De acuerdo con la Clínica Mayo la enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo que hace que el cerebro se encoja y que las neuronas cerebrales mueran. Es la causa más común de demencia, un deterioro continuo en el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales que afecta la capacidad de una persona para vivir de forma independiente.
Ahora parece que una enfermedad similar podría afectar también a los delfines y estar relacionada con los eventos en los que estos animales terminan varados de manera masiva en las costas.
Los hallazgos hacen parte de un estudio, fruto de la colaboración entre las Universidades de Edimburgo, St Andrews y Glasgow y el Instituto de Investigación Moredun. Según se dio a conocer en un comunicado, los expertos estudiaron los cerebros de 22 odontocetos, ballenas dentadas, de cinco especies diferentes -delfín gris, calderón tropical, delfín de pico blanco, marsopa común y delfín mular- que habían quedado varados en aguas costeras escocesas.
Los científicos descubrieron que cuatro animales de diferentes especies de delfines presentaban algunos de los cambios cerebrales que han sido asociados a la enfermedad de Alzheimer en humanos.
Como explican los expertos de la Universidad de de Edimburgo, ballenas, delfines y marsopas varan regularmente en las costas del Reino Unido. Aunque algunos animales logran ser trasladados a aguas más profundas y seguras por equipos de expertos, otros tienen menos suerte y mueren. Las causas de los varamientos no siempre están claras y se sigue investigando para comprenderlas mejor.
Los resultados de este estudio podrían respaldar la teoría del "líder enfermo", en la que se cree que una manada de animales sana puede dirigirse hacia en aguas peligrosamente poco profundas tras seguir a un líder de grupo que puede haberse confundido o perdido.
Según dio a conocer la Universidad de Edimburgo, los expertos descubrieron que los cerebros de todos los animales envejecidos mostraban un sello distintivo de la enfermedad de Alzheimer conocido como placas beta-amiloides, que se forman cuando niveles anormales de la proteína beta-amiloide se aglutinan entre las neuronas, alterando la función celular.
Tres animales, cada uno de una especie distinta, presentaban en el cerebro placas beta-amiloides, además de otras patologías relacionadas con la demencia, lo que demuestra que algunas especies de odontocetos desarrollan una neuropatología similar a la del Alzheimer.
Sin embargo, el estudio no pudo confirmar si alguno de los animales habría sufrido los mismos déficits cognitivos asociados a la enfermedad de Alzheimer clínica en humanos.
ALEJANDRA LÓPEZ PLAZAS
REDACCIÓN CIENCIA
*Con información de la Universidad de Edimburgo