Almohadas: ¿por qué se vuelven amarillas y cómo evitarlo?

Le explicamos cómo cuidar su almohada y prevenir las machas producto de la sudoración y la saliva.

Cuando compre una almohada, pregúnte por los cuidados que debe tener. Foto: iStock

PeriodistaActualizado:
Una de las recomendaciones de los profesionales de la salud para tener un sueño reparador y profundo es poner especial atención en el lugar donde se duerme, pues un espacio limpio, tanquilo y con un aroma relajante favorece un buen descanso. 
De allí que no pueda dormir tranquilo con su cabeza sobre una almohada sucia o con manchas, pues es un factor que genera incomodidad e, incluso, desagrado. 
¿Por qué las almohadas se vuelven amarillas? Sencillo, porque es el resultado de la acumulación de residuos de algunas sustancias que se filtran como el sudor, las células de piel muerta, la grasa natural del cuerpo, la saliva, la humedad del cabello mojado y productos de belleza como el maquillaje.
En promedio una persona arroja al menos cuatro kilogramos de piel muerta que, en su mayoría, queda almacenda en la almohada y la cama. De allí la importancia de cambiar de almohada cada dos años, pues estos desechos sumados a los ya mencionados propician el ambiente ideal para la aparición de ácaros y bacterias. 

Recuerde que es muy importante que lave sus fundas y ventile la almohada constantemente. Foto:iStock

Así que, si su almohada presenta manchas amarillas, es un signo de que necesitan cambio. Aquí le damos algunos consejos útiles para cuidar los tejidos y evitar que cambien de color
- Utilice fundas para porteger sus almohadas y lávelas cada semana. 
- Limpie la almohada, según las indicaciones de la etiqueta.
- Ventile la almohada una vez a la semana.
- Si va a lavar su almohada, procure hacerlo a mano, con agua tibia o fría y dejando que se escurra y seque en un espacio ventilado, según las indicaciones de la etiqueta. Este proceso solo debe hacerlo tres veces al año.
- Procure acostarse con el cabello seco, sin maquillaje y sin algún producto cosmético. 
- Utilice artículos que eliminan los ácaros como sprays o aerosoles. 
- Antes de dormir dé unos golpecitos a la almohada, desde los laterales hacia el interior, para reacomodar las fibras. 

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