¿Cuándo se empezarán a sentir los efectos de El Niño? Esto dice Minambiente

“Tenemos un 83 por ciento de probabilidad de entrar a un Niño moderado y un 53 por ciento de probabilidad de que se desarrolle un fenómeno fuerte”, así lo señaló en rueda de prensa la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad.

Ambas cifras son indicadores de que este evento climático, cuyas condiciones ya se han establecido en el océano Pacífico de acuerdo con autoridades internacionales como la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se está agravando.

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En abril y mayo los pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) mostraban en el horizonte la posible llegada de un Niño leve. Sin embargo, con la consolidación del fenómeno con el pasar del tiempo, los modelos cuentan con mejores datos para sus proyecciones. Lo que ahora preocupa a las autoridades es que la llegada de El Niño ha coincidido en esta ocasión con un escenario climatológico mundial sin precedentes.

“Recibimos en mayo una alerta de la OMM que dice que están dadas las condiciones en el planeta para que los próximos cinco años haya picos de temperatura en el promedio anual de 1,5 °C. Los escenarios de cambio climático muestran que esto tendría efectos devastadores en muchas zonas del planeta y también en Colombia”, señaló Muhamad.

De acuerdo con la OMM, en los próximos años se presentarán condiciones favorables para el desarrollo de ambientes extremos sin precedentes en la escala climática y de tiempo atmosférico. Para las autoridades ambientales en el país, esto le dará también al fenómeno de El Niño unas condiciones donde prima por ahora la incertidumbre, debido a que, como explicó la ministra Muhamad en entrevista con EL TIEMPO, los modelos y proyecciones que se usan para preparar a las poblaciones frente a este evento climático se basan en los registros de lo que ha ocurrido en el país en años pasados.

“Si bien hoy podemos mirar los modelos y las probabilidades que nos da la ciencia, estamos teniendo unas condiciones mundiales diferentes. Por eso creemos que hay un grado de incertidumbre de los efectos de este Niño específico en el territorio colombiano”, señaló la ministra, quien añade que, hasta ahora, lo que muestran los pronósticos es que las regiones más vulnerables ante este fenómeno, que se intensificará en el último trimestre del año, son la Andina y la Caribe.

Entre los efectos ante los que el país debe continuar preparándose, la ministra señala, por ejemplo, el déficit en las fuentes de agua para ganadería, agricultura, producción energética y consumo humano, la proliferación de enfermedades tropicales y el incremento de incendios forestales, los cuales pueden tener implicaciones importante en la salud respiratoria de las poblaciones cercanas.

Pese a que el panorama sigue siendo incierto ante los factores climáticos del mundo que podrían incidir en cómo se desarrolle finalmente El Niño en el territorio colombiano, la ministra Muhamad señaló que sistemáticamente todas las variables analizadas coinciden en que La Guajira es el territorio que puede salir más afectado.

Precisamente ese fue uno de los argumentos que esgrimió el Gobierno para firmar el decreto que oficializó el Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica en ese departamento. “Nos encontramos con un territorio que vive una crisis humanitaria por la falta de al agua potable y en esa lógica, pues la población tiene, sobre todo la niñez, que es de especial protección, unas condiciones de vulnerabilidad más alta”, indicó la ministra, quien añade que con este decreto se espera poder contar con los instrumentos para reaccionar ante la crisis que se proyecta se empiece a materializar a partir de noviembre.

Esto incluirá, por ejemplo, la creación de un Instituto del Agua para La Guajira que garantice el mantenimiento y la sostenibilidad de la infraestructura y de los balances de agua en la región, y un cambio en la prioridad del uso del recurso hídrico en este departamento. “Creemos que La Guajira tiene suficiente agua y tiene que istrarla mejor para generar mejores condiciones de agua potable a toda su población”, le dijo a este diario la ministra Muhamad.

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Sin embargo, según señalan expertos, como la profesora Martha Ligia Castellanos, directora de la Maestría en Gestión Integral frente al Cambio Climático de la Universidad de La Guajira, los riesgos que enfrentarán las poblaciones de esta región no se limitarán a este nuevo episodio de El Niño. “En las proyecciones que han hecho entidades como el Ideam frente a escenarios de cambio climático se ha establecido que este será uno de los departamentos que tendrá temperaturas más altas y menos lluvias. Se ha proyectado un incremento de 2,3 o 2,5 grados, dependiendo de si estamos en la alta o la baja Guajira”, explica la docente.

Castellanos recuerda que entre 2013 y 2015 sectores de la alta Guajira incluso experimentaron una sequía que se prolongó durante esos tres años, ni siquiera con influencia de los huracanes, lo que llevó a la muerte de animales y a migración. “Estamos en el momento en el que debemos irnos preparando. Debemos empezar a considerar la transformación de las prácticas culturales, respetando las tradiciones, pero considerando alternativas que permitan la supervivencia de los animales y de las personas”, concluye la docente.

REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE