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El abandono y la violencia afectan las respuestas motoras de los niños
Un estudio hecho en Bogotá arroja las consecuencias que trae el abandono y maltrato en un niño.
Las cinco heridas del alma: abandono, rechazo, humillación, injusticia y traición. Foto: iStock
Los reflejos primitivos son respuestas motoras automáticas e inconscientes que aparecen ante estímulos sensoriales. Uno ejemplo de estos son la “prensión palmar o plantar”, que se da cuando un bebé recién nacido cierra la mano o el pie al tocárselos.
El reflejo suele desaparecer después de los dos meses, cuando el niño empieza a convertir las acciones en voluntarias e inician las interacciones con estímulos táctiles con los que interactúa en su ambiente.
Cuando estas respuestas no desaparecen a los dos meses, hay indicios de que hay dificultades en el desarrollo y desempeño de actividades cotidianas de los menores. Lo que indica la necesidad de atender y tratar a los niños para que tengan un desarrollo adecuado.
Asimismo, estos reflejos se pueden ver afectados por el abandono, rechazo e incluso, la violencia. Como evidencia de esto, un internado de Bogotá, 29 niños y niñas de 4 a 6 años que habían sufrido abandono y violencia física y psicológica presentaron reflejos primitivos y respuestas automáticas relacionadas tanto con la coordinación motora, el equilibrio y la estabilidad como con el procesamiento emocional.
El estudio realizado por la terapeuta ocupacional Laura Vanessa Rodríguez Mendoza, magíster en Neurociencias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se centró en investigar las dificultades en el aprendizaje, el comportamiento y la respuesta a estímulos en niños y niñas que sufrieron maltrato y están en proceso de restablecimiento de derechos.
En su consulta con niños, la especialista notó la persistencia de reflejos primitivos que ya deberían haber desaparecido, y en paralelo evidenció alteraciones en el comportamiento, la percepción y el rendimiento escolar. El estudio se llevó a cabo con 56 niños y niñas, 29 de ellos en proceso de restablecimiento de derechos y 27 que viven en hogares biológicos, a fin de identificar la incidencia de las situaciones de maltrato en este proceso del neurodesarrollo.
Desde hace algunos años opera allí el centro de desarrollo infantil de la Fundación Dones. Un espacio que hoy acoge a 280 niños y niñas entre 2 y 5 años, y donde les brindan amor, recreación y en espacio digno Foto:Fundación Dones
Los resultados revelaron que todos los niños y niñas en proceso de restablecimiento de derechos presentaban los 8 reflejos primitivos, y entre ellos el tónico laberíntico, el tónico simétrico cervical y el tónico asimétrico cervical –asociados con habilidades como la percepción visual, la visomotricidad y el equilibrio– se presentaba en el 80 por ciento de estos niños, mientras que los menores que vivían en hogares biológicos no los manifestaban.
Además, otros reflejos, como los de moro, búsqueda y palmar, que están relacionados con la conexión materna, se asociaban con el estado de abandono y violencia que experimentaban los niños y niñas en proceso de restablecimiento de derechos. Estos tres reflejos, fundamentales para la supervivencia, estaban presentes en el 80 por ciento de los niños y niñas que habían experimentado negligencia, y se concluyó que su prevalencia obedece a la condición de maltrato.
Para llegar a estos resultados del análisis, además de hacer una evaluación mediante la aplicación de estímulos específicos para cada uno de los reflejos primitivos y asignar puntajes según su presencia o ausencia, también se realizó una lectura relacionada con el maltrato, como los tipos de este, la edad y el tiempo exposición a estas condiciones y del proceso de restablecimiento.
Un grupo de niños juega con su mamá en un parque en Sevilla. Foto:AFP
“La presencia de los reflejos primitivos en los niños y niñas puede tener efectos negativos en diversas áreas de su vida, ya que generan dificultades en habilidades básicas necesarias para llevar a cabo actividades cotidianas como jugar. Además pueden interferir en el proceso de aprendizaje, provocar inseguridades y dificultades para establecer relaciones sociales con otros niños o adultos”, señala la magíster.
El estudio resalta la importancia de realizar evaluaciones neurológicas y considerar los contextos específicos de los niños en proceso de restablecimiento de derechos para proporcionar un tratamiento adecuado y oportuno. Además, la experta señala que “se recomienda enfocarse en el enriquecimiento del desarrollo emocional y establecer grupos terapéuticos en los internados para estimular a estos niños de manera adecuada”.
En caso de que tenga más preguntas o tenga sugerencias sobre temas que le gustaría leer, por favor escribir a [email protected].