En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cómo está el clima en Bogotá?
¿Cómo se llama el hijo de Petro?
¿El pico y placa en Bogotá como quedaría para el 2024?

A los dos años de la invasión rusa a Ucrania, la guerra se percibe estancada

Las disputas electorales entre demócratas y republicanos ponen en vilo el desempeño de Ucrania.

Soldados ucranianos en la línea del frente cerca de la ciudad de Bajmut.

Soldados ucranianos en la línea del frente cerca de la ciudad de Bajmut. Foto: AFP

Alt thumbnail

PERIODISTAActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania está a punto de entrar en su tercer año. Hay muchos motivos para sentirse bien, pero también para preocuparse. En resumen, es hora de hacer balance.
Lo que Ucrania y sus partidarios occidentales han conseguido tras la invasión rusa del 24 de febrero de 2022 es extraordinario. Rusia es una potencia nuclear, su población es 3,5 veces más grande que la de Ucrania, su PIB supera por 10 a su actual rival y, además, cuenta con un ejército con muchos más efectivos y equipos. Pese a esto, ha sido combatida hasta –casi– un empate. Ucrania controla aproximadamente el 80 por ciento de su territorio, al igual que hace dos años.
Obviamente, el presidente Vladimir Putin calculó que su guerra de conquista se parecería a su anterior invasión a Ucrania en 2014, cuando las fuerzas rusas irrumpieron y se apoderaron rápidamente de Crimea y de gran parte de la región oriental del Donbás.
Hace dos años veía a Ucrania, Europa y Estados Unidos débiles y divididos. Y también creyó a sus generales cuando le prometieron que el ejército ruso era fuerte y arrollaría cualquier resistencia que Ucrania pudiera reunir.
Todas estas suposiciones fueron mal calculadas. Sin embargo, hay motivos para preocuparse.

Dudas sobre una victoria

El presidente ruso Vladimir Putin asiste a una reunión ampliada de la Junta del Ministerio de Defensa ruso.

El presidente ruso Vladimir Putin asiste a una reunión ampliada de la Junta del Ministerio de Defensa ruso. Foto:EFE

La tan esperada contraofensiva ucraniana, diseñada para liberar territorio y lograr una victoria en el campo de batalla o al menos un impulso que sentara las bases para una diplomacia prometedora, fue en gran medida rechazada. Rusia ha aprendido a convivir con las sanciones económicas occidentales y ha desviado gran parte de sus exportaciones energéticas vitales a China e India.
También se han eludido las sanciones militares occidentales: Rusia sigue vendiendo armas a India y otros países, y comprándolas a Corea del Norte e Irán. Ha podido adquirir tecnología y productos aparentemente civiles que pueden reutilizarse para usos militares. Ha ampliado su base industrial de defensa y ahora tiene una ventaja considerable sobre Ucrania en la cantidad de artillería y munición que puede enviar al campo de batalla.
Rusia muestra pocos signos de agotamiento. A pesar del extraordinario costo humano de la guerra, estimado en más de 300.000 soldados rusos muertos o heridos, el control de Putin sobre los medios de comunicación y la narrativa pública ha permitido al Kremlin minimizar la disidencia y persuadir a muchos rusos de que su país es la víctima y no el agresor.
Mientras tanto, Ucrania muestra signos de división política. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, recientemente despidió a su general de más alto rango. Y lo que es más importante, Ucrania está pasando apuros en el campo de batalla debido, en gran parte, a que los republicanos del Congreso de Estados Unidos han bloqueado un paquete de ayuda militar de 60.000 millones de dólares.
La oposición republicana parece reflejar una mezcla de aislacionismo resurgente, simpatía por el autoritarismo de Putin y un deseo partidista de no entregar al presidente Joe Biden una victoria política antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
En el mejor de los casos, Biden será capaz de convencer a suficientes republicanos para que colaboren con él y con sus colegas demócratas en la aprobación de un nuevo paquete de ayuda, que redunda en interés estratégico para Estados Unidos. Pero no se puede contar con este resultado, a pesar de las crecientes pruebas de que Ucrania se está quedando sin armas y municiones y, en consecuencia, experimenta cada vez más dificultades para hacer frente a la presión militar rusa (ver segunda nota sobre el frente).
Esto plantea la cuestión: ¿cómo podrían Ucrania y sus amigos de Europa y otros lugares llenar al menos parte del vacío dejado por unos EE. UU. que ya no están dispuestos a ofrecer niveles significativos de ayuda?

Europa y Asia

Europa ya ha acordado proporcionar a Ucrania más de 50.000 millones de dólares en nuevas ayudas económicas. Pero se necesita un plan coordinado con otros países, como Corea del Sur y posiblemente Japón, para proporcionarle a Ucrania armas y municiones para que pueda defenderse mejor y atacar importantes objetivos militares rusos. Al mismo tiempo, los amigos de Ucrania deben ayudarle a reconstituir y ampliar su industria armamentística, para que dependa menos de la capacidad y voluntad de otros para proporcionarle los recursos que requiere el esfuerzo bélico.
Al mismo tiempo, Ucrania puede reducir sus necesidades de recursos y salvar vidas adoptando una estrategia militar mayoritariamente defensiva. Proteger y preservar el 80 por ciento del país que ahora controla es factible y esencial. Ucrania no renunciaría a nada adoptando esa postura, dado que la liberación militar de Crimea, Donbás y otras zonas ocupadas por Rusia no está en las barajas, al menos a corto plazo. Y puede seguir buscando la plena restitución territorial en la mesa de negociaciones, siempre y cuando se inicien conversaciones serias.
Si el suministro de armas determinará cómo le irá a Ucrania este año, las elecciones presidenciales y legislativas estadounidenses de noviembre determinarán en gran medida cómo le irá en 2025 y más allá. Si Biden es reelegido, y si el Senado de Estados Unidos pasa a control republicano, como muchos esperan, pero los demócratas recuperan la Cámara de Representantes, el escenario estará preparado para una renovada ayuda económica y militar de Estados Unidos y, posiblemente, un vínculo entre Ucrania y la Otán. Esto desengañaría a Putin de la idea de que el tiempo está de su lado, aumentando a su vez las probabilidades de que la diplomacia pase a primer plano.
El episodio ocurrió durante un mitin en Florida.

