Seguro que Donald Trump amaneció iracundo en su mansión de la Florida gritando "me robaron, contra mí se juntaron el FBI, la DEA y los pillos de Arizona y Pensilvania". Su mujer, Melania, para calmarlo le dijo: "Te pistolearon, Donald, los pillos ganan, mira que el Maduro ganó con fraude". Según Juan Esteban Constaín: "al soberbio le pasa factura la vida, lo reta a ser humilde". Lo dijo el domingo en su programa radial Caracoles en su tinta, por Blu Radio. Punto.
La peluquería señorera estará feliz si pierde Trump porque él fue un ordinario insultador de Kamala Harris. Trump está pagando lo fantoche de su campaña, en la que insultó a la justicia y a los sindicalistas negros que no lo apoyaron. Buenas, buenas: las mujeres gozando la derrota de Trump.
"Los ricos también lloran", título de una telenovela que le cae preciso a Trump. Él no pudo con mi candidata Kamala, la brillante jurídica de ideas liberales. Lúcidamente dije anoche ante quince personas: "Para nosotros los inteligentes, sensatos y adultos era insoportable el pillo seudoestadista Trump". Un periodista uruguayo lo definió: "muy rumbero en años universitarios, mal deportista, buena pinta con autos lujosos que visitaba carísimas discotecas con viejas espectaculares". Hijo fiestero de papi, millonario y amigo del whisky. No es ningún pelota: fue Presidente de Estados Unidos. Punto.
Trump seguirá su ruidoso show de víctima.
Y salió victorioso César Gaviria enfrentando a los renegados del Partido Liberal que querían llevárselo al petrismo. Fallaron Roy Barreras y Luis Fernado Velasco. "De malas", diría una petrista disidente.
Y ganó el ciclista paisa Rigo Urán porque el lunes fue el personaje del día con cien mil aplausos. Y ganó el equipo jurídico que defiende al expresidente Uribe porque demostró que la grabadora con reloj que le pusieron al escondido a un asesor le borraron material delicadísimo contra ellos. Punto.
Son noticia los hombres que fueron manilargos con algunas mujeres que rechazaron sus babosos y lujuriosos besos, digo, Evo Morales, al que le está sobrando testosterona. Trump seguirá su ruidoso show de víctima y en España seguirá el escándalo contra sus ineptos funcionarios en la tierra valenciana.
Por Cartagena hay inundaciones y ríos desbordados azotando a los barrios populares. Salvo Basile pide ayudas en arroz, harinas y alimentos. Sacúdanse ayudando a los golpeados de Cartagena con sus hogares inundados y sin un pite de arroz.