Tango, cumbia, murga, reggae y rock en una sola banda. Cada uno de esos géneros y sus particularidades convergen en la música de Bersuit Vergarabat. Más conocida como ‘la Bersuit’, la banda argentina originaria del barrio Barracas, en el sur de Buenos Aires, llega a Colombia para presentarse el sábado 14 de septiembre en el Festival Cordillera.
La agrupación ya ha visitado y conquistado escenarios bogotanos, como el Jorge Eliécer Gaitán y el parque Simón Bolívar (en el marco del festival Rock al Parque). Esta vez regresan con nuevo disco: Cocoliche Life. Trabajo discográfico que mantiene la esencia de la banda: irreverencia, activismo y diversión que han acompañado a ‘la Bersuit’ durante 30 años. Nuevas canciones, como Monogamia y Decíme, se unirán en el setlist junto a grandes éxitos como El tiempo no para y Yo tomo.
Actualmente la banda está conformada por Juan Subirá (teclados y voz), Carlos Martin (batería), Pepe Céspedes (bajo), Alberto Verenzuela (guitarra y voz), Daniel Suárez (voz), Cóndor Sbarbati (voz), Manuel Uriona (percusión), Nano Campoliete (guitarra y coros) y Juan Bruno (guitarra).
EL TIEMPO habló con Daniel Suárez, Cóndor Sbarbati, Juan Subirá y Carlos Martin sobre el presente de la banda, su nuevo disco y un videojuego que desarrollaron inspirado en él.
La palabra ‘cocoliche’, que le da nombre a su nuevo álbum. ¿Qué significa?
Carlos Martin: Cocoliche es lunfardo (jerga), de acá del Río de la Plata, la palabra es muy nuestra, por eso no se conoce tanto o no se usa en Colombia, en Centroamérica. ¿Y qué significa? Hay que hablar un poquito de historia, porque en Argentina, a principios del siglo pasado, hubo una gran migración desde Italia y especialmente desde el sur de Italia, y se instalaron ahí por La Boca y la zona sur de la ciudad de Buenos Aires. Y a partir de ahí empezaron a mezclarse y a hablar un poco de español todavía mezclado con el italiano. Cocoliche es eso, un poquito de italiano con un poquito de español, con un poquito de portugués, todo mezclado, y salía como algo nuevo.
Digamos que ‘cocoliche’ es un poco eso, la generación de un lenguaje propio a partir de las influencias de distintas gentes de todo el mundo.
¿El concepto del álbum tiene que ver con eso?
Carlos Martin: Digamos que ‘cocoliche’ es un poco eso, la generación de un lenguaje propio a partir de las influencias de distintas gentes de todo el mundo. En Argentina, en Buenos Aires, especialmente, pasó eso. Y también se terminó asociando la palabra a ese cierto caos y orden descuidado, ya sea para vestir, para adornar o alguna cuestión estética, de cosas distintas que no siempre tienen tanto que ver una con la otra. Algo que parece desordenado. Salta la vista, por ejemplo, la pintura en La Boca, de pintar colores muy radiantes, muy fuertes, muy cocoliche sería el estilo, de colores distintos, dispares, contrapuestos, pero que a la vez funcionando en conjunto, como nuestras música. Eso es lo que también se refleja en este álbum, musicalmente hablando.
Eso está asociado al concepto de libertad que exploran en temas como 'Decíme' o 'Monogamia'...
Juan Subirá: De acuerdo. Siempre están en tela de juicio los límites de la libertad en la relación entre las personas, hasta dónde se pueden estirar esos límites sin invadir la privacidad, la intimidad de otros. En Argentina, especialmente en estos últimos tiempos, se habló mucho de esto porque desde el poder nuestro presidente se encargó en los últimos años de usar esta palabra hasta el hartazgo quitándole de alguna manera su valor ético. Nosotros –nuestras canciones– nos metimos con este término y de alguna manera intentamos indagar dentro de nosotros y qué nos pasa con la libertad, y después cada persona cuando escucha las canciones hará su evaluación. Tratamos de que los que escuchan las canciones se sientan tocados por esta indagatoria, por esa forma de cuestionar tenemos desde la música.
