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Denuncian a un hombre en Santa Marta de presuntamente secuestrar a su madre por una millonaria herencia de exfiscal

La pensión hereditaria desató el conflicto entre hermanos, quienes piden a la justicia pronunciarse.

Herencia Santa Marta — El hermano denunciante hizo graves señalamientos sobre la persona que estaría a cargo de la mamá. Foto: Tomada de redes sociales

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Roger Urieles

28.02.2025 14:48 Actualizado: 28.02.2025 15:06

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Ana Iris Rodríguez Acosta, de 87 años, ha desaparecido del radar de sus familiares en Santa Marta desde hace cuatro años.

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Su hijo Jaime Cayetano Acosta Rodríguez denuncia que su madre fue llevada a la fuerza por su medio hermano, Jesús Gregorio Rodríguez, en un presunto secuestro motivado por la herencia de su difunto padre, el exfiscal Cayetano Acosta Troncoso.

La incertidumbre crece entre la familia que denuncia que la justicia parece haber olvidado el caso.

Un conflicto familiar marcado por el dinero

Todo comenzó en 2020, cuando Ana Iris Rodríguez Acosta vivía con su hijo Jaime en un apartamento en El Rodadero, Santa Marta.

Hasta ese momento, la convivencia transcurría con normalidad. Sin embargo, la historia tomó un giro inesperado cuando Jesús Gregorio Rodríguez, un hijo no reconocido legalmente por el exfiscal, apareció en escena.

Según la denuncia de Jaime Cayetano, su medio hermano comenzó a mostrarse inusualmente interesado en su madre después de conocer los detalles de la herencia de su padre.

“De la nada empezó a llamarla, a visitarla y, sin que nadie pudiera evitarlo, se la llevó con engaños a Bogotá. Desde entonces, la tiene retenida y nos extorsiona para darnos información sobre ella”, expresó Jaime Cayetano en diálogo con este medio.

La herencia en disputa es un monto millonario: un retroactivo de 2 mil millones de pesos y una pensión mensual de 7 millones. Según la versión de la familia, Jesús Gregorio ya ha recibido la mitad de esa suma, pero no parece satisfecho.

“No es una persona confiable”, señala Jaime, argumentando que su medio hermano habría estado involucrado en delitos graves.

“Tiene antecedentes por abuso sexual contra una de mis hermanas, y su propia esposa lo denunció por haber violentado a su hija de 5 años”, afirmó.

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¿Fallas en la justicia?

La familia asegura que las denuncias contra Jesús Gregorio Rodríguez no han sido suficientes para que las autoridades actúen con contundencia.

La Fiscalía General de la Nación le imputó el delito de abuso en condiciones de inferioridad y emitió una orden de captura en su contra en Bogotá, pero la acción quedó en el aire.

“El argumento fue que los hechos ocurrieron en Santa Marta y que no correspondía a su jurisdicción”, explicó Jaime.

Buscando una respuesta, el arquitecto Acosta Rodríguez acudió a la Fiscalía en Santa Marta, donde el caso fue asignado al fiscal Jacobo Payares. Sin embargo, asegura que la respuesta fue desalentadora.

“Nos escuchó, pero nos dijo que esto era competencia de un juez de familia. Desde entonces, solo hemos recibido evasivas”, indicó.

Para la abogada penalista Patricia González, consultada sobre el caso, esta situación refleja un vacío en la istración de justicia.

“Cuando existen antecedentes de violencia y denuncias previas, las autoridades deberían actuar con mayor diligencia. Si la madre de Jaime está retenida en contra de su voluntad, es un caso que podría configurar secuestro y exigir una intervención urgente”, explicó.

Por su parte, el abogado de derechos humanos Julián Rivas considera que este tipo de conflictos evidencian la vulnerabilidad de los adultos mayores frente a disputas patrimoniales.

“Lamentablemente, en Colombia hemos visto casos donde la ambición por el dinero lleva a situaciones extremas, incluso al maltrato o desaparición de familiares. Las instituciones deben garantizar que estas personas no sean usadas como moneda de cambio en conflictos familiares”, afirmó.

Jaime Cayetano y sus hermanos han tratado de localizar a su madre por todos los medios posibles.

Han recibido información de que podría estar en Barranquilla, en el barrio Ciudad Jardín, o incluso en una propiedad en el municipio de La Vega, Cundinamarca. Pero nada es seguro.

El mayor temor de la familia es el estado de salud de Ana Iris. “Mi madre tenía una salud estable cuando vivía conmigo, pero ahora sabemos que padece de alzhéimer. Necesita cuidados constantes, medicación y una rutina supervisada. No sabemos en qué condiciones la tienen”, expresó Jaime Cayetano con preocupación.

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Ante la incertidumbre, su llamado es claro: “Solo queremos saber si está bien. Si la Fiscalía no nos ayuda, si el sistema judicial sigue ignorando este caso, ¿qué nos queda? No podemos permitir que el tiempo pase hasta que sea demasiado tarde”.

Mientras la justicia sigue en pausa y los años transcurren, la madre está desaparecida y su hijo clama por respuestas.

La persona acusada y señalada todavía no se ha pronunciado sobre estas graves acusaciones en su contra.