanto alimentos como productos de manufactura.
Sin embargo, incluso en este tipo de alimentación existe una corriente mucho menos estricta, en la que se defiende el uso de productos de origen animal basándose en la crianza libre y no industrial de los animales.
Los seguidores de esta alternativa tienen por consigna la defensa de un medioambiente más sostenible, en el que se conserva la caza del alimento solo por supervivencia y en cantidades y frecuencias moderadas.
A este grupo de personas también se les recomienda mantener una ingesta adecuada de vitamina B12, que ayuda a mantener la salud de las neuronas y la sangre.
Crudistas
La base de este tipo de alimentación es comer alimentos sin cocinar, no procesados y orgánicos, en un porcentaje de entre 60 y 100 por ciento de la dieta, defendiendo que entre más cruda es la dieta más beneficioso es para la salud.
Sin embargo, los expertos han rebatido esta teoría en muchas ocasiones, explicando que un alimento no siempre es más saludable porque esté menos procesado.
De hecho, las carnes y aves crudas son consideradas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. como alimentos asociados a enfermedades.
De acuerdo con la autoridad sanitaria, la mayoría de estos alimentos contienen campylobacter, salmonella, clostridium perfringens, E. coli y otras bacterias que pueden afectar al organismo al ingerirse directamente.
Por eso, la recomendación es cocinar estos productos para destruir los microbios que puedan estar en ellos. Ni siquiera se deben lavar antes de cocinar, ya que en este proceso se pueden propagar estas bacterias a otros alimentos, utensilios y superficies.
En ese sentido, el crudismo es una de las dietas que no se recomiendan por los expertos, fuera de algunas frutas, semillas y frutos secos que no representan un riesgo para la salud.
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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