El viernes, 28 de abril, un comando armado llegó por asalto a una de las más grandes minas de esmeraldas de Colombia, situada en zona rural de Maripí, occidente de Boyacá.
Los cerca de siete hombres que ingresaron a los túneles principales de la mina Cunas, hacia las 9:30 de la noche, retuvieron a más de 50 empleados que tan solo fueron liberados la madrugada del sábado, cuando la Policía y el Ejército retomaron el control del lugar.
El esmeraldero Hernándo Sánchez fue víctima de un atentado el 11 de octubre de 2012. Foto:Archivo Particular
Hasta ahora se sabe que fueron capturados tres de los siete hombres que participaron en la toma de la empresa y en el secuestro del personal. Además, que se buscaba a otros sujetos que huyeron con el material robado: esmeraldas.
Lo que no trascendió es que Cunas es una de las minas emblemáticas del otrora opaco zar de las esmeraldas Víctor Carranza Niño. Y que ahora está en manos de parte de sus herederos y de poderosos jugadores del mercado de las gemas a nivel mundial.
Contrario a Carranza, los nuevos dueños han tratado de mantener un bajo perfil. A eso se une una vieja vendetta narcoesmeraldera que tiene como escenario las esquinas de Bogotá en donde han asesinado a cerca de 15 personas con algún nexo con el tema.
Una tajada accionaria de la compañía estaba en manos de los herederos de Carranza, quien fue investigado por presunta conformación de grupos paramilitares. Pero, en el 2010, Jesús Hernando Sánchez Sierra se hizo al 25 por ciento a través de la firma Emerald Planet. Hoy aparecen cinco de su familia como accionistas de Emerald.
Sánchez fue víctima de un atentado, el 11 de octubre de 2012, en la zona rosa de Bogotá. Recibió 11 disparos de arma de fuego y el ataque quedó grabado por las cámaras de seguridad de un almacén de lujo donde se encontraba. Milagrosamente, tras dos meses en coma y 17 operaciones, sobrevivió.
Luego, EL TIEMPO reveló, en 2020, que la llamada oficina de cobro de Sanadresito de la 38 estaba planeado un nuevo atentado -con bazuca-, al parecer contra Sánchez.
Un acta de accionistas de abril de 2022 señala que Emerald es dueña del 25 por ciento de Esmeraldas Santa Rosa, la víctima del asalto armado.
La mina en la que se presentaron los disturbios perteneció a Víctor Carranza, el viejo e investigado esmeraldero. Foto:EL TIEMPO
Los herederos de Carranza
Según documentos registrados en bases de datos oficiales, otro 23 por ciento de la mina pertenece a Eight International, la compañía de los herederos de Víctor Carranza.
Un 30 por ciento de la empresa aparece a nombre de Thorn Investment Limited, con sede en Houston, cuyo apoderado es Carlos Alberto Molina, heredero del clan de Gilberto Molina.
Un 12 por ciento aparece a nombre de Minesco S.A.S., de los hermanos Hugo y Orlando Rodríguez Daza. Y el 10 por ciento restante, según el acta de abril de 2022, está a nombre de una empresaria: Ruby Solanyu Rocha.
Las autoridades indagan quién pudo atreverse a entrar a la mina de estos empresarios y si se trató de un robo o hay algo más.
Por ahora, la empresa aseguró que están colaborando con las autoridades para aclarar lo sucedido y se solidarizó con las familias de sis trabajadores.
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