Un análisis de sangre promete predecir el Parkinson siete años antes de que aparezcan síntomas

Un estudio, publicado en 'Nature Communications', revela que un análisis de sangre combinado con inteligencia artificial puede predecir el inicio del Parkinson hasta siete años antes de la aparición de síntomas. 

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Esta investigación, llevada a cabo por un equipo del University College de Londres y el Centro Médico Universitario de Goettingen en Alemania, se centró en identificar nuevos biomarcadores para desarrollar una prueba que pueda ser implementada en cualquier laboratorio de gran escala.

Mediante el uso del aprendizaje automático, una subdisciplina de la inteligencia artificial, los investigadores analizaron ocho biomarcadores sanguíneos, cuyas concentraciones se encuentran alteradas en pacientes con Parkinson.

El sistema logró un diagnóstico con una precisión del cien por cien. Este avance podría revolucionar la manera en que se detecta y trata la enfermedad de Parkinson.

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El equipo de investigación no se detuvo en la precisión del diagnóstico. El siguiente paso fue evaluar si la prueba podía predecir la probabilidad de desarrollar la enfermedad. Para ello, analizaron la sangre de 72 pacientes con trastorno de conducta por movimientos oculares rápidos (iRBD), ya que entre el 75 y el 80 % de estas personas desarrollarán una sinucleinopatía, incluyendo el Parkinson.

Los resultados fueron prometedores: el sistema de aprendizaje automático identificó que el 79 % de estos pacientes tenían el mismo perfil que alguien con Parkinson.

Los investigadores realizaron un seguimiento de los pacientes durante diez años, prediciendo correctamente que 16 de ellos desarrollarían la enfermedad, hasta siete años antes de que aparecieran los síntomas. Actualmente, los pacientes que fueron identificados como propensos a desarrollar Parkinson continúan en seguimiento para confirmar la precisión de la prueba.

Michael Barlt, de la Universidad de Goettingen, explicó: "Mediante la determinación de ocho proteínas en la sangre, podemos identificar potenciales pacientes de Parkinson con varios años de antelación. Esto significa que podrían istrarse terapias farmacológicas en una fase más temprana, lo que posiblemente ralentizaría la progresión de la enfermedad o incluso evitaría que se produjera". 

Además, los marcadores utilizados en el diagnóstico están relacionados con procesos de inflamación y degradación de proteínas no funcionales, lo que los convierte en "posibles dianas para nuevos tratamientos farmacológicos", agregó Barlt.

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El equipo de investigadores espera obtener financiación para desarrollar una prueba más accesible, que permita colocar una gota de sangre en una tarjeta y enviarla a un laboratorio para analizar la posibilidad de desarrollar Parkinson, incluso antes de los siete años detectados en este estudio. 

Este avance no solo permitiría una detección temprana, sino que también podría facilitar la istración de tratamientos antes de la aparición de síntomas, ofreciendo una mejor calidad de vida a los pacientes.

El Parkinson es la enfermedad neurodegenerativa de más rápido crecimiento en el mundo, afectando a casi 10 millones de personas. Se origina por la muerte o deterioro de células nerviosas en el cerebro que controlan el movimiento, debido a la acumulación de alfa-sinucleína, una proteína anómala. 

Actualmente, los tratamientos se centran en la terapia sustitutiva de dopamina, istrada una vez que los síntomas como temblores y problemas de memoria ya están presentes.