El episodio ocurrió durante un mitin en Florida. Foto:AFP

Sin embargo, si gana el expresidente Donald Trump y los republicanos mantienen el control de la Cámara de Representantes, Ucrania se enfrentará a un futuro mucho más difícil. La carga de la seguridad de Ucrania recaería aún más sobre sí misma y sobre sus amigos de Europa y Asia. Si estos se muestran dispuestos y capaces de llenar gran parte del vacío que dejaría la retirada del apoyo estadounidense, se podría prever un prolongado estancamiento en el campo de batalla seguido de una diplomacia constructiva. De lo contrario, es probable que Putin mantenga su ventaja en el campo de batalla y acuda a la mesa de negociaciones sólo para imponer el resultado que ha buscado desde el principio.
La diferencia entre estos dos futuros posibles es abismal. Hay mucho en juego para Ucrania, para Europa y para el mundo. El presidente chino, Xi Jinping, con sus propios designios sobre Taiwán, está observando con gran interés cómo se desarrolla todo esto. También Irán. Si Estados Unidos se muestra reacio a cumplir sus obligaciones y a defender la norma del derecho internacional de que no se puede adquirir territorio por la fuerza, nos espera un futuro mucho más violento y peligroso que el pasado.
RICHARD HAASS (*)
© PROJECT SYNDICATE
NUEVA YORK
(*) Presidente emérito del Consejo de Relaciones Exteriores y consejero principal de Centerview Partners, exdirector de Planificación Política del Departamento de Estado de EE. UU. (2001-03) y ex enviado especial del presidente George W. Bush a Irlanda del Norte y excoordinador para el Futuro de Afganistán. Escribió ‘The Bill of Obligations: The Ten Habits of Good Citizens’ (Penguin Press, 202

Así se vive en el frente de batalla

Oleksandr Sirski.

Oleksandr Sirski. Foto:EFE

Esta semana y a días de que se cumplan los dos años de la invasión rusa a Ucrania, el nuevo comandante de las fuerzas armadas ucranianas, el general Oleksandr Sirski, reconoció que la situación en el frente de batalla es “extremadamente compleja” y que el país carece de hombres y armas para encarar la guerra.
“Los ocupantes rusos continúan aumentando sus esfuerzos y superan en número” a las fuerzas ucranianas, dijo el general Sirski en Telegram. “La situación operativa es extremadamente compleja y estresante” añadió.
“Estamos haciendo todo lo posible para evitar que el enemigo avance sobre nuestro territorio y para mantener nuestras posiciones”, subrayó Sirski, reconociendo que sus fuerzas están sufriendo para contener los múltiples asaltos rusos en el este.
Sirski, que durante mucho tiempo fue el comandante de las operaciones militares de Kiev en el este, fue ascendido a jefe del ejército a principios de febrero, y el presidente Volodimir Zelenski le exigió cambios tras el fracaso de la contraofensiva ucraniana a mediados de 2023.
Estamos tomando todas las medidas posibles para minimizar nuestras pérdidas
En su primera visita al frente como comandante en jefe, el general iba acompañado del ministro de Defensa, Rustem Umerov, y pasó por las ciudades de Avdiivka y Kúpiansk, dos zonas de combates. “Estamos tomando todas las medidas posibles para minimizar nuestras pérdidas”, aseguró.
Desde octubre, las fuerzas rusas llevan a cabo ataques y bombardeos masivos para conquistar Avdiivka, una ciudad industrial en gran parte destruida. La posición de los defensores ucranianos se ha deteriorado desde enero, y el alcalde de la ciudad, Vitaly Barabash, habló recientemente de una situación crítica en algunos barrios.
Por otro lado, en el mar Negro, donde Ucrania logró en 2023 hacer retroceder a la poderosa flota rusa con la ayuda de misiles y drones, esta semana Kiev anunció la destrucción de otro buque enemigo, el Cesar Kunikov.
El departamento de inteligencia militar de Ucrania (GUR) explicó que había utilizado drones navales Magura V5 para destruir el barco frente a la ciudad de Alupka, en la costa del mar Negro, provocando “agujeros críticos” que desembocaron en su hundimiento.
Según el ejército ucraniano, desde que empezó la guerra hace dos años, 24 barcos y un submarino han quedado “inutilizados”, lo que representaría un tercio de los barcos rusos en el mar Negro.
Rusia rara vez reconoce sus pérdidas y el miércoles, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, no quiso comentar las afirmaciones ucranianas. En el frente terrestre, el objetivo de recuperar el casi 20 por ciento del territorio de Ucrania ocupado por fuerzas rusas parece todavía muy lejano. El ejército ruso sigue atacando ciudades ucranianas cercanas a este frente.
El miércoles en la madrugada, una madre junto a su hijo de nueve años, así como una mujer embarazada, murieron en un bombardeo que alcanzó un hospital en la ciudad de Selídove, en el este, según las autoridades ucranianas. Y unas horas más tarde, otro ataque ruso mató a dos mujeres, de 62 y 74 años, en la aldea de Mikolaivka, 80 kilómetros al noreste, en la misma región de Donetsk, según el gobernador regional.
Daria Andriievska
AFP
Kiev

Sigue toda la información de Internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.