Ante las muy escasas oportunidades que ofrece Colombia para escuchar obras de compositores nuestros del siglo XXI, el concierto que ofrecerá el pianista Mauricio Arias el próximo martes 1 de agosto en el Teatro Mayor, es un suceso musical extraordinario.
Se trata del recital de lanzamiento del disco Colombia viva Vol. 2, donde este intérprete recoge piezas de compositores colombianos vivos. Publicado por el sello Tocata Records y grabado por la experimentada ingeniera de sonido Marcela Zorro el año 2021 en el Teatro mayor, este disco ilustra las tendencias creativas de una generación de compositores que lucha por hacer sonar su música.
El fonograma abre con una dulce y misteriosa improvisación titulada Recuerdos, creada por el propio intérprete con algunos recursos armónicos del impresionismo de comienzos del siglo XX.
Gracias a un coherente tejido de arpegios, esta pieza se desliza por varias tonalidades, despertando el interés del oyente hacia lo que viene. Del compositor Juan Domingo Córdoba se incluyen dos pasillos de alta exigencia que permiten el lucimiento del solista gracias a las características tonales y estructurales del pasillo. Son piezas efectistas y fieles a la tradición andina que a veces recurren a modulaciones no habituales.
De la maestra Catalina Peralta se incluye una pieza titulada Solo de piano II, construida en el estilo atonal de mediados del siglo pasado, con efectos muy puntillistas e impredecibles. En el mismo estilo atonal está la Sarta para piano del compositor Pedro Sarmiento, que acude a la reiteración de frases para lograr continuidad y fluidez en la audición. Por momentos se siente la influencia de Stravinsky en su música.
Más adelante, Arias nos sorprende con otra creación suya que se titula Criatura en movimiento, donde motivos melódicos consecutivos suben y bajan vertiginosamente por el teclado hasta llegar a un final súbito en el que hay que recuperar el aliento después de esta agitada miniatura. Pedro Ramírez participa en este fonograma con Los siete juegos de Agustín, un tema que abre con el diálogo entre melodías agudas y acordes profundos que parecen flotar por el uso del pedal. Continúa con un juego infantil que se asemeja a los estudios para piano de Bartok y remata con un contrapunto a dos voces en constante persecución para concluir finalmente en consonancias exóticas.
En sus Danzas fugitivas, Catalina Noguera acude a los patrones rítmicos de la marimba de chonta en un contexto académico donde superpone la tonalidad de los cantos del Pacífico con sonoridades post tonales que le dan un sello muy personal a esta pieza. Esta grabación desarrollada con el apoyo de la Universidad de los Andes, también incluye obras de Amparo Ángel, Pacho Casas y Juan Antonio Cuellar, con lo que se logra un panorama amplio y diverso de las tendencias de composición nacionales.
Coda: En días pasados se llevó a cabo un concierto en la sala Luis Ángel Arango con obras de compositores colombianos para conmemorar los cien años del Banco de la República, una excelente idea de esta institución para apoyar la creación musical en nuestro país.
ÓSCAR ACEVEDO
Músico y crítico musical
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