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La mujer y la placa detrás de la banda de ladrones que azota a Guaymaral
Cámaras de seguridad registraron una pista clave. Alistan capturas.
Son cerca de 11 delincuentes, usan pasamontañas y armas largas, son violentos y se mueven en camionetas de alta gama. Esto era lo que se sabía hasta ahora de la banda de ladrones que en menos de un mes ha asaltado tres casas del lujoso sector de Guaymaral, norte de Bogotá.
La investigación de la Policía avanza de manera lenta porque dos de los hampones se encargan de desactivar cámaras de seguridad de los alrededores y de las viviendas. Pero al menos dos registraron pistas claves para llegar a los delincuentes que estaban planeando moverse de sector.
Una casa de este en Guaymaral fue asaltada en las últimas semanas. Foto:Unidad Investigativa
“Realizan trabajo de inteligencia por el sector para detectar las casas que están solas o tienen niños para poder meterse con más facilidad”, dijo un habitante de uno de los subconjuntos en Guaymaral que pidió la reserva de su identidad.
Por eso, se intentaba establecer si un miembro de la Fuerza Pública activo o retirado es el cerebro de los asaltos, que ya superan los 1.200 millones de pesos en joyas, equipos de tecnología y divisas. El hombre se comunica con otros de la banda a través de radios de comunicación y usan guantes para no dejar huellas.
La mujer y la placa
Un CAI está a menos 150 metros de donde se registraron los asaltos. Foto:Unidad Investigativa
Oficiales de inteligencia de la Policía le dijeron a EL TIEMPO que hasta ahora no han encontrado evidencia de la participación de una persona entrenada en el grupo delincuencial. Sin embargo, aseguraron que ya tienen dos pistas claves y que habrá capturas en los próximos días.
El robo más reciente fue en una de las casas del conjunto Calichana y el testimonio de una de las víctimas coincide con el de otro residente que fue asaltado hace un par de semanas: hay una mujer en el grupo.
Además, ya se tendría una placa individualizada de una de las camionetas de alta gama que usan para hacer inteligencia.
“Aunque se mueven en carros de gama baja, tienen un par de lujosas camionetas para pasar inadvertidos y para poder movilizar mayor cantidad de objetos”, explicó la fuente.
Alarmas y vías
Durante el recorrido que este diario hizo por la zona, varios de los vecinos manifestaron que han optado por instalar alarmas en las residencias a fin de reforzar la seguridad: “Ya ni las paredes altas, las rejas y las cámaras son garantías para resguardar las casas”.
La alerta por los asaltos se suma al deterioro de las vías de y a la caída de las líneas telefónicas e internet.
“Estamos olvidados y abandonados por todas las autoridades. No tenemos seguridad, ni servicios públicos y la vía está en pésimas condiciones. Yo llevo 45 años residiendo por acá y esto era un paraíso, ahora se ha convertido en un infierno”, aseguró una adulta mayor residente del sector.
En la comunidad también hay expectativas por el posible traslado del CAI perimetral de Guaymaral que da seguridad a la intersección que conduce a Chía, Bogotá y Suba.
La falta de remoción de maleza y el mal estado de la vía, aseguran los residentes, facilita el escape de los delincuentes. Foto:Unidad Investigativa
'Tierra de nadie'
Eso es tierra de nadie y los delincuentes saben que las personas que habitan ese sector tienen un poder adquisitivo que los llevaría a conseguir cosas interesantes para ellos.
Para la concejal Diana Diago (Centro Democrático), que en el último año ha liderado reuniones y encuentros con autoridades locales, lo que se viene registrando en Guaymaral es producto de “múltiples factores”.
“Eso es tierra de nadie y los delincuentes saben que las personas que habitan ese sector tienen un poder adquisitivo que los llevaría a conseguir cosas interesantes para ellos. Ya no solo ataca uno o dos, ahora operan en grupo. Eso es preocupante”, manifestó la concejal.
Añadió que esas comunidades, en la actualidad, no tienen los mínimos que tienen que tener cualquier barrio.
“Los vecinos son los que han tenido que mejorar las cosas con sus propios recursos”, dijo.
Diago afirmó que esta situación la viene denunciando a las autoridades desde hace más de dos años: “He ido a reuniones, he hablado con la Policía, con funcionarios de la istración, pero nada ha pasado”.
“La ciudad debe privilegiar la seguridad. En ese sector, donde hay varias fincas, debe haber herramientas tecnológicas que permitan reforzar la seguridad, como el uso de drones y cámaras”, señaló la concejal.