Cuatro indicadores clave del cambio climático, como lo son las concentraciones de gases de efecto invernadero, subida del nivel del mar, contenido calorífico y acidificación de los océanos, registraron valores sin precedentes en 2021, los más altos en la historia mundial.
“Estos resultados confirman el fracaso de la humanidad para afrontar los trastornos climáticos”, así describió Antonio Guterres, secretario general de la ONU, la situación que atraviesa el planeta. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), se trata de un claro ejemplo de que las actividades humanas están provocando fuertes traumatismos en la tierra, el océano y la atmósfera, y de que dichas transformaciones tiene repercusiones negativas y duraderas para el desarrollo sostenible y los ecosistemas.
Así las cosas, el informe sobre el estado del clima mundial emitido por la OMM, confirmó que los últimos siete años han sido los más cálidos sobre los que se tiene constancia, solo en 2021 el incremento de la temperatura fue de 1,11 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. No obstante, la Organización Meteorológica Mundial advirtió que para lograr una estabilización en los efectos negativos, la humanidad debe trabajar para que los niveles de temperatura se mantengan por debajo de 1,5 grados sobre los niveles preindustriales.
Si actuamos en unión, la transformación de las energías renovables puede ser el proyecto de paz del siglo XXI
"Es solo cuestión de tiempo hasta que vuelva a batirse el récord de año más cálido jamás registrado", señaló el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas. "Nuestro clima está cambiando ante nuestros ojos. El calor retenido en la atmósfera a raíz de los gases de efecto invernadero de origen humano calentará el planeta durante muchas generaciones”, añadió.
Por su lado, Guterres, de la ONU, propuso cinco acciones fundamentales para impulsar la transición hacia las energías renovables. Estas consisten, entre otras, en fomentar un mayor a las tecnologías y suministros de energía renovable, triplicar las inversiones privadas y públicas en energías renovables y poner fin a los subsidios destinados a combustibles fósiles, que se conceden a un ritmo aproximado de 11 millones de dólares por minuto.
"Las energías renovables son el único camino hacia una verdadera seguridad energética, hacia precios estables de la electricidad y hacia oportunidades de empleo sostenibles. “Si actuamos en unión, la transformación de las energías renovables puede ser el proyecto de paz del siglo XXI", dijo Guterres.
En esa misma vía, "el mundo debe actuar en el curso de esta década para evitar los peores efectos de la crisis climática y mantener el aumento de las temperaturas por debajo de 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales", afirmó.
EL TIEMPO