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¿La falta de sexo puede terminar afectando su memoria? Ojo a lo que le dice la ciencia
La merma de las actividades sobre el catre puede alterar algunas funciones cerebrales superiores.
La posición del perro, el misionero y la cucharita podrían ser beneficiosas, según el estudio. Foto: iStock
Los hombres de mediana edad con una baja satisfacción sexual tienen más probabilidades de padecer de pérdida de memoria a largo plazo, por lo que la disminución del aquello podría ser un factor de riesgo del deterioro del cerebro.
Así lo demuestra una investigación en la que se analizaron datos de más de 800 hombres entre los 56 y los 68 años de edad, que dejó al descubierto que la merma de las actividades sobre el catre puede alterar algunas de las funciones cerebrales superiores.
El doctor Gonzalo sugirió que los efectos del daño cerebral dependen del tamaño y la posición de la lesión. Foto:iStock
El estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Pensilvania, indagaron sobre la relación entre los cambios físicos como la disfunción eréctil, la pérdida de las ganas y la poca satisfacción generada por el departamento inferior con algunas tareas que requieren de la integridad de las neuronas de la corteza cerebral, que de acuerdo con Martin Sliwinski, coautor de la investigación, se describe como “la medición de la memoria y la función sexual en cada punto del estudio, para poder ver cómo cambiaron con el tiempo”.
Y los hallazgos van más allá de la simple alteración de la memoria, porque, según la publicación que se hizo en la revista Gerontologist, las bajas frecuencias y niveles de satisfacción elevan significativamente las posibilidades de padecer demencia, enfermedad de Alzheimer, enfermedad cardiovascular y otras afecciones relacionadas con el estrés, que pueden conducir al deterioro cognitivo.
De ahí que, según Sliwinski, es importante estimular la planta baja, dado que esto puede revertir o prevenir los daños, si se suma a más ejercicio, mejorar la dieta y atenuar el estrés.
Los investigadores utilizaron en este estudio pruebas neuropsicológicas, de memoria y velocidad de procesamiento. Luego elaboraron un modelo estadístico, para poder entender cómo cambiaban las tres variables, en la medida en que los hombres envejecían.
Para Riki Slayday, autor principal del estudio y candidato a doctorado de la Universidad de Pensilvania, “lo que nos interesaba era la percepción de esa actividad, la forma como se siente la persona con su vida sexual y la influencia en su función cognitiva, porque podrían estar físicamente en la misma situación, pero experimentar niveles completamente diferentes de satisfacción”.
La verdad, esta es otra señal de los beneficios de una sexualidad sana durante todo el ciclo vital, así que mientras no haya otro tipo de tratamientos para contrarrestar los efectos de la apatía sobre el catre, la recomendación es prestarle la atención debida a cualquier signo de alejamiento del disfrute y, en caso necesario, buscar ayuda, en razón a que hoy casi todos los factores que influyen en la disminución en el número y la calidad de las encamadas se pueden manejar. Así que poner en práctica lo que dice la ciencia, antes de que se olvide. Hasta luego.