Astronautas del Starliner de Boeing podrían pasar seis meses en la Estación Espacial: ¿que ocurre?

La misión espacial de Suni Williams y Butch Wilmore, a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), ha tomado un giro inesperado. Lo que comenzó como una misión de una semana se ha prolongado a más de 60 días, y podría extenderse hasta principios de 2025. Este cambio se debe a los problemas técnicos y de seguridad con la cápsula Starliner de Boeing, que inicialmente debía traerlos de vuelta a la Tierra. La NASA, enfrentando estos desafíos, está considerando todas las opciones, incluida la posibilidad de utilizar una cápsula SpaceX Crew Dragon para su regreso.

Williams y Wilmore partieron hacia la EEI sin muchos de sus objetos personales, creyendo que solo se trataría de un corto viaje. Dejaron atrás sus maletas y comodidades habituales para llevar equipo crucial para la misión. Sin embargo, debido a las complicaciones con la Starliner, su estancia se ha alargado considerablemente. Ahora, la NASA está evaluando si la cápsula es lo suficientemente segura para su regreso o si será necesario recurrir al plan B.

Desde que llegaron a la estación espacial, los astronautas han demostrado una notable capacidad de adaptación. Aunque no forman parte de la tripulación oficial de la Expedición 71, se han integrado sin problemas, participando en las tareas diarias y contribuyendo al mantenimiento del laboratorio en órbita. 

Si su estancia se extiende, pasarán a ser de pleno derecho de la tripulación, con responsabilidades que incluyen caminatas espaciales, mantenimiento de la estación y la realización de experimentos científicos. Dana Weigel, gerente del Programa de la Estación Espacial Internacional de la NASA, ha asegurado que ambos están completamente capacitados para estas tareas adicionales.

La decisión sobre la extensión de su misión está pendiente y se espera que se tome a mediados de agosto. La NASA debe resolver algunos desacuerdos internos sobre la seguridad de la Starliner antes de tomar una decisión final. 

Si se examina y se llega a la conclusión que la cápsula no es segura, la alternativa es utilizar una nave SpaceX Crew Dragon para traer a los astronautas de vuelta. Este plan implicaría enviar la misión Crew-9 a la EEI, programada para despegar el 24 de septiembre, con cuatro tripulantes a bordo: los astronautas de la NASA Zena Cardman, Nick Hague y Stephanie Wilson, y el cosmonauta ruso Aleksandr Gorbunov. Dos de estos astronautas serían retirados de la misión para dejar espacio a Williams y Wilmore, asegurando su regreso seguro a la Tierra.

Durante su estancia prolongada, Williams y Wilmore han continuado con una rutina estructurada de trabajo. Sus tareas diarias incluyen el mantenimiento de la estación, la inspección de hardware, la organización de la carga y la realización de experimentos científicos. Además, han encontrado tiempo para actividades recreativas en microgravedad, participando en eventos como los "Juegos Olímpicos en órbita" organizados por la NASA. En estas actividades, realizaron pruebas como el lanzamiento de disco y el caballo con arcos, demostrando que incluso en el espacio, es posible mantener un espíritu lúdico y activo.

La extensión de su misión también plantea desafíos logísticos. Los astronautas partieron sin muchas de sus pertenencias personales porque la NASA priorizó el envío de equipos críticos. Recientemente, una misión de reabastecimiento de Northrop Grumman llegó a la estación, proporcionando ropa y suministros adicionales para Williams y Wilmore, asegurando su comodidad durante su estancia prolongada. La nave de reabastecimiento trajo alimentos frescos como calabazas, rábanos, zanahorias, arándanos, naranjas y café, asegurando que no les falten provisiones durante los próximos meses.

Ken Bowersox, asociado de la NASA para la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales, ha enfatizado la importancia de tomar una decisión rápida sobre el regreso de los astronautas. "Mientras están allí arriba, tenemos más personal y más manos para hacer mucho más trabajo. Pero también están utilizando más consumibles, más suministros", dijo Bowersox. "En algún momento, tendremos que traer a esa gente a casa y volver a tener un tamaño de tripulación normal en la EEI".

La NASA y sus astronautas están preparados para enfrentar estos desafíos, asegurando que la misión continúe de manera segura y efectiva, independientemente de los obstáculos que surjan. La posibilidad de extender la misión hasta principios de 2025 refleja la complejidad y la naturaleza impredecible de la exploración espacial, donde cada decisión debe ser cuidadosamente evaluada para garantizar la seguridad y el éxito de la tripulación.