En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí

CLUB VIVAMOS
Suscríbete
Disfruta de los beneficios de El Tiempo
SUSCRÍBETE CLUB VIVAMOS

¡Hola !, Tu correo ha sido verficado. Ahora puedes elegir los Boletines que quieras recibir con la mejor información.

Bienvenido , has creado tu cuenta en EL TIEMPO. Conoce y personaliza tu perfil.

Hola Clementine el correo [email protected] no ha sido verificado. Verificar Correo

icon_alerta_verificacion

El correo electrónico de verificación se enviará a

Revisa tu bandeja de entrada y si no, en tu carpeta de correo no deseado.

SI, ENVIAR

Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión

Hola, bienvenido

¿Cual es la ciudad colombiana clasificada como la más peligrosa del mundo?
¿Cómo va el juicio al expresidente Álvaro Uribe?
¿Accidente de bus en Calarcá?
Frío inusual en Bogotá explicado por el Ideam

El agresivo virus que cobró la vida de Stifler, un perrito de 10 años

El animal se contagió de un virus que generalmente se da en cachorros. Esta es su historia.

Stifler, un cruce entre labrador y akita, tenía 10 años.

Stifler, un cruce entre labrador y akita, tenía 10 años. Foto: Cortesía

Alt thumbnail

EDITOR VIDAActualizado:

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon
Stifler sobresalía por su rudeza. Era fuerte, sobreprotector y vigoroso. Siempre se caracterizó por su instinto de defensa para con sus tenedores. "Mi hija decía que él era su protección contra los monstruos", recuerda Juan Diego Dillmann, dueño del perro, un cruce entre un labrador y un akita.
A pesar de su tenacidad y al igual que la gran mayoría de los caninos, tenía una debilidad por la pólvora. Como se acercaban las fiestas de fin de año del 2022, Dillmann decidió, como era costumbre, enviar a su perro a una guardería. A las pocas horas, Juan Diego fue notificado de que la salud de Stifler se complicó.
En la veterinaria, luego de una serie de exámenes, le informaron que el canino tenía coronavirus y que, sumado a una falla renal, le provocaron la muerte.
"El 23 de diciembre lo dejé en el colegio, porque siempre lo mandaba allá por el tema de la pólvora. Él pasó allá el 24 de diciembre y mientras yo iba en camino a Guasca (municipio de Cundinamarca), el 25 de diciembre, me llamaron de la guardería, lo cual me pareció muy raro porque casi nunca lo hacían, a decirme que Stifler, de 10 años, estaba haciendo popo con sangre”, recuerda su tenedor.
"El tema no lo vi tan grave", dice Dilmann al referirse a su primera impresión luego de la llamada de la guardería. Decidió, entonces, comunicarse con la veterinaria para que le referenciaran algún medicamento. Sin embargo, la situación se complicó porque el perro ya no estaba haciendo heces fecales, sino que se convirtió en sangre pura. “Eran puros chorros”, indica Juan Diego.
Stifler sobresalía por su rudeza.

Stifler sobresalía por su rudeza. Foto:Cortesía

Ante la gravedad del estado de salud de Stifler, la recomendación médica fue hospitalizarlo.
"El primer diagnóstico fue que era estrés por la pólvora. Él estaba muy delicado, sonso, como atontado. Hice el respectivo papeleo para internarlo. Le hicieron una radiografía para descartar cualquier tema de órganos. Al pasar las horas me recomendaron que llevara pollo sin sal, porque él no quería comer y era necesario para que expulsara la sangre. Me preguntaron que si él tenía la vacunación contra el coronavirus, pero no, no la tenía”, detalla Dilmann.
En efecto, su tenedor atendió las recomendaciones de la veterinaria. Le llevó la comida, pero no quiso ingerir alimento. Intentaron darle solamente caldo de pollo y de esta manera sí comió. Al siguiente día su estado parecía más alentador.
"Estaba mucho mejor de ánimo. Delante de nosotros hizo popo líquido con sangre y las heces estaban tomando un color más café; era una buena señal. En la noche me devolví para la casa y hacia las dos de la mañana me llamaron de la veterinaria y me dijeron: Juan, él asimiló  bien el tema de la comida, pero hace unos minutos vomitó y el esfuerzo que hizo le ocasionó un ataque cardiaco. Está en reanimación, pero creo que no se pueda salvar, lo siento mucho”, recuerda su tenedor con mucha tristeza.
Las dos enfermedades son transmitidas por contaminación oral a través de las heces contaminadas de otras mascotas
María Clara Dueñas Galarza, médica veterinaria del consultorio Animales Mágicos, y quien atendió a Stifler, explica que el animal murió por diferentes problemas multisistemicos, "en donde se encontró que tenía una falla renal que pudo generar daños cardiacos y hepáticos, a lo que podemos sumar la presencia del virus, generando un mal desenlace, que es la muerte de Stifler", detalla Dueñas.
Stifler era sobreprotector y  vigoroso.

