Cuatro departamentos concentraron más del 70 % de la coca del país a 2020

Este jueves, el Ministerio de Justicia y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su sigla en inglés) presentaron los resultados completos del informe anual Simci 'Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos', correspondiente a 2020.

En la presentación, que se hizo vía web, se entregaron detalles sobre los hallazgos que ya habían anticipado en junio pasado.

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El año pasado, la medición del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simci) detectó 143.000 hectáreas sembradas con coca en el país, lo que consolida una reducción por varios años. En 2019 se reportaron 154.000 hectáreas, en 2018 eran 169.000 y en 2017 se habían medido 171.000.

Pero en potencial de producción de coca hubo un aumento y en 2020 esa cifra alcanzó 1.228 toneladas, frente al estimado de 2019, que había sido de 1.137 toneladas.

Leonardo Correa, coordinador técnico del proyecto Simci, explicó otro de los hallazgos respecto al año pasado: cuatro departamentos concentran más del 70 por ciento de la producción total de hoja de coca en el país.

Estos son Nariño, Norte de Santander, Putumayo y Cauca, en donde el tamaño promedio de los lotes de coca está por encima de 1,30 hectáreas. En contraposición, en 8 departamentos se encontró que había menos de mil hectáreas sembradas.

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Por otra parte, se encontró que se configuraron dos nuevos enclaves productivos en donde se concentran los cultivos de coca, llegando a 9 en total. Los enclaves ocupan el 16 por ciento del territorio afectado, pero contienen el 40,5 por ciento de la coca.

Además, se identificó que el 84 por ciento de toda la coca sembrada está en zonas en donde este cultivo lleva más de 10 años.

Del total del área sembrada con coca, el 29 por ciento se concentró en parques nacionales naturales, tierras de las comunidades negras y resguardos indígenas, y se observó un leve incremento en parques nacionales naturales, mientras que en territorios étnicos hubo reducciones. Catatumbo-Barí continúa siendo el parque natural con mayor afectación.

Otro de los hallazgos destacados es que en el 62 por ciento del territorio afectado con cultivos de coca en el que hubo una reducción de siembra respecto a la medición anterior, esta no fue porque se haya dado una intervención de erradicación forzada o sustitución de cultivos, señaló Correa, que añadió que en esas zonas hay una reducción por factores distintos.

"No tenemos registros de cuáles son esas acciones, pero por eso queremos recalcar la importancia de acciones más allá de la erradicación. Las intervenciones que hace la Fuerza Pública requieren un ejercicio complementarios para crear condiciones de paz y desarrollo en esos territorios", señaló el coordinador de Simci.

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También destacó el coordinador del proyecto que hay más actores involucrados en la cadena de producción de la coca que solo los cultivadores.

Están los que proveen los insumos, los que convierten la pasta base en clorhidrato de cocaína, entre otros, lo cual genera reacciones más complejas en los territorios que obligan a tomar acciones integrales. 

Así mismo, los incentivos económicos para este negocio ilegal persisten.

"Si estimamos el valor de la coca en el primer puerto en el que llega después de que sale de Colombia, el mercado se convierte en 10.000 millones de dólares, que en Colombia, antes de salir, serían 1.300 millones. Hay muchos incentivos del mercado a nivel global que siguen poniendo en riesgo a Colombia, no es suficiente con eliminar los cultivos de coca en Colombia, hay que buscar acciones que garanticen una mejor sostenibilidad", mencionó Correa.

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Frente a por qué la medición del Simci es distinta a la que este mismo año entregó la Casa Blanca, que registró un aumento récord de los cultivos, Leonardo Correa explicó que se debe a que las formas de medición son distintas, pero que el hecho de que haya datos diferentes no quiere decir que existan contradicciones.

"Podemos llegar a mediciones diferentes por razones distintas. Por ejemplo, qué consideramos un lote de coca —cuántas matas por hectárea hay, si es suelo desnudo con semillas o si se considera solo cuando la mata ya nació—. Otro factor importante es cuándo se hace la medición. Simci hace una fotografía que se obtiene el 31 de diciembre del año que se está midiendo, pero también sería posible tomar un video de todo el año, en lo cual se podría ver los lotes de coca que no estarían en la foto si fueron erradicados", comentó.

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Añadió que después de 2017 ha habido un incremento importante en las operaciones de erradicación forzada que encabeza la Fuerza Pública, "lo que puede direccionar que al ver la foto al final del año haya menos coca por la erradicación, versus un video en lo corrido del año, en el que habría más coca".

Concluyó diciendo que, en cualquier caso, cuanta más información se tenga del fenómeno, se pueden diseñar mejores estrategias y una política pública más eficiente.

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