En la batalla contra el cáncer, la quimioterapia es un tratamiento clave. Si bien existen otras opciones que dependerán de lo avanzado de la enfermedad en el paciente (como cirugía; radioterapia; terapia hormonal; y terapia biológica, entre otras) lo cierto es que la quimioterapia es una de de las técnicas más usadas y frecuentes.
“La quimioterapia puede istrarse como tratamiento principal o después de otros tratamientos para reducir el riesgo de que el cáncer regrese. Se utiliza al mismo tiempo como la radioterapia a veces. La quimioterapia también se da para controlar el cáncer que se ha propagado y para aliviar los síntomas”, explica el Instituto de Oncosalud.
Según la organización, la quimioterapia usa medicamentos contra el cáncer (citotóxicos) para destruir las células cancerosas. Dichos fármacos también afectan a las células sanas, causando efectos secundarios tales como sensación de mareo o un mayor riesgo de infección.
Sumado a ello, uno de los efectos más notables a nivel físico es la pérdida de cabello, que se genera porque los medicamentos usados en la quimioterapia afectan las células de crecimiento rápido, como las que ayudan en el cuerpo al crecimiento del pelo.
“La quimioterapia puede provocar caída del cabello de todo el cuerpo, no solo del cuero cabelludo. A veces, también se caen los pelos de las pestañas, las cejas, el vello de las axilas, el vello púbico y de otras partes del cuerpo. Algunos medicamentos de quimioterapia tienen más tendencia a producir caída del cabello, y las diferentes dosis pueden provocar efectos que van desde un simple afinamiento a una calvicie completa”, explica la Clínica Mayo.
De acuerdo con la organización, el cabello generalmente comienza a caerse entre dos y cuatro semanas después de comenzar el tratamiento. Además puede caerse en forma gradual o muy rápida (en manojos).
“La caída del cabello continuará mientras dure el tratamiento, e incluso unas semanas más. El afinamiento del pelo o la posibilidad de quedar completamente calvo depende del tratamiento”, resalta la Clínica Mayo, por eso mismo recomienda informarse con el médico encargado del tratamiento sobre los efectos que el medicamento usado para la quimioterapia puede tener sobre su cuerpo.
Sin embargo, dicha pérdida del cuero cabelludo es temporal. Y el cabello puede volver a crecer un par de semanas después de terminado el tratamiento.
“Cuando tu cabello comience a volver a crecer, probablemente será algo diferente al cabello que perdiste. Sin embargo, la diferencia suele ser temporal. Tu nuevo cabello puede tener una textura o un color diferente. Puede ser más rizado que antes, o puede ser gris hasta que las células que controlan el pigmento del cabello comiencen a funcionar nuevamente”, señala la Clínica Mayo.
Por otra parte, la radioterapia también ataca las células que crecen rápidamente en el cuerpo, pero, a diferencia de la quimioterapia, solo afecta el área específica donde se concentra el tratamiento.
“Por lo general, el cabello comienza a crecer nuevamente una vez finalizados los tratamientos. Sin embargo, que vuelva a crecer con el grosor y la cantidad originales depende del tratamiento”, señala la organización médica.
UNIDAD DE SALUD