El Gobierno Nacional dio a conocer el proyecto de ley con el que se pretende reformar la salud de todos los colombianos. Se trata de un texto que, en 18 capítulos distribuidos en 152 artículos, plantea cambios de fondo al actual sistema —vigente desde 1993— cuando fue estructurado a través de la famosa Ley 100.
Después de varios meses de anuncios, la ministra de Salud, Carolina Corcho, dio a entender que esa transformación se fundamenta en cinco pilares que tienen como eje transversal un sistema preventivo que, según la funcionaria, implica la cobertura integral de todos los factores que determinan la salud de los colombianos: desde la satisfacción de sus necesidades sanitarias básicas, los diagnósticos oportunos, el tratamiento de la enfermedad, su recuperación y los cuidados paliativos.
Para ello, se propone una salud territorializada en la que la familia tendrá el sistema para todos sus con puntos de entrada configurados en los llamados Centros de Atención Primaria (CAPS), que atenderán, en promedio, a 25.000 personas; lo anterior, según el lugar de vivienda o de trabajo de los adscritos. A la par, se plantea que los equipos médicos visiten de manera rutinaria los hogares con el objeto de intervenir, de manera temprana, las causas de la enfermedad o atenderla en estados primarios.
También se propone la configuración de unas redes integradas e integrales de hospitales a los que llegarán los enfermos cuando necesiten, con la configuración de un subsistema de referencia y contrarreferencia que, en teoría, le dará seguimiento específico a cada paciente.
Para ello, mientras esto ocurre, las EPS que hoy se encuentran habilitadas tendrán presencia regional en los lugares donde hagan presencia mayoritaria. Y en los sitios en donde no existan estas entidades, la Nueva EPS realizará esta tarea, por lo que también se contempla fortalecerla.
Una vez termine un periodo de transición —que se mantendrá el tiempo que sea necesario—, las EPS que se acondicionen podrán permanecer dentro del Sistema de Prevención y Atención Primaria o realizando tareas de auditorías, istrativas y de cobros.
En esencia se propone un modelo mixto de funcionamiento en el que los CAPS (Centros Especializados de Servicios y Redes Integrales o Integradas de Salud) estarán conformadas por entidades públicas o privadas y de orden mixto. El Proyecto también plantea la dignificación de los trabajadores de la salud con la recuperación de la autonomía médica y la autorregulación, para lo cual se propone mejorar las condiciones laborales con estabilidad y posibilidades de desarrollo.
De igual forma, se proyecta la consolidación de un sistema único de información en el que se registrarán todas las actividades y transacciones del sector, con el fin de auditar, vigilar y hacer seguimiento público a indicadores, procesos y al uso de los recursos.
En el mismo sentido, se deja claro que los dineros públicos de la salud tendrán manejo público a través de la a de Recursos de la Salud (Adres), bajo la figura de giros directos a los prestadores, para lo cual se configurará un fondo único que se desconcentrará regionalmente sin que se sitúen recursos en gobernaciones o alcaldías.
Tras su radicación en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes y, dada su magnitud e importancia, el proyecto de reforma de la salud ha generado polémica con voces a favor —que la consideran como la vía de alcance a la garantía del derecho fundamental a la salud para todos— pero también en contra, que manifiestan que su contenido representa un retroceso en lo logrado por el sistema en los últimos 30 años.
Como el trámite apenas comienza y el escenario final donde se dirimirán los argumentos favorables y desfavorables, aquí se les presenta un panorama más amplio del articulado en debate.
UNIDAD DE SALUD
En Twitter: @SaludET
Más noticias