Por primera vez en cinco años las matrículas universitarias en el país aumentaron. Y no solo eso: Con 2’448.271 personas en el sistema, 2021 se convirtió en el año en el que se han registrado más matriculados, lo que sin duda, no solo marca un hito, sino que revierte una preocupante tendencia de caída sostenida en el número de matrículas en educación superior.
Así lo evidencian las recientes cifras publicadas por el Ministerio de Educación en el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies). Cabe aclarar que estos números corresponden al año pasado, dado que la información se publica año vencido, por lo que los datos de 2022 se conocerán hasta el año entrante.
Concretamente, se presentó un incremento del 3,93 por ciento con respecto a los 2’355.603 estudiantes de 2020. Esto representa 92.000 estudiantes más que están estudiando. De esta forma, se supera levemente el dato de 2017, el año que registraba la mayor cantidad de estudiantes en la educación superior.
Con esto, la tasa de cobertura en educación superior, indicador que da cuenta del de los jóvenes en este nivel de formación, se ubicó en 53,94 por ciento para el año 2021, presentando un crecimiento de 2,36 puntos porcentuales frente a la registrada en 2020.
Lo que muestran estos resultados es una leve, pero importante, recuperación del sector. Luego de registrar cada vez más cifras alarmantes en descenso, la situación parece estarse revirtiendo. Sin embargo, advierten expertos consultados por EL TIEMPO, es importante analizar ciertos matices que mostrarían que estos resultados, aunque positivos, no deben ser considerados como que el sector ya se encuentra totalmente recuperado.
Esto se puede evidenciar al ver las cifras desagregadas por instituciones oficiales y privadas. El sector público fue claramente el más beneficiado. La matrícula en las 64 Instituciones de Educación Superior (IES) públicas presentó un crecimiento del 12,63 por ciento con respecto al 2020 . Esto implica más de 93.000 estudiantes nuevos. Algo similar ocurrió con el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), que creció el 6,7 por ciento (más de 28.000 estudiantes).
De acuerdo con el Ministerio de Educación, “la información reportada permite confirmar que el efecto de la pandemia por Covid-19 sobre la educación superior fue menor al esperado al inicio de la emergencia. Se observa un crecimiento significativo del número de estudiantes matriculados en la mayoría de IES públicas del país, dando cuenta de la efectividad de medidas como el Fondo Solidario para la Educación, el programa Generación E y la política de gratuidad en el valor de matrícula para los estudiantes con mayores condiciones de vulnerabilidad”.
Lo anterior se confirma con el siguiente dato: Para el primer semestre de 2021, las instituciones de educación superior del sector oficial (sin incluir el SENA) reportaron cerca de 881.000 estudiantes, lo que supone un aumento de más de 101.000 con relación al reporte del año anterior y de más de 95.000 frente al 2019 . En el segundo semestre de 2021 las IES del sector oficial presentaron una tendencia similar; el reporte de matrícula ascendió a más de 863.000 estudiantes, lo que representa alrededor de 107.000 estudiantes adicionales a los reportados en el periodo 2020-2.
En esto concuerda el analista en educación Ricardo Rodríguez: “La política de matrícula cero está claro que influyó en el aumento de estudiantes en universidades públicas, y eso es positivo. Sin embargo, hay que tener en cuenta el clamor que viene haciendo el Sistema de Universidades Estatales: esta política no representa recursos adicionales al sector, aumenta la demanda pero no la oferta de cupos. Si no se hace nada, el crecimiento se va a estancar por la falta de recursos o se va a agrandar el déficit presupuestario de las instituciones”.
En cambio, malos resultados presentaron las universidades privadas, que tuvieron una disminución en la matrícula de cerca de 37 mil estudiantes (-3,27 por ciento). Esta tendencia se mantiene desde 2017, explicada entre otros, sostiene el Ministerio, por factores como los cambios en la estructura demográfica del país, el proceso de desaceleración de la demanda de educación superior, el crecimiento sostenido del número de graduados, así como las nuevas tendencias en las decisiones de formación de los jóvenes para la postmedia.
“Yo agregaría otro -dice el investigador en educación Eduardo Poveda- y es que la matrícula cero en las públicas pudo generar un éxodo de instituciones privadas y oficiales. Esto puede ser perjudicial a futuro para la oferta de programas académicos”.
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REDACCIÓN EDUCACIÓN