Los adultos mayores se han convertido en las víctimas preferidas de los delincuentes. Varias denuncias hechas por familiares dan cuenta de una modalidad que viene presentándose en Bogotá y tiene en alerta a las autoridades: el asalto a abuelos que son presa de llamadas falsas o de artilugios para que entreguen sus pertenencias.
Aprovechando la vulnerabilidad de estas personas, los ladrones, a través de sofisticados esquemas de robo, los están abordando en plena calle y a cualquier hora con historias sobre herencias, loterías, o simulan estar extraviados para luego engañarlos y obligarlos a entregar sus pertenencias de valor y las de sus familiares. Inocentes, las víctimas suministran hasta documentos e identidades de personas cercanas.
Lo más preocupante es que, según parientes que han denunciado tales hechos por medio de este diario, los adultos podrían estar recibiendo sustancias que les hacen perder el control de sus actos y quedan indefensos y a voluntad de los delincuentes.
Otro de los relatos detalla cómo a través de la típica llamada falsa, en la que se alerta sobre la retención o el accidente de un familiar, se pide dinero u objetos de valor para salvaguardar la integridad del presunto afectado. Pero todo es un vil engaño en el que están cayendo muchas personas mayores. En este caso, la falta de habilidad en el manejo de nuevas tecnologías también hace a las víctimas más susceptibles de caer en tales mentiras.
Mientras las autoridades hacen su parte, hay que acoger los consejos de los expertos en estas lides: no dejar a estas personas adelantar diligencias solas, estar en comunicación periódica, inculcarles permanentemente los riesgos de una llamada falsa, pedirles que duden de extraños y se comuniquen con un pariente cuando vean cosas sospechosas y no exponer mensajes comprometedores en WhatsApp u otras plataformas, como números de cuentas, celulares, claves de entidades bancarias o compartir información personal en redes sociales.
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