Escándalo en Ibagué: la fiesta y los piques ilegales que enredan al alcalde

El 27 de junio en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué se jugó la gran final del fútbol colombiano en la que se coronó Nacional frente al Deportes Tolima. En ese mismo recinto, el alcalde de Ibagué Andrés Fabián Hurtado Barrera celebró un año y tres meses antes el cumpleaños de su hijo con otro partido de fútbol, que contó con terna arbitral del Colegio de Árbitros del Tolima, narración de locutores deportivos, así como torta y pizza para los invitados.

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Por estos hechos, la Fiscalía imputó al mandatario local y al gerente del Instituto Municipal para el Deporte y la Recreación de Ibagué (Imdri), Alejandro Ortiz Ortiz, el delito de peculado por uso, por la “utilización indebida de ese escenario deportivo público”.

Este no es él único caso que el alcalde enfrenta ante la justicia, pues ya es procesado en una investigación por los piques ilegales que 51 vehículos realizaron en la pista del aeropuerto nacional Perales de Ibagué, en 2014, cuando Hurtado Barrera era del lugar.

Por lo anterior el ente acusador lo imputó en 2017 por los delitos de peculado por uso y ocultamiento, alteración y destrucción de pruebas. El primero prescribió a finales de 2021, por lo que el ahora alcalde no será juzgado por este delito en el proceso de los piques.

El abogado Andrés Caballero, defensa de Hurtado en esta investigación, le dijo a EL TIEMPO que se realizarán unos interrogatorios a tres guardias de seguridad que estuvieron presentes esa noche para construir los alegatos de conclusión del caso, y que “lo importante es que se determine que Andrés Fabián Hurtado nunca ocultó, manipuló o destruyó ningún elemento material de prueba”.

En el escándalo de las carreras ilegales de autos fue condenado a 53 meses de prisión el otrora vigilante del aeropuerto Perales, Daniel Cadena Ortiz.

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El alcalde también fue suspendido por la Procuraduría el pasado 11 de mayo por supuesta participación en política por expresar apoyo al excandidato presidencial Feredico Gutiérrez. Veinte días después, tras la primera vuelta presidencial, se levantó la medida y fue restituido en el cargo.

Ahora, Andrés Hurtado se enfrenta a un escándalo por el uso del estadio de Ibagué para la celebración del cumpleaños de su hijo menor, lo que significó para la Fiscalía un desgaste de la gramilla, el acueducto y la energía eléctrica del escenario deportivo.

Durante la audiencia de imputación de cargos por el uso del estadio, el fiscal 53 de la unidad de delitos contra la istración pública señaló que la tarde del 6 de marzo de 2021 se reunieron unas 50 personas en el estadio de Ibagué para celebrar el 13° cumpleaños del hijo del alcalde.

Según la Fiscalía, la celebración inició con un partido de fútbol en el que participó el hijo del alcalde y al que asistieron niños de edades similares, unos pocos mayores de 18 años. Los jugadores de los dos equipos llevaban en sus uniformes el nombre del cumpleañero.

La investigación pudo establecer que el encuentro fue dirigido por una terna arbitral del Colegio de Árbitros del Tolima, y también contó con la narración de “periodistas deportivos reconocidos en la ciudad, quienes tenían equipos electrónicos y de sonido aptos para este tipo de actividades”.

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El fiscal del caso indicó que, justo cuando transcurría el minuto 13 (número de años que cumplía el hijo del alcalde) suspendieron el partido para, entre todos los presentes, cantarle el ‘feliz cumpleaños’.

Una vez finalizado el partido, sostuvo el fiscal, se dirigieron al camerino sur del estadio (destinado generalmente para los jugadores del Deportes Tolima en cada encuentro deportivo) y allí continuaron la fiesta, para la cual adornaron el recinto con globos. Hubo animadores y repartición de ponqué, pizza y gaseosa para los asistentes, así como la entrega de regalos para el menor, señaló el ente acusador.

Además, se empleó la parte norte del estadio para parquear más de 30 vehículos, entre oficiales y particulares, “sitio que no es apto para ello, pues la zona de parqueo está ubicada en la parte externa del estadio, pudiendo causar perjuicio a ese bien público”, sostuvo la Fiscalía.

Entre los carros parqueados estaba la camioneta asignada al alcalde que, de acuerdo con el ente acusador, transportó algunas cajas “con objetos que se utilizaron en el festín”, es más, ingresó acompañado de su familia y de su esquema de seguridad.

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De acuerdo con la Fiscalía, el alcalde y el gerente del Imdri se concertaron para utilizar injustificadamente el estadio en una reunión privada. “El evento no fue ocasional, por el contrario, fue planeado para que el homenaje cumpliera las expectativas del cumpleañero”, sostuvo el fiscal.

Según la investigación, Hurtado y Ortiz permitieron que otras personas usaran indebidamente el escenario, pues “asistieron al partido de fútbol y a la celebración de cumpleaños programado por ellos. Lo hicieron de forma privada, a puerta cerrada, sin que se permitiera el ingreso de personas no invitadas. Por el contrario, retiraron de allí a un veedor que estaba tomando nota de la situación”, indicó el fiscal.

Para el ente acusador, la celebración de este cumpleaños produjo un desgaste en la gramilla de la cancha, que necesita un trabajo de mantenimiento para dejarla en óptimas condiciones, así como el uso de los servicios de agua y electricidad del escenario, y el mal uso de la zona norte para parquear vehículos.

El fiscal del caso también manifestó que se retribuyeron favores recibidos a algunos de los particulares, “toda vez que posterior a esa fecha, les otorgó contratos de prestación de servicios a quien fue la encargada de la organización y de llevar la silletería que utilizaron dentro del camerino donde se instaló el arreglo de globos, el ponqué, los invitados”. Según la investigación, también se le otorgó un contrato a quien donó los uniformes utilizados por los dos equipos en ese partido de fútbol.

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Para la Fiscalía, “no cabe la menor duda de que Andrés Fabián Hurtado Barrera tiene injerencia directa sobre el escenario deportivo estadio Manuel Murillo Toro con ocasión y razón de sus funciones”. De hecho, señaló que el mandatario fue el encargado de celebrar el contrato de las obras que se estaban efectuando en esos momentos en ese escenario deportivo.

Respecto a la coparticipación con el gerente del Imdri, Alejandro Ortiz, para la planeación de la celebración, el fiscal dijo que “era necesario, pues aunque tuviese injerencia en el estadio como se ha indicado, qué mejor manera de hacerlo con quien tiene dentro del manual de funciones la istración del mismo”.

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Al alcalde Hurtado y al gerente del Imdri, se les imputó en calidad de coautores el delito de peculado por uso, que tiene una pena de 16 a 72 meses de prisión e inhabilitación para el ejercicio de funciones públicas por el mismo tiempo.

El fiscal dijo que, en caso de ser condenados, no tendrían beneficios judiciales (salvo los que otorga la colaboración), esto por tratarse de un delito que atenta contra la istración pública. En la audiencia, los procesados no aceptaron cargos.

VALENTINA HERRERA GONZÁLEZ

Escuela de Periodismo Multimedia EL TIEMPO

Redacción Justicia