El psicólogo William M. Marston,
define la personalidad dominante como una proyección de "su energía al mundo y utiliza la razón para alcanzar sus objetivos. Es confiable, tenaz, exigente, orientado al poder y puede ser agresivo en las formas. Aquí están las
personas que les gusta decir lo que el resto ha de hacer".Theodor Adorno fue uno de los primeros teóricos en publicar sobre este rasgo, en 1950 mencionaba que esto estaba vinculado con una transformación social y con la falta de estructuración en el campo cognitivo.
Esto también tendría como consecuencia la aparición de trastornos como la ansiedad e inseguridad en las personas, situación que las empujaría a la actitud autoritaria.
Las personas con este rasgo dominante suelen tener comportamientos característicos, entre los que se destacan el lenguaje verbal, tono de la voz, postura corporal y expresiones faciales.
Cuando alguien es dominante, expresa sus afirmaciones y da ordenes es instrucciones, su tono de voz es firme y se antepone ante los demás. Su posición física también es muy firme, como si quisiera dar a entender que el espacio le pertenece.
A menudo estas personas no toleran las críticas y emplean técnicas para asegurarse que las personas a su alrededor se adhieran a su manera de ver las cosas. Utilizan herramientas de intimidación como: amenazas, acusaciones, cambios de humor más o menos significativos, e incluso humillaciones.
(Tipos de personalidad según sus gustos musicales)
Los cambios de humor en este tipo de personas, dificultan la comunicación con el grupo de personas involucradas, pues tienden a percibir a los demás como una amenaza y posicionan a las personas como 'fuertes y débiles'. Ante esto adoptan su posición dominante y se definen como los 'fuertes'.
¿Cómo reaccionar ante una persona dominate?
- No caer en el juego emocional: cuando las personas adoptan comportamientos dominantes pueden llegar a ser humillantes o intimidatorios, situación que podría alterar las emociones de las otras personas. Para evitar esto se recomienda mirar fijamente a la otra persona y adoptar una expresión facial neutra.
-Mostrarse asertivo y firme: al adoptar una posición neutra, la persona entenderá que no está del lado sumiso ni dominante. Ante esto la persona intentará intimidarlo con un tono de voz más alto, por lo que tendrá que mantenerse firme.
- No justifique, ni pidas disculpas: Mantener una posición neutra será esencial, pero cuando la otra persona le de espacio para hablar no tendrá que denigrarse ni justificase. Evite usar frases que inicien con "lo siento", "no podré porque".
-Pida ayuda a una tercera persona: En caso de que la situación se salga de control, puede pedir ayuda a una tercera persona que podrá intervenir y calmar los ánimos.
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Pamela Avendaño
REDACCIÓN TENDENCIAS