O. J. Simpson: este fue el momento en el que se probó los guantes del asesinato a su exnovia

La vida del exjugador de fútbol americano O. J. Simpson fue eclipsada por el mediático caso sobre el asesinato de su exesposa, Nicole Brown Simpson, y su amigo, Ronald Goldman, en 1994. El deportista fue acusado como el principal sospechoso, pero en 1995, tras un largo juicio penal, fue absuelto. No obstante, en 1997, un juez le pidió pagar una indemnización de más de 30 millones de dólares por daños y prejuicios.

Desde la cuenta de X del también actor, sus familiares anunciaron su fallecimiento a los 76 años, producto de un cáncer. "El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió en su batalla contra el cáncer. Estaba rodeado de sus hijos y nietos. Durante este tiempo de transición, su familia le pide que respete sus deseos de privacidad y gracia", expresaron en el comunicado. 

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Uno de los momentos más cruciales del caso del O. J Simpson fue cuando se probó los guantes ensangrentados que fueron presentados como una prueba. 

En junio de 1994, Nicole Brown Simpson, y su amigo, Ronald Goldman fueron encontrados sin vida en el interior del domicilio de la mujer. Luego de descubrir los cuerpos, la policía se fue a la mansión del exjugador para informarle de lo sucedido. Sin embargo, hallaron algo que lo convirtió en el principal sospechoso: una camioneta estacionada en su patio trasero con manchas de sangre en una de las puertas. 

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Con esto, fue arrestado el 17 del mismo mes. Desde ese momento, la cobertura mediática se intensificó y se apodó como "El juicio del siglo". 

Durante el juicio, una de las pruebas más contundentes fueron un par de guantes que fueron encontrados en la escena del crimen. El experimento que realizaron fue que O. J. Simpson se pusiera la prenda de vestir, que recubre las manos, para identificar si le entraban. Por su parte, los abogados, manifestaron en ese momento que estos no pertenecían al deportista y fueron plantados por el oficial Mark Fuhrman. 

Las pruebas de ADN demostraron que había sangre que contenía marcadores genéticos de Simpson y de ambas víctimas. El momento exacto para medirse los guantes se realizó el miércoles 21 de junio de 1995, a pedido de la fiscalía. 

El hombre se paró de la mesa. Mientras los del jurado observaban, Simpson se puso los elementos, pero luchaba, de manera muy dramática, para hacerlos entrar en sus manos. Ante la mirada de todos, se acercó al tribunal y demostró algo que dejó atónitos a todos: no le quedaron los guantes. 

De acuerdo con Toobin, autor del libro 'The Run of His Life: The People v. O. J. Simpson': “Fue simplemente un error elemental: permitir que el acusado controlara una manifestación como esa. También fue muy sorprendente ver a O. J presentarse ante el jurado por primera vez en el caso. Y aprovechó el momento al máximo". 

Una de las pruebas que sirvió a favor del deportista fue que estos elementos no encajaron en sus manos. Sin embargo, expertos en investigación aseguraron en ese entonces que un posible efecto era porque los guantes "se encogieron al estar empapados en sangre y porque Simpson tenía guantes de goma por debajo".

CAMILA SANCHEZ FAJARDO

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO