Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de pulmón es la principal causa de muertes relacionadas con el cáncer a nivel global, cuyo principal motivo es el tabaquismo, responsable de casi un 85 por ciento de todos los casos.
“La OMS reconoce el notable impacto del cáncer de pulmón en la salud mundial y ha puesto en práctica varias iniciativas para hacer frente a la enfermedad de manera integral”, afirma la organización. Las principales iniciativas de la OMS para el manejo de esta enfermedad se centran en el control del tabaco en todo el mundo, la detección precoz y la mejora en el a tratamientos de calidad.
La OMS asegura que este tipo de cáncer suele diagnosticarse en una etapa avanzada de la enfermedad, cuando las opciones de tratamiento son muy limitadas. Algunos síntomas comunes incluyen tos persistente, dolor torácico, disnea, tos con sangre e infecciones pulmonares que siguen reapareciendo.
Usualmente, los primeros síntomas son leves o se descartan al considerarse como problemas respiratorios comunes, generando un retraso en el diagnóstico.
Prevención
La OMS señala que la mejor forma de prevenir esta enfermedad es no fumar tabaco, aunque hay otros factores de riesgo como el tabaquismo pasivo, la contaminación atmosférica y la constante manipulación de ciertos químicos que pueden afectar al sistema respiratorio.
En cuanto a los métodos de diagnóstico hay cinco que son los más comunes: exploración física, imagenología, broncoscopias para hacer un examen del interior del pulmón, biopsias y pruebas moleculares para detectar mutaciones genéticas.
El tratamiento de esta enfermedad depende del tipo de cáncer, su estado y la historia clínica de la persona. Algunas opciones incluyen cirugía, para las primeras etapas del cáncer; radioterapia; quimioterapia; tratamiento dirigido e inmunoterapia.
REDACCIÓN SALUD