Alerta en la Estación Espacial Internacional por olor nauseabundo que la inundó tras llegada de nave rusa

El jueves 21 de noviembre despegó de la tierra la nave espacial rusa Progress MS-29, la cual llegó a las instalaciones de la Estación Espacial Internacional el sábado 23 del mismo mes, acoplándose en el módulo Poisk de manera eficiente.

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Sin embargo, los astronautas no pudieron mantener abierta la escotilla de la cosmonave al llegar al lugar, puesto que al desplegarla con el fin de obtener la comida fresca, los suministros y el equipo para su misión, notaron que de este sitio surgía un olor nauseabundo, de acuerdo con ‘Space’.

En X (antes Twitter), la Nasa explicó en una publicación: “Tras abrir la escotilla de la nave Progress, los cosmonautas de Roscosmos notaron un olor inesperado y observaron pequeñas gotas, lo que llevó a la tripulación a cerrar la escotilla de Poisk al resto del segmento ruso”.

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Aunque la tripulación de Progress MS-29 no se encuentra en peligro, los depuradores de aire y los sensores contaminantes de la Estación Espacial Internacional “monitorearon la atmósfera de la estación”, a lo cual los controladores de vuelo dijeron que la calidad del aire “estaba en niveles normales”, según la Nasa.

Tras esto, los astronautas rusos abrieron la escotilla brevemente y utilizaron su equipo de protección como una medida de precaución. Luego, Don Pettit, uno de los astronautas de la Nasa informó sobre un olor en el módulo Node 3 que era parecido al de la pintura en aerosol, de acuerdo con ‘Newsweek’.

Adicional a esto, el periodista Anatoly Zak relató que estaba monitoreando las comunicaciones entre el Control de Misión de Houston y la Estación Espacial Internacional y, en dichas conversaciones, se comentó que no estaba claro si el olor provenía de la nave rusa porque no está conectado con Poisk.

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Los funcionarios de la Nasa le revelaron a ‘CNN’ que el olor y las gotas que los cosmonautas observaron dentro de la nave pudieron ser el resultado de la “desgasificación de materiales dentro de la nave espacial rusa Progress”.

Lo cual se refiere a la liberación de gases o compuestos volátiles de los materiales y objetos transportados a bordo de las naves espaciales; dicho efecto puede surgir de artículos fabricados con plásticos, adhesivos, cauchos y determinados tejidos, según el medio mencionado anteriormente.

Cabe destacar que los artículos que se envían a la Estación Espacial Internacional, como alimentos, ropa y equipos científicos, se someten a pruebas rigurosas con el objetivo de minimizar la emisión de gases, puesto que algunas sustancias pueden ser tóxicas o irritantes, lo que podría comprometer la calidad del aire en el interior de las naves espaciales o las estaciones espaciales.

LEIDY ESTEFANIA RICO ARBOLEDA

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO