Una tasca de barrio: De Puchero Español

Crítica de Sancho sobre un lugar de cocina española a muy buen precio.

Restaurante De Puchero Español. Foto: Instagram: @depucheroespañol

12.04.2023 15:39 Actualizado: 13.04.2023 22:38

Probablemente nadie sabía tanto de cocina en este país como el historiador Lácydes Moreno Blanco, quien describe el puchero como “una vianda sustanciosa de la cocina tradicional española, de la cual hay muchas versiones, a veces preparada con brazuelo de cordero, pecho de vaca, tocino, morcillas, hueso de jamón, papas, garbanzo…”. Se le llamó así por la vasija de barro en la que tradicionalmente era preparado, “con panza abultada y cuello ancho”.

Hacen referencia los pucheros a cocciones largas a fuego lento y a guisos generosos, y en esta categoría bien pueden encajar el cocido madrileño, las lentejas, los garbanzos y los fríjoles, que son algunas de las recetas de este estilo que aparecen en la carta de un restaurante pequeño e informal del barrio El Nogal, en Bogotá, que hace recordar las tascas de barrio de los pueblos españoles.

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Y, como en la mayoría de ellas, en este restaurante se ofrece variedad de tapas y una carta de comida española casera que tiene especialidades por día. Además de los pucheros, por ella desfilan clásicos de la península como los huevos rotos, las albóndigas en salsa, el rabo de toro estofado o la merluza en salsa verde, entre muchos otros.

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Se llama De puchero español, y detrás se encuentran un bilbaíno y una valenciana. Por eso, en la carta también aparece la paella valenciana en su versión tradicional, que no lleva pescado ni mariscos sino pollo y conejo.

En este local sin pretensiones coinciden a diario, entre semana, vecinos del sector, ejecutivos antojados, estudiantes de la zona y uno que otro miembro de la colonia española en Bogotá.

Por un precio entre 25 y 40 mil pesos, se puede pedir uno de los platos fuertes, una tapa y una limonada. Un costo realmente cómodo para la zona y para estos tiempos en los que cada salida a almorzar o comer implica desembolsar grandes sumas. Y lo más sorprendente es que se puede tomar una copa de vino español –por ejemplo un buen Rioja joven– por 12 o 15 mil pesos… algo que ya es prácticamente imposible en esta ciudad.

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No será un restaurante para grandes celebraciones, pero sí para comer bien, rápido y a buen precio. Un género que es muy común en España, y del cual deberían existir muchas más opciones en Bogotá.

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