Científicos de la Universidad de Reading descubrieron un evento de viento solar en 2017 que golpeó a Júpiter, comprimiendo su magnetosfera, una burbuja protectora creada por el campo magnético de un planeta. Esto creó una región que registra temperaturas de más de 500° C, más altas que la típica temperatura atmosférica de 350° C.
El 3 de abril se publicó un estudio en Geophysical Research Letters que describe por primera vez una explosión solar, que los científicos creen que golpea a Júpiter 2-3 veces al mes. El autor principal de la investigación, el Dr. James O’Donoghue, aseguró que nunca antes habían captado la respuesta de Júpiter al viento solar y “la forma en que cambió la atmósfera del planeta fue muy inesperada. Esta es la primera vez que vemos algo así en cualquier mundo exterior”.
“El viento solar aplastó el escudo magnético de Júpiter como una bola de calabaza gigante. Eso creó una región súper caliente que abarca la mitad del planeta. El diámetro de Júpiter es 11 veces mayor que el de la Tierra, lo que significa que esta región con altas temperaturas es enorme”, agregó.
O’Donoghue también explicó que por muchos años han estudiado a Júpiter, Saturno y Urano y que, una de las conclusiones de sus análisis, es que no son tan resistentes a la influencia del Sol, sino que son igual de vulnerables a la Tierra. El experto hace enfásis en que los estudios de Júpiter les permite seguir analizando cómo el Sol afecta a los planetas en general.
“Al observar los que sucede allí podemos predecir y comprender mejor los efectos de las tormentas solares que podrían interrumpir el GPS, las comunicaciones y las redes eléctricas en la Tierra”, detalla el científico.
Este descubrimiento sugiere que las atmósferas planetarias en todo nuestro sistema solar pueden ser más vulnerables a las influencias solares de lo que se entendían previamente. Según el estudio, las ráfagas solares podrían alterar significativamente la dinámica atmosférica superior de los grandes planetas, generando vientos que impulsan la distribución de energía en todo el planeta.
Por su parte, el profesor Mathew Owens, coautor de la Universidad de Reading, aseguró que su modelo de viento solar fue capaz de predecir cuándo se alteraría la atmósfera de Júpiter. Esto les ayuda a entender la precisión de sus sistemas de pronóstico, claves en la protección de la Tierra.
REDACCIÓN VIDA DE HOY