Ante el cambio climático

Con la aparición de grandes modelos lingüísticos cada vez más potentes y de la inteligencia artificial (IA), las empresas emergentes se han revelado como los principales actores de la transformación global de la sociedad, las economías y la geopolítica. Sin embargo, hay empresas de tamaño pequeño que todavía no generan ingresos, que no viven precisamente un momento de gloria. De hecho, las empresas emergentes cobrarán importancia en los próximos años a medida que el mundo afronte lo que algunos llaman una “policrisis".

El cambio climático es un ejemplo excelente. A principios de junio, el recién nombrado secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático, Simon Stiell, habló sobre el próximo reto de limitar el calentamiento global a 1,5 ºC, afirmando que “la segunda mitad de la trayectoria climática de la humanidad será aún más difícil y la acción por el clima tendrá que avanzar a un ritmo muchísimo más rápido (…)”.

Antonio Guterres, secretario general de la ONU, había señalado anteriormente que la humanidad estaba en la “autopista hacia el infierno climático”. Ambos responsables reconocen que las herramientas y la tecnología actuales no gestionarán la crisis climática por sí solas. Ahora bien, los últimos años han demostrado que existe la posibilidad de salir de la “autopista al infierno” con la ayuda de intrépidas empresas emergentes que aprovechan la tecnología y la innovación para encontrar formas completamente nuevas de hacer las cosas, moviéndose con rapidez y seguridad.

Los fabricantes de vehículos eléctricos como Tesla, han revolucionado el mercado de la movilidad introduciendo coches eléctricos de altas prestaciones y gran autonomía, al tiempo

que los hacen atractivos. Empresas emergentes como Bird y Lime han cambiado nuestra forma de movernos por las ciudades gracias a los servicios de uso compartido de patinetes eléctricos, que ofrecen una alternativa cómoda y ecológica al metro, el autobús y el vehículo privado.

La empresa sueca Einride, ha llevado la movilidad eléctrica al sector del transporte de mercancías, ayudando a descarbonizar el transporte de mercancías por carretera mediante la integración de vehículos eléctricos y autónomos. Empresas emergentes como Rivian, que desarrolla tecnologías avanzadas de baterías, han ampliado significativamente la autonomía y durabilidad de los vehículos eléctricos, resolviendo así una cuestión crucial para los posibles compradores.

Las empresas emergentes también han sido fundamentales para que la energía solar deje de ser un concepto futurista y se convierta en una fuente de energía alternativa para un suministro sostenible y rentable. Empresas como Nexamp, Enpal y EnergyVision han revolucionado la industria solar poniendo la energía solar al alcance de todos, a través de programas de energía solar comunitaria, modelos de alquiler con opción a compra y opciones de financiación innovadoras, lo que permite que la energía solar sea accesible para propietarios de viviendas y empresas.

Sin embargo, como ha dicho Guterres, tendremos que avanzar mucho más rápido. ¿Cómo podemos conseguir eso en la práctica?

1. Necesitamos más empresas emergentes que aborden los retos mundiales. Debemos aumentar la visibilidad de los retos globales más acuciantes e impulsar soluciones empresariales en lugar de modelos de negocio “más cómodos” como el comercio electrónico.

2. Necesitamos más capital paciente de inversores que entiendan la tecnología. Los fundadores de tecnología profunda (deep tech) tienen especiales dificultades para encontrar inversores que comprendan su tecnología y tengan una perspectiva a largo plazo. Lanzar productos de manera precipitada para satisfacer las expectativas de los inversores puede socavar su potencial. Los inversores de capital riesgo deberían

invertir más en empresas emergentes que se encuentran en sus fases iniciales y de tecnología profunda, dado que están mejor preparados para comprender la tecnología y permitir un tiempo de desarrollo adecuado.