Carlos Martin: Creo que la canción, por lo menos en Decíme, está en modo de pregunta. Decíme hasta dónde llega tu libertad, decíme tal cosa, o sea, todo está en modo de pregunta y la pregunta nos la hacemos todos: ¿hasta dónde están los márgenes? Siempre se puede correr un poquito más el margen de libertad, es lo que normalmente sucede, se van restringiendo nuestras libertades poquito a poco.Entonces, ya no tenemos las mismas libertades de decir las mismas cosas que se decían décadas atrás, el disco Libertinaje también hablaba de eso, para lo que era la sociedad de aquel momento éramos libertinos, unas personas que estaban transgrediendo los límites de la libertad, y nos preguntamos a dónde estaba ese límite ya en aquel momento, en aquel disco, y siguen vigentes todavía esas preguntas.
La música también tiene esta libertad más allá de su mensaje, de a quien le guste o no, tiene otros recursos para llegar internamente a la gente, la música va por otras vías, la vía del pensamiento, del corazón, del alma misma, así que es una manera también de poder decir.
Ahora que tocamos el tema de los mensajes en sus canciones, su carrera está marcada por letras que también tienen un mensaje político, social, medioambiental, y en este disco lo vemos mucho en 'Víctimas', por ejemplo, y esto es algo que a muchos les puede gustar y a otros no. ¿Cómo ven ese ejercicio de hacer activismo desde la música?
Cóndor Sbarbati: La música también tiene esta libertad más allá de su mensaje, de a quien le guste o no, tiene otros recursos para llegar internamente a la gente, la música va por otras vías, la vía del pensamiento, del corazón, del alma misma, así que es una manera también de poder decir.
Juan Subirá: El caso de una canción como Víctimas que tú nombras, no siempre se hace una canción así de fuerte, de contenido político y social. Bersuit a lo largo de su historia tiene varias canciones de esta clase como, por ejemplo, Señor Cobranza o Se viene, y también es bastante verborrágica y hay gente que puede no gustarle esto. Pero siempre tuvimos esta actitud activista y hemos usado la música históricamente para decir lo que pensamos y para tomar una posición política frente a las situaciones que se nos han planteado a través del tiempo, en nuestra vida social.
Carlos Martin: Y otra cosa que quería aclarar, no es que haya deliberadamente una intención en el grupo de componer en ese sentido o de vamos a escribir una canción que hable de lo que está pasando en este momento, surgen de distintos lugares y a veces de la persona que menos te imaginas surge una canción con contenido o muchas veces brota, casi como una necesidad. En un determinado momento aparece una canción que tiene ese contenido y esa fuerza y ese mensaje que no aparece habitualmente tan seguido, que aparte de tener el contenido tenga la musicalidad, tenga el gancho, tenga lo que a todos nos gusta de una canción, que se convierta en un clásico con el tiempo. Entonces creo que esta canción nos convenció, porque hacía ya rato que no aparecía no solamente un disco de estudio, sino un disco de estudio con alguna canción así.
No es que haya deliberadamente una intención en el grupo de componer en ese sentido o de vamos a escribir una canción que hable de lo que está pasando en este momento, surgen de distintos lugares.
Por último, ¿cómo surgió la idea de hacer un videojuego inspirado en el álbum?
Cóndor Sbarbati: Fue una unión de cooperativismo. Bersuit es una cooperativa, siempre funcionó de tal manera, hoy lo somos legalmente hablando y de eso se trata, de unir fuerzas. Nuestras canciones llegan por todos los medios a la gente, al público y la mejor manera de llegar a los niños fue encontrando esta cooperativa de videojuegos. Es un juego de un pajarito que toma una semilla y tiene que pasar por una ciudad tóxica y llevar esa semilla para poder plantarla y poder llenar de árboles el lugar, y en el camino va esquivando nubes tóxicas y agarrando notas musicales y de fondo suena Bersuit. Así que es una mejor manera de poder llegar a estos niños con la música de Bersuit.
Carlos Martin: Algunas canciones se prestan para ese tipo de cosas. Surgió la idea de un compañero, socio y mánager de agrupar gente de Cooperativas de animación y de programación con nuestra cooperativa y con otras más de video. Todo fue tomando forma. Encontramos las canciones o los tramos de las canciones que podían funcionar mejor en el videojuego, partimos de la primera que había sido Que tal si, la cosa gustó y se convirtió en eso. Así que es otra de las cosas más que en las cuales nosotros nos vamos metiendo e involucrando como otras veces fue con alguna película o con alguna serie de televisión. Es algo lindo de hacer, de poder interactuar y, como dice el Cóndor, un a otras infancias por ahí va a traer juventudes.
LOREN SOFÍA BUITRAGO BAUTISTA
Para EL TIEMPO
@soofisaurio