Los robos de relojes de alta gama en Bogotá tienen un claro sello criminal: la banda conocida como ‘los Rolex’, una organización dedicada exclusivamente al hurto de estos rios de lujo. Sus operaciones han sembrado el terror en zonas exclusivas de la ciudad, donde la velocidad y precisión con la que actúan dejan a sus víctimas sin oportunidad de reacción.
Las autoridades han intensificado sus esfuerzos para frenar a esta peligrosa organización. Un mes antes del robo en Rosales, la Policía logró la captura de un hombre en Chapinero, quien fue identificado como miembro de ‘los Rolex’. Este delincuente, junto con un cómplice, había intimidado con arma de fuego a dos ciudadanos extranjeros para robarles. Los criminales huyeron en motocicleta, pero la Policía logró la aprehensión de uno de ellos.
Pero la última operación fue de mayor alcance. Tras diez meses de investigación, la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación lograron un importante golpe contra la banda. Se capturaron nueve integrantes de la estructura criminal, en una operación que incluyó 14 allanamientos simultáneos: seis en Medellín y ocho en Bogotá. Sin embargo, la red nunca queda completamente desmantelada, se reproducen. Las autoridades continúan en la búsqueda de 16 adicionales, entre ellos coordinadores, conductores, pistoleros y receptadores, estos últimos responsables de la comercialización de los relojes robados en joyerías y casas de compraventa.
A pesar de las capturas y operativos en su contra, ‘los Rolex’ siguen operando y expandiendo su influencia. Aunque su base de operaciones está en Medellín, su actividad delictiva se ha extendido a ciudades como Bogotá, Barranquilla, Cali, Cartagena, Bucaramanga y Pereira. Pero su impacto va más allá de Colombia. Investigaciones han revelado que la banda ha llevado su accionar a países como Argentina, Ecuador y Perú.
En noviembre de 2022, una operación en Cali permitió la captura de seis de la organización, quienes también eran buscados en República Dominicana y Perú por delitos similares. Sin embargo, la banda tiene una gran capacidad de reorganización, lo que ha dificultado su total erradicación.
El negocio del hurto de relojes de lujo es altamente rentable. Los Rolex robados son comercializados en el mercado negro, muchas veces revendidos en joyerías de dudosa procedencia o sacados del país para ser vendidos a coleccionistas. Se estima que los relojes de esta marca pueden alcanzar precios de entre 30 y 100 millones de pesos. Por ahora, los de ‘los Rolex’ enfrentan cargos por hurto calificado y agravado, concierto para delinquir y receptación, delitos que podrían acarrearles largas penas de prisión.
Los violentos atracos
Uno de los más recientes hechos delictivos ocurrió el 1.º de junio de 2024 en el barrio Rosales de Chapinero. En menos de siete segundos, dos hombres en motocicleta sorprendieron a un joven que se movilizaba en un Mercedes-Benz y se disponía a entrar al garaje de una casa. Sin darle tiempo de reacción, uno de los delincuentes lo intimidó con un arma de fuego y le exigió que entregara su reloj Rolex. Una vez obtenido el botín, los ladrones huyeron a toda velocidad por las calles del sector sin dejar rastro.
Cinco meses después, el 30 de noviembre, otro atraco sacudió el norte de Bogotá. En esta ocasión, los delincuentes irrumpieron en la reconocida panadería Masa, ubicada en la calle 81 con carrera 9.ª. Según testigos, los criminales llegaron con armas de fuego y, al parecer, su objetivo era despojar a uno de los comensales de un reloj de lujo. Sin embargo, el robo no salió como esperaban. Un agente del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), que se encontraba en el lugar, reaccionó y disparó contra los ladrones, alcanzando a impactar a uno de ellos. A pesar de la intervención, los delincuentes lograron escapar con dos teléfonos móviles de alta gama y un costoso Rolex, que ya habían marcado como objetivo.
El accionar de esta banda no es improvisado. ‘Los Rolex’ operan bajo un cuidadoso sistema de selección de víctimas. Sus integrantes identifican a personas con relojes de alto valor en lugares como aeropuertos, centros comerciales, restaurantes exclusivos y zonas gourmet, donde pueden mezclarse fácilmente sin levantar sospechas.
Una vez seleccionada la víctima, la marcan y la siguen hasta encontrar el momento ideal para cometer el robo. El ataque es rápido y violento, generalmente ejecutado en motocicletas para facilitar la huida. Por ahora, el trabajo continúa.
CAROL MALAVER
SUBEDITORA BOGOTÁ
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