A dos horas de Bogotá, la capital de Colombia, y de cara al Mar Caribe, la isla de San Andrés esconde una historia particular entre sus paradisíacas playas y las ruinas de las fortificaciones fabricadas para la defensa de las islas en el siglo XVII, con un tesoro enterrado por el pirata Henry Morgan, según cuenta la leyenda.
El Mar de los siete colores, definido así por los distintos tonos de azul y verde que bañan las costas debido a la acción de la barrera coralina que baña sus costas, fue en el pasado un destino pirata.
La mezcla perfecta entre las prístinas aguas y una leyenda nimbada de misterio que tiene nombre propio: Henry Morgan, un filibustero del siglo XVII que nació en un hogar de alcurnia y decidió tomar su camino para terminar residiendo en Jamaica, emprendiendo reiterados viajes con sus pares Christopher Myngs y el neerlandés Eduard Mansvelt.
La leyenda que tiene como punto central a la isla de San Andrés es repetida año a año por los habitantes de la región, y cuenta que el pirata escondió el botín de sus repetidos viajes a una profundidad extrema, tanto que el tesoro aún continúa ahí. De acuerdo a un informe de El País, los visitantes pueden acercarse a la zona de Santa Catalina en la que supuestamente Morgan escondió su tesoro.
El mar de los siete colores en San Andrés debe su nombre a la barrera de coral que rodea la isla. Foto:Tripadvisor
La cueva elegida por el pirata se extiende 120 metros, y sus aguas desembocan en el océano mediante galerías que tienen treinta y cinco metros de recorrido. Aunque está permitido observar la región desde fuera, actualmente el está restringido a todas las personas, y es hogar de murciélagos y lagartijas.
La vida marina en San Andrés
Con una temperatura promedio de 25 °C, prolifera la vida marina en el territorio de San Andrés, en donde el arrecife de coral despliega su belleza y obliga a los turistas a realizar actividades como el buceo, en donde pueden apreciar de cerca y en primera persona la vida bajo el mar con especies como el Pez Mariposa, delfines e incluso tiburones.
En las islas, que cuentan con agua potable, servicio de energía eficiente, servicio telefónico e Internet, los diferentes alojamientos suelen ofrecer el servicio de buceo y excursiones guiadas a mar abierto para los turistas que buscan vislumbrar los fenómenos bajo el agua.
De acuerdo al sitio especializado en viajes, Rome2Rio, llegar a San Andrés desde la capital de Colombia se puede realizar por distintas vías. El vuelo directo cuesta alrededor de 450.000 pesos colombianos, y tarda poco más de tres horas.
Para abaratar un poco los costos del viaje, con un precio menor se encuentra la opción de viajar en taxi hasta Villavicencio o Ibague y tomar un vuelo directo desde allí, con un valor que ronda los 380.000 pesos colombianos, pero una demora de casi el doble de tiempo.
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