En enero de 2024 el alcalde Carlos Fernando Galán decidió que la tarifa de Sitp Zonal subía 200 pesos y la de troncal TransMilenio se mantenía sin incremento. Advirtió que, si se lograba una baja en evasión de pago de tarifas y se obtenían recursos de gobierno nacional, la tarifa se mantendría congelada.
Según anuncios de la alcaldía la evasión de pago en troncal está en 14%, una reducción en 1% respecto a la estimación de 2023. Sin embargo, los recursos de gobierno nacional no llegaron; no se cumplió la expectativa que se había ventilado en el Congreso durante los debates del Plan Nacional de Desarrollo y de la reforma tributaria.
El Distrito Capital cubrió el faltante con su presupuesto, incorporando faltantes en la armonización del presupuesto con el plan distrital de desarrollo. El total del apoyo público distrital en 2024 es de 3.12 billones, una cifra no menor.
Ahora bien, los costos de energéticos siguen subiendo: diésel, GNV y electricidad; y se espera que los costos laborales se incrementen, nuevamente, por encima del índice de inflación. Ante el incremento de costos de operación, el alcalde tiene dos alternativas: mantener la tarifa y aumentar los aportes del presupuesto del distrito al FET, o subir la tarifa de acuerdo con los nuevos costos.
El proyecto de presupuesto que discute el Concejo de la ciudad indica que la tarifa subiría $200 (6.8%). Los aportes al FET se mantendrían iguales en términos reales a los de 2024.
Miremos un poco las cifras. Al inicio de la operación de TransMIlenio en enero de 2001 la tarifa establecida fue $800 (igual a la del transporte público colectivo); la tarifa en 2025 sería de $3.150, es decir 3,94 veces más.
En términos reales, los $800 de 2001 son equivalentes a $2.916 de 2025, es decir, la nueva tarifa es solo 1,08 veces la de inicio de 2001 en términos reales. Además, es menor que el promedio de $3.268 durante 24 años.
Si se compara con el salario mínimo legal, la tarifa de 2025 es más asequible que la de 2001. El salario mínimo legal ha aumentado 1,45 en términos reales y TransMIlenio 1.08. En términos del valor del subsidio de transporte que reciben las personas con empleo formal por debajo de dos salarios mínimos, la tarifa es mucho más asequible ahora que al principio de la operación hace 24 años. En 2001 se podían comprar 33 pasajes con el subsidio de transporte, actualmente 55 y en 2024 serían 54 pasajes.
Por supuesto que el valor de la tarifa es alto para muchas familias en Bogotá. Para aproximadamente 41% de los s de TransMIlenio, 60 viajes al mes representan más del 10% de sus ingresos. Eso implica sacrificar otras necesidades para poder viajar. Allí serán muy importantes los bonos de transporte que esperan reemplazar los incentivos Sisbén.
No se requiere una tarifa baja para todos los s; se requieren subsidios focalizados para quienes gastan una porción alta de su ingreso en transporte. Los bonos han mostrado ser más efectivos que los descuentos, de acuerdo con estudios realizados por investigadores de la Universidad de los Andes.
Los bonos han mostrado ser más efectivos que los descuentos, de acuerdo con estudios realizados por investigadores de la Universidad de los Andes.
Estos subsidios serán manejados por la Secretaría de Integración Social y van en el camino correcto. El Concejo de Bogotá negó la financiación a partir de cargos de estacionamiento; el Distrito tiene que echar mano a otras furentes para sacar este tema adelante.
Por otro lado, vale la pena diferenciar los costos del sistema de transporte público en su componentes Troncal y Zonal. Recordemos que antes de 2011, los aportes públicos al sistema eran relativamente pequeños (9 mil millones al año) y que la puesta en marcha del Sitp Zonal y la expansión Fase III de TransMilenio inició la era de grandes aportes públicos al transporte de pasajeros de la ciudad.
Apoyar el transporte público más allá de la tarifa es lo común en el mundo, y tiene efectos económicos y sociales positivos; pero es importante mantener esos aportes controlados y, ojalá, contar con fuentes permanentes para su sostenibilidad en el tiempo. No hemos logrado del todo lo primero, y no hemos avanzado en lo segundo.
Los aportes al fondo de estabilización de tarifas FET han subido de cien mil millones en 2012 a 3,12 billones en 2024. La mayor parte de esos aportes van a los servicios de Sitp Zonal (70%). Mientras cada pasajero troncal genera un costo de $4,288, cada pasajero zonal $5,895.
Mientras cada pasajero troncal genera ingreso de $2,628 (luego de descuentos por adultos mayores, discapacidad y Sisben), cada pasajero zonal genera un ingreso de $2,249. Es decir, con recursos públicos pagamos $1,660 por pasajero troncal y $3,646 por pasajero zonal.
Hay varias estrategias para bajar costos y subir ingresos. Se puede reprogramar la operación, hacer un control más efectivo y en tiempo real del despacho; mejorar la seguridad, reducir la evasión, controlar mejor los carriles prioritarios (con cámaras a bordo de buses, por ejemplo), seguir construyendo infraestructura exclusiva (y el metro), e incluso renegociar, en lo que sea posible, los contratos existentes. Pero aún con todas estas cosas no es posible cubrir todo el costo con tarifas. El apoyo público seguirá siendo necesario; incrementar tarifas de forma razonable, también. El aumento de $200 pesos (6.8%) es moderado.
La invitación es a reforzar las acciones de eficiencia, calidad y seguridad, especialmente en el componente zonal, a avanzar en los bonos de transporte para población de bajos ingresos, a seguir insistiendo en apoyo nacional para nueva flota eléctrica y a buscar fuentes alternativas permanentes. Puede ser oportuno volver a discutir el cobro por descongestión, ahora que Nueva York inicia cobro para acceder a Manhattan.
En enero de 2024 el alcalde Carlos Fernando Galán decidió que la tarifa de Sitp Zonal subía 200 pesos y la de troncal TransMilenio se mantenía sin incremento. Advirtió que, si se lograba una baja en evasión de pago de tarifas y se obtenían recursos de gobierno nacional, la tarifa se mantendría congelada.