'Mejoraremos la vida de 50.000 campesinos haciendo más productivas sus fincas'

Entrevista con Carlos Enrique Cavelier sobre su libro, Alquería y la sostenibilidad empresarial.

Carlos Enrique Cavelier, invitó a unirse a la comunidad que busca redefinir el éxito de los negocios. Foto: Cortesía Alquería

PERIODISTA DE MEDIOAMBIENTE Y SALUD23.12.2022 15:20 Actualizado: 24.12.2022 00:00

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Alquería es una empresa de tradición familiar colombiana que con los años se ha transformado en un inmenso estandarte del empresariado nacional. Pero en su interés por crecer un tema que ha sido clave y marcado su rumbo sin duda es la sostenibilidad. Los últimos 25 años la empresa se ha concentrado en crecer, pero hacerlo con un impacto positivo con el ambiente y sus colaboradores.

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Por eso se convirtieron en la primera empresa del sector lácteo del país, y la de mayor tamaño además, en certificarse como Empresa B, un movimiento global que busca redefinir el éxito en los negocios, incorporando métricas sociales y ambientales al mismo nivel de las económicas.

Mucho de ello y de cómo ha sido el camino para llegar hasta allí quedó consignado en el más reciente libro de Carlos Enrique Cavelier, coordinador de sueños de la empresa y quien ha sido pieza fundamental para llevar a la compañía de pequeña embotelladora familiar a una corporación con 8 plantas de producción y 14 centros de distribución a nivel nacional sostenida en el trabajo de más de 3.500 colaboradores.

En entrevista con EL TIEMPO habla del libro titulado ‘Coordinando sueños: El camino de Alquería hacia la sostenibilidad’, de los retos y de lo que esperan lograr durante los próximos años.

¿Usted cree que hay un interés en las compañías del país en ser sostenibles?

Estuvimos con Paul Polman y los chilenos de TriCiclos y les parece que es importante que nosotros hayamos podido liderar el proceso. Ya tenemos 80 compañías en Colombia que son B. Y hay 1.800 que son BIC (Sociedades Comerciales de Beneficio e Interés Colectivo), pero BIC son más por el tema político. Pero el día que esas 1.800 sean 10.000 y que sean B y entiendan lo que decía Paul Polman: Es que esto no es esto no es por gusto, esto es un tema de poder cambiar el modelo económico que estamos. Para que las compañías sean sostenibles, social y ambientalmente.

Y que es mucho más caro hacerlo más tarde que ahora. Y la sostenibilidad ambiental es altamente crítica. Y no solamente se hace desde el Estado promoviendo políticas y promoviendo el hidrógeno. Hay que hacerla a todo nivel: de cuánto gasto yo de qué consumo, las compañías, las entidades, las oenegés, las diferentes organizaciones.

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Más allá de su biografía, que es parte del libro, una de las cosas que usted cuenta es cómo en éstos últimos 25 años logró hacer a la compañía sostenible, ¿cómo lograrlo?

Coordinando sueños: El camino de Alquería hacia la sostenibilidad. Libro de Carlos Enrique Cavelier. Foto:Archivo Particular

Bueno, primero uno tiene que ser sostenible económicamente, esas son como las leyes de la naturaleza. Pues primero uno cuida su casa. Y después pues tiene que ayudar a de junto. Si uno está amarrado con un brazo partido como estoy ahorita es difícil ayudar a otras personas. La caridad empieza por casa, como dice el dicho. Y una vez que la hicimos sostenible, a pesar de la la crisis de las de 2000 y pico, entonces ya empezamos a tratar de ayudar mucho más a la gente generando empleo por ejemplo.

En estos 25 años es mucho lo que se ha hecho, pero, ¿qué les ha faltado?

Mucha satisfacción. Por lo que se ha logrado, pero todavía hay algunas frustraciones y la principal es que no hemos transformado tanto la vida de los campesinos. Tenemos un plan de trabajo para poder transformar la vida de 30.000 o 50.000 campesinos, para que produzcan mucha más leche y sus ingresos crezcan y además su trabajo sea mucho más satisfactorio, para que sean fincas que no sean de pobreza, sino que sean prósperas. Cuando uno produce poquito y caro, eso es un signo de pobreza. Cuando uno produce con alta productividad uno llega a tener unos hitos. Eso ya es prosperidad. Y claro, seguramente mucho más que para el resto de la población. Y esa parte nos falta.

Otra cosa que me parece clave y que se nombra mucho en el libro es la educación. Por ejemplo en cómo usted llegó a Estados Unidos y se esforzó para luego aprender inglés, para llegar a Vermont para luego pasar a Harvard. ¿Cree que la educación es un motor de la transformación que se requiere en Colombia?

En todas partes. Sí. Uno ve un hijo de un operario que se vuelve un ingeniero. Un hijo de un campesino que se vuelve médico. Y eso pasa como por arte de magia en cuatro o cinco años. Pues claro, hay que tener educación básica buena. Pero la educación es un salto monstruoso y uno ve es porque Francia es Francia o Inglaterra es Inglaterra, porque tienen educación básica para todo el mundo de una extraordinaria calidad. Salió el ranking de las 20 primeras universidades del mundo y claramente el 70 % son americanas, una o dos inglesas, una o dos sas y una o dos chinas.

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Entonces uno ve la calidad de la vida de la gente, de esos países y ve que eso tiene una correlación enorme. ¿Por qué? Porque pues las personas reflejan sus pensamientos en conocimientos, entienden procesos, entienden la historia, la ciencia, la literatura y eso lo pone a un nivel muy diferente.

Carlos Cavelier, presidente de Alquería, dijo que la CFI es socia de la empresa desde 2010 con el 4 % de las acciones de la compañía. Foto:Juan Manuel Vargas / Archivo EL TIEMPO

¿Qué retos vienen en cuanto a sostenibilidad para la compañía?

Hay un neto positivo muy rápido para final de la década, que es un proceso de cambio porcentual en las fincas porque el 85 % de nuestra huella de carbono está en las fincas. Y que esas fincas sean positivas en carbono va a ser un impacto muy, muy grande. Entonces, pues eso. Eso sí, creemos que lo más crítico que tenemos en el corto plazo para que esas fincas sean sostenibles es que tienen que ser sostenibles financieramente.

(Además: Empresas deben elegir ser sostenibles pronto para tener ventajas de mercado).

A la gente le tiene que ir bien, esas fincas tienen que crecer antes para que puedan sembrar los árboles, los pueden cuidar, y cuidar el agua y después pues pueden tener eventualmente bonos de carbono. Y viene para nosotros esa satisfacción de hacer el desarrollo no solamente de la parte de consumidor y producto que ya se logró, que la compañía sea neto positiva en 2025. Pero lograr transformar toda esa parte agrícola tan pobre del campo que vemos en todas partes. Uno sube a las veredas de Tabio y es impresionante la pobreza de la gente, una casita con un cable de luz, uno no sabe si llega el agua potable. En fin, todo esos elementos.