El gobierno de Gustavo Petro ha apostado por ministros del Interior no tan cercanos a su proyecto político y más relacionados con los sectores tradicionales. Primero fue Alfonso Prada, proveniente de la Alianza Verde y con amplia trayectoria en el gobierno Santos. Luego fue Luis Fernando Velasco, como amplio acervo en el liberalismo. Ahora último ha sido Juan Fernando Cristo, que tuvo un paso destacado como ministro del Interior en 2016. Sacó adelante temas como la reglamentación del acuerdo de paz.
Sin embargo, esto ha causado que al mismo tiempo haya corto circuitos al no compartir a totalidad la agenda y planteamientos del Gobierno. Al mismo tiempo, ha generado choques con la bancada del Pacto Histórico, que siempre ha reclamado un mayor relacionamiento de ellos con el encargado de la política del Gobierno.
Así fue con Prada y con Velasco. En los primeros días parecía que no iba a ser así con Juan Fernando Cristo. Sin embargo, hay versiones de ligeras grietas, sobre todo con la bancada de gobierno, aunque también han comenzado a sonar pequeñas diferencias con el Ejecutivo.
En cuanto al Gobierno, Cristo dejó ver desde el primer momento cuál iba a ser su tono. Llegó anunciando que iba a acoger la bandera de la asamblea constituyente, pero al mismo tiempo advirtió que sería bajo el cauce legal -no la figura planteada por Álvaro Leyva- y que no sería forzado el tema. Solo se procedería con esta si se llegaban a los acuerdos necesarios.
Por otro lado, mientras el presidente Gustavo Petro habló ante el Consejo de Seguridad de las Naciones de un ‘fast track’ para apurar la implementación del acuerdo con las extintas Farc, el ministro aclaró que se trataba realmente de buscar un trámite rápido de los proyectos sin recurrir a otras figuras que las ya existentes.
Esta supuesta diferenciación con la agenda de la Casa de Nariño habría hecho que el círculo del primer mandatario haya reconvenido al ministro Cristo, esto según versiones periodísticas. Sin embargo, el encargado de la política habló con EL TIEMPO y negó que esto haya ocurrido.
Por otro lado, lo que sí ha sido cierto es las ligeras diferencias con figuras del Pacto Histórico, específicamente la senadora Isabel Zuleta. Esta ha insistido en impulsar una reforma para revivir la reelección. Cristo la ha desautorizado.
“Sabemos que el nuevo ministro no conoce nuestro plan de gobierno porque no es de nuestro proyecto político, tampoco los avances en estos dos años, lo entendemos, pero esta lista tiene múltiples errores que es necesario corregir”, dijo Zuleta, que se fue en contra al tema de autonomía territorial impulsado por Cristo y a la determinación de calificar como ley de pequeña minería la reforma al código minero. También marcó distancias en cuanto al tema de la reelección.
Ante lo dicho por Zuleta, el ministro Cristo respondió hace unos días en la entrevista del domingo con EL TIEMPO: “Se le ha dado más ruido del que debe tener. Los congresistas pueden presentar un acto legislativo, que no ha sido hasta el momento. Tienen total libertad de hacerlo, mal se haría si la coartamos. Pero, si llega a presentarse el proyecto, el Gobierno irá al Congreso a sentar su posición”.
Más allá de Zuleta, públicamente la relación con el Pacto Histórico va bien. Incluso, al consultar con sus han destacado el encuentro que tuvieron el lunes pasado, pues ven un tono diferente al de Luis Fernando Velasco, que no se relacionó tanto con dicha bancada.
Sin embargo, las molestias comenzaron a surgir en los últimos días con algunos resultados de las mesas directivas. Aunque la victoria de Jaime Raúl Salamanca fue la primera gran tarea de Cristo, han tenido resultados adversos en algunas comisiones y han terminado responsabilizando al ministro del Interior.
Congresistas de la coalición de izquierda comentaron que a “algunos no les ha gustado” que perdieran el pasado miércoles la presidencia de la Comisión Quinta de Senado. Por acuerdos le pertenecía al Pacto Histórico, específicamente a Esmeralda Hernández, pero al final los conservadores la pelearon y ganaron con Marcos Daniel Pineda.
Tampoco fue de buen recibo lo ocurrido este martes en la Comisión Séptima de Senado. Allí esperaban ocupar la vicepresidencia con Ferney Silva, pero el pulso fue ganado por Berenice Bedoya de la ASI. En ambas ocasiones la derrota le fue adjudicada por los del Pacto Histórico al ministro Cristo, incluso le recamaron su ausencia en estos espacios.
Sin embargo, más allá de estas pequeñas diferencias, por el momento no se ha acabado la luna de miel con Cristo. Es más, este martes comenzaron los acercamientos con las bancadas para dar inicio al plan de socializar los proyectos del Gobierno. La primera reunión fue con los liberales y seguirán los conservadores y las otras bancadas.
El objetivo es que los proyectos lleguen a su radicación con los suficientes acuerdos para que su trámite sea más rápido y no ocurra lo mismo que con la reforma de la salud, que se hundió, y las otras reformas sociales, que han tenido un trámite más demorado que el acostumbrado.