Con los segmentos de su espejo alineados y sus instrumentos científicos en proceso de calibración, el telescopio espacial James Webb (JWST) de la Nasa está a solo unas semanas de estar en pleno funcionamiento, una fecha proyectada para el próximo 12 de julio.
Poco después de que se revelen las primeras observaciones, Webb comenzará a realizar profundas investigaciones científicas, entre ellas ya se han trazado algunos objetivos como los estudios de dos exoplanetas clasificados por su tamaño y composición rocosa como supertierras.
Estos planetas serán el 55 Cancri e, cubierto de lava, y el LHS 3844 b, desprovisto de atmósfera. Para su estudio los investigadores utilizarán los espectrógrafos de alta precisión del Webb para comprender la diversidad geológica de los planetas en toda la galaxia y cómo evolucionan los planetas rocosos como la Tierra.
Por sus altas temperaturas, el 55 Cancri e ha llamado bastante la atención y hay quienes lo han llegado a comparar con cómo sería el infierno. De acuerdo con la Nasa, este exoplaneta orbita a una distancia de menos de 2,5 millones de kilómetros de su estrella similar al Sol, completando una órbita en menos de 18 horas y con temperaturas superficiales muy por encima del punto de fusión de los típicos minerales que se componen de rocas, se cree que el lado diurno del planeta está cubierto de océanos de lava.
Además, el origen del calor en este planeta también es aun un misterio que los científicos esperan descifrar. Según explica la Nasa, se supone que los planetas que orbitan tan cerca de su estrella tengan lo que se conoce como un acoplamiento de marea, es decir, un lado “anclado” hacia la estrella continuamente. Por ese motivo el punto más caliente del planeta debería ser el que está frente a la estrella y la cantidad de calor procedente del lado diurno no debería cambiar mucho a lo largo del tiempo.
Pero este no parece ser el caso con este exoplaneta. Las observaciones de 55 Cancri e del telescopio espacial Spitzer de la agencia espacial estadounidense sugieren que la región más caliente está desplazada de la parte que mira a la estrella y la cantidad total de calor detectada en el lado diurno varía.
Una posible explicación sería que el planeta tiene una atmósfera dinámica que mueve el calor. “55 Cancri e podría tener una atmósfera densa dominada por oxígeno o nitrógeno”, explica Renyu Hu del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa, en el sur de California, quien lidera un equipo que utilizará la Cámara para el infrarrojo cercano (NIRCam, por sus siglas en inglés) del Webb y el Instrumento de infrarrojo medio (o MIRI, por sus siglas en inglés) para capturar el espectro de emisión térmica del lado diurno del planeta. “Si tiene una atmósfera, (Webb) tiene la sensibilidad y el rango de longitud de onda para detectarlo y determinar de qué está hecha”, agregó Hu.
Esta y otras teorías para explicar el comportamiento de este planeta 'infernal' serán puestas a prueba por el telescopio espacial James Webb y los investigadores a cargo.
REDACCIÓN CIENCIA*
Con información de la Nasa
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