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Noticia
En vez de usar una Ptar, expertos crean sistema ‘natural’ para limpiar aguas residuales
En una cárcel africana, expertos desarrollaron un sistema que imita el funcionamiento de un humedal.
Stephen Mwangi, investigador principal del KMFRI, habla del proyecto en la prisión Shimo La Tewa. Foto: Pnuma
Las aguas residuales son un problema complejo en todo el mundo. No solo por los impactos que tienen en cuanto a salud pública, sino también por la contaminación que generan dentro de los ecosistemas.
Según cálculos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) la contaminación por aguas residuales es uno de los principales factores de pérdida de biodiversidad en el planeta. Pero además, de acuerdo con la OMS, en 2022 había en el mundo al menos 1.700 millones de personas que tomaban agua para consumo de fuentes contaminadas con heces.
Esta es una de las piscinas por las que pasan las aguas servidas para ser tratadas de manera natural. Foto:Pnuma
Para enfrentar esa realidad, en todo el mundo se construyen cada vez más Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar). Sin embargo, esos sistemas altamente tecnificados implican desafíos complejos para economías de bajos ingresos, pues requieren de mantenimiento frecuente y grandes inversiones.
Es por eso que en Mombasa (Kenia), investigadores del Instituto de Investigación Marina y Pesquera de Kenia (KMFRI, por sus siglas en inglés) desarrollaron un sistema mucho más barato que las Ptar, que apenas requiere de mantenimiento y que ‘imita’ el funcionamiento natural de un humedal para limpiar las aguas residuales producidas en una cárcel.
El proyecto
En la prisión de Shimo La Tewa, en Mombasa, se enviaban diariamente 400 metros cúbicos de aguas residuales al arroyo Mtwapa, que llega directamente al ecosistema marino de la ciudad, donde decenas de pescadores diariamente realizaban sus faenas.
En un contexto donde es complejo obtener financiación para un proyecto de Ptar, ingenieros y expertos del KMFRI desarrollaron con apoyo del Pnuma un proyecto que básicamente pasa el agua a través de unos sistemas de filtración natural que utilizan piedras, plantas y arena para limpiar el agua residual que sigue llegando al arroyo Mtwapa, pero que ahora también se utiliza para un proyecto agrícola dentro de la misma prisión.
La idea es simple: el agua baja por gravedad desde la prisión, entra a un primer módulo de filtrado que separa a través de rejas la materia sólida del líquido. Luego ese líquido sigue hacia una piscina rellena de arena y grava que hace el primer filtrado. El lecho está revestido con HDPE de 1 mm para garantizar que no se vierte al medio ambiente.
Piscina de arena que filtra las aguas residuales Foto:Pnuma
Básicamente, los procesos de eliminación de material contaminante se realizan mediante la conversión del amoniaco en nitratos y nitritos, la filtración de partículas y la aireación del agua. De allí pasa a una segunda piscina donde se hace un proceso similar.
Finalmente, el agua, que sigue bajando a través de las distintas fases solo mediante gravedad, llega a una tercera y última piscina que tiene un lecho de juncos, además de grava y arena que crean un ambiente anaeróbico en el que los nitratos y nitritos pueden transformarse en gas nitrógeno y los patógenos se destruyen.
Así sale el agua tras haber atravesado el proceso de limpieza. Foto:Pnuma
El sistema es entre 50 % y 90 % más barato que una Ptar convencional, apenas si requiere de mantenimiento y ha probado ser eficiente para tratar grandes cantidades de aguas servidas en los casos en los que se aumenta la cantidad de residuos generados por los reclusos de la prisión de Shimo La Tewa.
Según los cálculos del KMFRI la comunidad de 300 a 500 pescadores de la zona han visto un aumento en la cantidad de peces del área, sumado a que las comunidades cercanas a la zona ya no reciben las problemáticas de las aguas servidas: contaminación en el arroyo y malos olores, beneficiando a unas 60.000 personas.
Además, a los beneficios del proyecto se suma que el agua que ahora ha sido tratada se utiliza en un pequeño proyecto agrícola desarrollado dentro de la prisión, donde se producen algunos cultivos para el consumo de las familias de guardias y personal del lugar.
Proyecto agrícola desarrollado dentro de la prisión de Shimo La Tewa con el agua tratada a través del sistema desarrollado por el KMFRI. Foto:Pnuma
Según explica Stephen Mwangi, investigador principal del KMFRI, la idea ahora es replicar este proyecto en otras zonas del país, sobre todo en zonas de bajos recursos que vierten sus aguas residuales directamente a arroyos o ríos, generando altos niveles de contaminación en fuentes hídricas.
“Este sistema es único porque una Ptar tradicional es costosa de construir, es cara de mantener, y es más común que se presenten averías. Este sistema en particular imita los humedales naturales, y todo fluye por gravedad, de tal manera que tenemos la purificación física, química y biológica de las aguas residuales”, señala Mwangi.
Por ahora, el proyecto de la prisión puede seguir operativo por años, e incluso décadas, según Mwangi, pero lo aprendido allí servirá para proteger muchas áreas del país, y, ojalá, también del mundo, dice el biólogo marino del KMFRI.
EDWIN CAICEDO | REDACTOR MEDIOAMBIENTE
@CAICEDOUCROS | @ELTIEMPOVERDE
Enviado especial a la Unea-6. Invitación del Pnuma.*