La cantante irlandesa Sinéad O'Connor fue hallada muerta el miércoles en un domicilio de Londres, ciudad a la que se había trasladado a vivir este mes desde su Irlanda natal. Preguntado por este hecho, un portavoz de la Policía Metropolitana de Londres (Met) dijo ayer que los agentes recibieron “una llamada a las 11:18 (hora local) del miércoles 26” para atender “a una mujer en una dirección residencial del área SE24”, que corresponde a un barrio del sureste londinense.
“Una mujer de 56 años fue declarada muerta en el lugar. Los familiares más cercanos han sido notificados. La muerte no se considera sospechosa”, ha señalado en un comunicado, en alusión a que no han hallado indicios delictivos.
O'Connor publicó el pasado 12 de julio un mensaje en su cuenta de Facebook para informar de que se había mudado a Londres y estaba acabando un álbum para publicarlo el próximo año.
Su familia anunció el pasado miércoles “el fallecimiento de nuestra querida Sinéad” y pidió “privacidad en este momento tan difícil”, a través de un comunicado en el que no precisaron las circunstancias de la muerte.
En las últimas horas, se han multiplicado los tributos a la cantante irlandesa, que saltó al estrellato internacional en 1990 con su versión de la balada Nothing Compares 2 U.
A su turno, el tribunal forense del sur de Londres informó ayer también que efectuará una autopsia al cuerpo de O’Connor para decidir si abre una investigación sobre el fallecimiento de la cantante irlandesa.
Esta instancia judicial explicó ayer en un comunicado que no se ha proporcionado “causa médica alguna” sobre la muerte, si bien la Policía metropolitana (MET) ya ha indicado que “no se considera sospechosa”. “El forense, en consecuencia, ordenó que se realizará una autopsia”, señala la nota del citado tribunal, que añadió que los resultados podrían demorarse “durante varias semanas”. “La decisión sobre si es necesaria una investigación se tomará cuando se conozcan estos resultados y se haya escuchado la posición de la familia”, agrega el texto.
A los altibajos depresivos que sufría se sumó en enero de 2022 otro duro golpe: su hijo Shane apareció muerto a los 17 años tras llevar desaparecido varios días, cuando escapó del Hospital Tallaght, en Dublín, en el que estaba ingresado tras dos intentos de suicidio.
EFE/ Londres
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