El Instituto Internacional de Investigación para Clima y Sociedad (IRI, por sus siglas en inglés), en su informe del 9 de marzo del 2023, señaló que la evolución del fenómeno de La Niña en el océano muestra una tendencia marcada a la disipación, la cual ya se ha dado en el centro y oriente de la cuenca Pacífica tropical.
Cabe recordar que este fenómeno, que tiene relación con la aparición de aguas superficiales más frías en el océano Pacífico tropical (central y oriental), tiene un efecto considerable en el incremento de las lluvias en regiones como la Andina, Caribe y Pacífica de nuestro país.
La gran mayoría de los modelos predicen que las anomalías de la temperatura superficial del mar (ATSM) permanecerán dentro de los límites de neutralidad hasta junio del 2023, lo que quiere decir que, por lo menos durante ese tiempo no llegará la fase cálida que conocemos como El Niño.
Sin embargo, el pronóstico ENOS prevé altas probabilidades de condiciones cálidas en el periodo julio-septiembre del 2023.
Según cálculos del Ideam, durante el trimestre consolidado marzo -mayo de 2023, estiman, en la mayor parte del país, que las lluvias alcancen cantidades muy cercanas a los promedios históricos de 1991-2020.
No obstante, los resultados de otras predicciones realizadas para el mismo trimestre señalan que hay regiones que podrían superar esos récords históricos de lluvias. Evidencian probabilidades mayores de 45 por ciento de que se supere en un (1) mm el umbral de normalidad de las precipitaciones en el norte de La Guajira y el nororiente de la Amazonía.
En otras regiones, el agua puede llegar a reducirse. Las áreas con probabilidad mayor al 45 por ciento de tener déficit de lluvia en al menos en un (1) mm son el centro del litoral de la región Caribe, el sur de Cesar, el oeste de Antioquia, el Norte de Santander, el litoral del Valle y el piedemonte y el este de Arauca.
Desde el Ideam señalan que se debe tener especial atención en el monitoreo de lluvias extremas, vendavales, granizadas, crecientes súbitas, deslizamientos, avenidas torrenciales, avalanchas e inundaciones, durante esta primera temporada de lluvias.
REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE*
Con información del Ideam