Stifler era sobreprotector y vigoroso. Foto:

En la historia clínica del perro se detalla que resultó positivo para parvovirosis y coronavirus canino, que principalmente se desarrollan en perros cachorros.
"Las dos enfermedades son transmitidas por contaminación oral a través de las heces contaminadas de otras mascotas. Los virus pueden estar en la materia fecal por varios días, incluso meses, por lo cual puede desarrollar la enfermedad. Todo depende del estado inmunológico y gástrico de cada mascota, algunos no desarrollan la enfermedad y otros sí", explica la especialista.
"Los dos virus hacen daño en la mucosa gastroenterica, lo que ocasiona diarrea, unas veces con sangre o sin ella, el olor es fétido en ambas, y las deposiciones son líquidas, abundantes y explosivas", agrega Dueñas Galarza.
La especialista añadió: "Puede ser que Stifler tuviera la enfermedad (coronavirus) desde hace rato como un portador pasivo y cuando vino el estrés originado por la pólvora se le bajaron las defensas. El coronavirus puede que se lo haya contagiado otro perro en la guardería, pero exactamente saber cómo lo adquirió, es muy difícil".

Para tener en cuenta

Giovanni Vargas, profesor de veterinaria de la Universidad Nacional, recuerda a los tenedores de perros que la vacunación de parvovirosis es obligatoria, y que, de hecho, existen inmunizaciones que se comercialización con las dos dosis juntas.
El docente detalla que aunque los virus tienen síntomas similares, son diferentes. "El parvovirosis invade el intestino y provoca diarreas severas. Llega incluso a invadir la médula ósea y bajar las defensas. Es una enfermedad gravísima, que les da a los perros menores de cuatro años y que si no tienen vacuna, puede causar hasta la muerte”, dice Vargas.
Sobre el coronavirus, Vargas indica: "Puede causar una inflación en los intestinos, pero no atraviesa la mucosa. Generalmente se resuelve sin tratamiento médico y muchas veces las personas ni se enteran que sufrieron de este virus. Es mucho más benévolo y más tranquilo”.
"Como recomendación, no apliquen las vacunas en sitios que no son atendidos por médicos veterinarios, ya que la gente por buscar economía escoge lo más barato para ellos, pero no lo mejor para sus mascotas", sugiere la médica veterinaria.
Y además recomienda: "Para evitar que este tipo de virus siga en circulación en el ambiente, es muy importante que los tutores sean conscientes de realizar la recolección de la materia fecal de sus mascotas y de un buen protocolo de vacunación de estas, para poder tratar de mitigar cualquier tipo de virus".
En ese sentido, es importante que todo tenedor tenga en cuenta el siguiente esquema de vacunación para cachorros, explicado por el Instituto de Protección y Bienestar
Animal:
- Vacuna contra distemper canino:
Primera dosis: 2-8 semanas de edad.
Segunda dosis: 10 -12 semanas de edad.
- Vacuna contra parvovirus canino:
Primera dosis: 2-8 semanas de edad.
Segunda dosis: 10 -12 semanas de edad.
Tercera dosis: 14 -16 semanas de edad
- Vacuna contra hepatitis viral canina:
Primera dosis: 2-8 semanas de edad.
Segunda dosis: 10 -12 semanas de edad.
Tercera dosis: 14 -16 semanas de edad.
- Vacuna contra rabia:
- Primera dosis: a partir de los 3 meses de edad.
CAMILO ANDRÉS PEÑA CASTEÑA
SUBEDITOR VIDA DE HOY

Más noticias

Sigue toda la información de Vida en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

00:00
00:00

Comentar

Whatsapp iconFacebook iconX iconlinkeIn iconTelegram iconThreads iconemail iconiconicon

Conforme a los criterios de

Logo Trust Project
Saber más
Sugerencias
Alt thumbnail

BOLETINES EL TIEMPO

Regístrate en nuestros boletines y recibe noticias en tu correo según tus intereses. Mantente informado con lo que realmente te importa.

Alt thumbnail

EL TIEMPO GOOGLE NEWS

Síguenos en GOOGLE NEWS. Mantente siempre actualizado con las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en Google News.

Alt thumbnail

EL TIEMPO WHATSAPP

Únete al canal de El Tiempo en WhatsApp para estar al día con las noticias más relevantes al momento.

Alt thumbnail

EL TIEMPO APP

Mantente informado con la app de EL TIEMPO. Recibe las últimas noticias coberturas historias y análisis directamente en tu dispositivo.

Alt thumbnail

SUSCRÍBETE AL DIGITAL

Información confiable para ti. Suscríbete a EL TIEMPO y consulta de forma ilimitada nuestros contenidos periodísticos.