Es sorprendente ver cómo ninguno de los dos candidatos, uno de ellos ahora presidente, ha tomado la tecnología en serio, es decir, cómo se debe ver para el progreso del país.
Hablan de muchas reformas económicas, en el campo, en el comercio y otras, pero sin mencionar el efecto positivo que tendrían sus planes si incluyeran la tecnología en ellos.
Ya se vio cómo durante la pandemia las ventas de alguna manera se sostuvieron, gracias al comercio electrónico y a las aplicaciones que llevan domicilios a las residencias. También se pudo valorar mucho el efecto benéfico que tienen las aplicaciones que ofrecen servicios de movilidad como Uber, por mencionar una.
Considerar el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones podría darle un empujón muy grande al desarrollo de este país, pero no tuvo muchas menciones en los discursos y planes de los candidatos.
Por ejemplo, qué va a pasar con el espectro que las comunicaciones inalámbricas 5G requieren. Como lo he escrito aquí, estamos bastante retrasados en dar este paso importante, ya que con 5G podríamos tener ciudades inteligentes, comunicaciones más rápidas y mejores resultados con aplicaciones que de verdad nos beneficien.
Esto requiere que el Presidente electo tenga en cuenta las tecnologías como algo que le permitiría al país dar un paso grande hacia el futuro, cerrar la brecha digital y, eso sí, hacerlo de la mano del sector privado, porque para que ambos extremos funcionen tiene que haber coordinación.
El Congreso tiene que cambiar su chip para entender qué es lo que viene y agilizar las normas para que se puedan usar de una forma legal y eficiente todos los servicios que se van a ofrecer desde el mundo digital.
Esperemos que el nuevo mandatario entienda estos retos y los acoja de una forma práctica y útil. No solo hay que apoyar el desarrollo de nuevas apps, como se ha venido haciendo, sino que esto va de la mano con las normas que los regulan y que no pueden ser un palo en la rueda de ellas.
Debemos dejar de pelear y oponernos a todo y, más bien tratar de unir al país, porque como vamos, unos caminando hacia el norte y otros hacia el sur, amarrados juntos, no llegaremos a ningún lado. Este país se debe unir, y todos, empujar hacia el lado que le convenga al Colombia. Eso sí, sin primeras líneas ni grupos en el monte secuestrando, haciendo terrorismo y asesinando. ¡Colombia, vamos para adelante!
GUILLERMO SANTOS CALDERÓN
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