Durante tres días las historias de colombianas haciendo ciencia en el país y alrededor del mundo se tomaron Twitter.
Acompañados de la etiqueta #SpamDeCientificas conocimos los rostros de miles de mujeres que una tras otra se animaron a compartir con el mundo en qué están trabajando, una ola de publicaciones que inició con la invitación de la astrofísica Andrea Guzmán, con motivo de la
celebración del Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia.Ella, como muchas de las mujeres que la acompañaron, hace parte de una nueva generación de científicas y científicos que han encontrado en las redes sociales un espacio para la divulgación científica, primero, y ahora, especialmente ellas, para la reivindicación de su presencia en campos en los que todavía son dominados por una mayoría masculina.
Por ejemplo, algunas estadísticas con las que se cuenta en Colombia sobre este tema, de acuerdo con los indicadores del Observatorio Colombiano De Ciencia Y Tecnología las mujeres representan el 38 por ciento del total de los investigadores, mientras que, al calcular la razón de sexo para el grupo de investigadores que fue avalado por la convocatoria 833 del 2018 de Colciencias, por cada 100 mujeres investigadoras hay 160 hombres.
Guzmán, quien actualmente está cursando su ultimo año de doctorado en astrofísica en Suiza, explica que inicialmente lo que esperaba con la idea del Spam de Científicas, que ya había intentado promover hace un año para visibilizar el trabajo de las mujeres que hacen ciencia, era en esta ocasión por lo menos alcanzar a ubicarla dentro de las diez primeras tendencias de Twitter gracias a la visibilidad que ha alcanzado la científica dentro de esta red social, con casi 17.000 seguidores. La magnitud de lo que ocurrió los siguientes tres días, con más de 50.000 menciones sobre el tema, la sorprendió.
"Creo que la tendencia tal vez se pudo haber debido a que hay mucho más interés, de muchas mujeres, de hacer ese activismo, de mostrar lo que estamos haciendo y no solo eso, sino cómo impacta a los además, cómo podemos llevarlo a otras personas para a incrementar ese conocimiento de la ciencia en la comunidad. Creo que una mezcla de todas esas cosas convergieron en el hashtag y en mi cuenta y explotó", explica la científica.
Así conocimos a mujeres como Margarita Buitrago, Geóloga Ph.D. en Geología, micropaleontóloga y nanoplanctóloga: que estudia nanofósiles calcáreos y hace análisis paleoceanográficos; Natalia Hurtado, una bióloga que trabaja como asociada de investigación postdoctoral en la Universidad de Sheffield, en el Reino Unido, donde investiga la evolución de la señalización en células guarda de los estomas en plantas; Lisa Rodríguez, médica con maestría y doctorado en Genética Humana y experiencia en genética forense; Natalia Calvo, ingeniera mecatrónica y robótica cuya investigación de doctorado en Suecia aborda temas de inteligencia artificial e interacción humano-robot en educación; Lauren Flor, PhD en astrofísica que realizó un estudio en estrellas huéspedes de exoplanetas; más un sinnúmero de historias más en diferentes áreas y disciplinas que se unieron a la tendencia.
Más que spam, ese término con el que se denomina al correo basura digital, esto se convirtió en una especie de base de datos que prueba que hay expertas colombianas cualificadas en todos los campos dentro y fuera del país. Por eso, la tendencia se convirtió también en la oportunidad para que estas mujeres de ciencia dejaran claro que no hay excusa para que ellas también hagan parte simposios, congresos, foros y es.
Sobre lo alcanzado con esta iniciativa, Guzmán reflexiona que entre los resultados positivos se puede contar el llamado de atención que hecho a diferentes actores, como los medios de comunicación sobre la necesidad de abrir espacios para dar a conocer esas historias, y un impacto sobre la sociedad en general, para empezar a demandar la presencia de mujeres científicas en diferentes escenarios.
"Creo que a largo plazo algo muy bonito que ha surgido de esto es que muchas científicas me han escrito preguntando cómo nos organizamos, qué proyectos podemos trabajar juntas, qué podemos hacer, cómo mantenemos el momentum de esto. Creo que eso es un primer paso gigante, conocer quiénes somos, cómo nos podemos conectar, y poder empezar a generar proyectos o diálogos que incluyan a otras personas. Ya tenemos un par de ideas", comenta la astrofísica.
De hecho, cuando no está estudiando si hay vida o no en otros planetas, Guzmán está interesada por estudiar cómo se pueden tender puentes entre la ciencia y la política. "Creo que si queremos tener impactos y cambios de verdad en algún momento los científicos vamos a tener que sentarnos en la mesa y explicarle a aquellos que pueden tomar las decisiones cómo lo podemos hacer o al menos informarlos para que tomen una decisión educada de qué impactos puede tener o no esto que se esta viendo, por ejemplo, con la crisis del calentamiento global y el cambio climático", explica.
Cambios necesarios
La astrofísica colombiana también apunta que aunque la visibilidad es un primer paso, se deben poner también otros temas sobre la mesa como por qué, precisamente, es necesario dar visibilidad al trabajo de las científicas, como los problemas de discriminación por género, los problemas de la maternidad cuando una mujer se dedica a la ciencia o la brecha de pagos entre hombres y mujeres.
Además del tema persistente de aumentar en el país los recursos destinados para la ciencia. " He tenido la oportunidad de conocer mucha gente liderando otras iniciativas, otras oenegés, y básicamente el problema es conseguir que el Gobierno dé recursos para estos proyectos. Ellos llegan hasta un punto con dinero de cooperación internacional, a través de las universidades, de las empresas, pero es limitado".
Y añade: "Hasta que no haya un cambio real desde el gobierno, en cabeza del Ministerio de Ciencia o del Ministerio de Educación y el de las TIC, esto se va a quedar en qué lindas las astrónomas, qué lindas nuestras científicas, qué lindos nuestros científicos en general, qué orgullosos nos hacen sentir, pero vamos a tener que ir a buscar en otros lados que sí valoran la educacion y la ciencia y saben que es también un poder para la cooperación internacional y el crecimiento económico. Eso es algo que en Colombia no se ha entendido".
Mientras tanto, en el país ya son varias las organizaciones de científicas colombianas que se han agrupado para hacer que las problemáticas en materia de equidad que presenta el campo de la ciencia en Colombia hagan parte de la conversación nacional y sean abordadas.
Ejemplos de ello son Parent in Science, que busca crear consciencia sobre la maternidad y la paternidad de personas que trabajan en campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; la Red Colombiana de Mujeres Científicas, el capítulo colombiano de la Organización para las Mujeres en Ciencia para el Mundo en Desarrollo, Colombianas Haciendo Investigación en Astrociencia -de la que Guzmán es cofundadora, entre otras iniciativas que han nacido.
REDACCIÓN CIENCIA