3. Debemos identificar a las empresas emergentes prometedoras y ayudarlas a que crezcan, o fracasen, más rápido. Las comunidades de Innovadores del Foro Económico Mundial hacen esto con 1) La Comunidad de Pioneros Tecnológicos, que identifica anualmente 100 empresas emergentes prometedoras en fase inicial (nuestra última cohorte aquí); 2) la Comunidad de Innovadores Globales, que se centra en empresas emergentes en fase de crecimiento y 3) la comunidad Unicornio, que se centra en empresas emergentes antes de su salida a bolsa con una valoración de más de 1.000 millones de dólares.

En la Reunión Anual de los Nuevos Campeones de 2024 daremos la bienvenida a más de 100 directores ejecutivos de nuestras Comunidades de Innovadores. He aquí algunas de las razones por las que creo que las empresas emergentes seguirán siendo un elemento importante para acelerar la lucha contra la crisis climática:

1. La energía eólica es una de las fuentes renovables que se espera nos ayuden a reducir drásticamente nuestras emisiones de carbono y a cumplir algunas de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 sobre cambio climático de las Naciones Unidas. Radia, una empresa emergente unicornio, tiene previsto utilizar la ciencia aeroespacial para superar uno de los mayores obstáculos de la industria eólica con un avión de carga gigante, desplegando palas más grandes que puedan funcionar con menos viento en lugares antes inaccesibles.

2. Hablamos de cómo la energía solar contribuye a reducir las emisiones de carbono. El Pionero Tecnológico de 2024, Cosmos Innovation, utiliza la IA para una mayor optimización de las células solares, con el fin de obtener mayor energía del sol con cada solar.

3. La captura de carbono puede lograr el 14 % de la reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero necesarias para 2050, y se considera la

única forma práctica de lograr una profunda descarbonización del sector industrial. Heirloom, uno de los pioneros tecnológicos de 2024, ofrece un sistema de eliminación del carbono mediante la captura directa del aire con una tecnología asequible y escalable. Su coste objetivo es de 50 dólares por tonelada una vez que funcione a escala comercial.

4. La contaminación por plásticos es un problema mundial. Cada año, entre 19 y 23 millones de toneladas de residuos plásticos se filtran en los ecosistemas acuáticos, contaminando lagos, ríos y mares, lo que equivale a 2.000 camiones de basura. DePoly, un pionero tecnológico suizo, ha desarrollado un proceso de reciclado que convierte en materia prima todo tipo de residuos de tereftalato de polietileno —un tipo de poliéster— que antes no eran reciclables, sin necesidad de preclasificación ni prelavado.

5. A nivel mundial, el calor representa casi la mitad del consumo total de energía y el 40 % de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía. El Innovador Mundial Brainbox AI, está especializado en la optimización energética basada en IA en edificios comerciales. Sus soluciones autónomas se centran en los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado en múltiples emplazamientos, contribuyendo a lograr cero emisiones netas de carbono en los edificios.

6. Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos, el cambio climático ha intensificado la temporada de incendios forestales. A su vez, los incendios forestales generan entre 5.000 y 8.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) anuales. Uno de los pioneros tecnológicos, la empresa estadounidense Vibrant Planet, digitaliza la cartografía terrestre y ayuda a los s (cuerpos de bomberos y istraciones públicas) a gestionar mejor el territorio y prepararse para posibles incidentes climáticos, como los incendios forestales, gracias a la IA. Las partes interesadas pueden probar distintas intervenciones —como incendios controlados o eliminación de determinados árboles o vegetación— para ver su impacto en la resiliencia de los terrenos.

Todos estos ejemplos de las Comunidades de Innovadores del Foro muestran cómo la innovación acelera la lucha contra el cambio climático.

El número de nuevos fundadores de empresas emergentes que aportan soluciones escalables a los mayores retos de la humanidad da pie al optimismo. Al poner en relieve estos retos acuciantes y fomentar el capital paciente, podemos garantizar que la innovación se dirija a las áreas donde más se necesita. Gracias al incesante empuje y al ingenio de las empresas emergentes, navegaremos por las complejidades de nuestra policrisis, transformando nuestro mundo y asegurando un futuro sostenible para las próximas generaciones.

VERENA KUHN