La mejor manera de prevenir las enfermedades de transmisión sexual es hacerse las pruebas antes de llegar al catre la pareja y claro, esto es, para todos los involucrados. Nada más incómodo que iniciar una conversación sobre el asunto, por temor a la reacción de la contraparte.
El problema es que como la mayoría de las enfermedades relacionadas con el aquello, no tienen síntomas, muchas cosas se dejan pasar por vergüenza o por no provocar un mal momento.
Aquí hay que ser claros y entender que poner el tema sobre la cama y hacerse pruebas regularmente son parte de una actitud salvadora.
No es fácil, pero es preciso asumirlo en conjunto. Ahora, si una de las partes se niega, es mandatorio pensar si dicha relación está para futuras encamadas, dado que el riesgo en que se ponen el bienestar y la vida es alto.
Hacerse los exámenes de las ETS no tiene nada que ver con proyectar engaños, nada de eso. Es claro que se pueden tener estas alteraciones, son que se desarrollen síntomas e incluso pueden permanecer latentes por mucho tiempo.
De ahí que quien tenga una vida sexual activa tiene que realizarse los análisis de rigor y en esto no debe haber tapujos. De igual forma, si hay algún hallazgo, es un deber compartirlo con quien se comparte o se haya compartido el catre.
Esto en razón a que todas estas patologías deben atenderse en su verdadera dimensión. De hecho, algunas requieren tratamientos cortos u simples y otras, pueden poner de por medio la vida y exigen abordajes complejos y prolongados; para todos los involucrados, insisto.
Sin más, sin demostrar, busque el momento adecuado para tratar el tema sin mojigaterías, bajo la premisa de que al estar en juego el bienestar conjunto, también se puede proyectar afecto y demostrar respeto por las personas y las relaciones.
Ahora, si se trata de comentar resultados positivos, hay que tomar las cosas con calma y si es necesario buscar ayuda para no transmitir mensajes indebidos. En esto hay que tener certezas y en algunos casos se puede requería el abordaje a través de un grupo especializado, así qué hay que tomar esto de manera seria y responsable.
Y como de lo que se trata es que la cama permita desenlaces gratos, pies nada mejor que prevenir, que hablar las cosas a tiempo, que saber con quién se comparte el departamento inferior y por supuesto, en caso de dudas, nada más cauto que aplazar las cosas para cuando los vientos sean del todo favorables. Hay mucho en riesgo, Hasta luego.
ESTHER BALAC
Para EL TIEMPO
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