Lago salado de Irán se evapora por el cambio climático

El lago Urmía es un lago salado ubicado en Irán, cerca de la frontera de este país con Turquía. En su tamaño completo, era el lago más grande de Oriente Medio y el sexto lago de agua salada más grande de la Tierra con una superficie de aproximadamente 5.200 kilómetros cuadrados, 140 kilómetros de largo, 55 kilómetros de ancho y 16 metros de profundidad.

Pero, debido a las represas de los ríos que desembocan en él, al bombeo de agua subterránea del área y a años de sequía como efecto del cambio climático, el lago se ha reducido a 2.500 kilómetros cuadrados en solo 30 años.

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Según reporta la cadena CNN, la falta de lluvia y la escasez de agua son un problema en todo Irán. Las precipitaciones se han reducido más del 50 por ciento este año, según el Centro de Gestión de Sequía y Crisis del país. Una situación que ya ha provocado protestas en el suroeste de Irán.

Pero en el lago Urmía la falta de agua no es el único problema. El suelo polvoriento y salado que quedó atrás con la reducción del espejo de agua ha provocado tormentas de sal que causan infecciones oculares y problemas respiratorios entre los habitantes de la zona. Algo que la Agencia de Protección Medioambiental local ha intentado contrarrestar con la siembra de arbustos para que atrapen la arena y no se levante por efecto del viento.

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De acuerdo con el reportaje hecho por el periodista Frederik Pleitgen de CNN, las autoridades de Irán dicen que han hecho de la salvación del lago una prioridad y que la detención de nuevos proyectos de presas y el desvío de fuentes de agua han frenado su declive.

Pero la preocupación entre los habitantes de la zona aun continúa, pues los efectos de la salinidad en el ambiente se siguen viendo en cultivos que se marchitan.

REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE