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La historia del hombre quien, por una apuesta y ebrio, robó un avión, lo aterrizó a la mitad de Nueva York y como no le creyeron lo hizo nuevamente

Su hazaña lo inmortalizó en un coctel llamado 'Late Night Flight'.

Thomas Fitzpatrick Foto: Thomas Fitzpatrick

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Pamela Andrea Avendaño Parra

PERIODISTA14.06.2024 11:10 Actualizado: 17.07.2024 09:13

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Una apuesta llevada a los cielos, eso fue la gran hazaña de Thomas Fitzpatrick, quien en medio de una borrachera con sus amigos, aceptó el desafío de pilotar un avión desde Nueva Jersey hasta Nueva York y aterrizar en el bar.

La historia inicia el 30 de septiembre de 1956, cuando Tommy se encontraba en un bar de un barrio neoyorkino con el fin de celebrar la despedida de soltero de uno de sus amigos.

Entre 'chiste y chanza' uno de sus colegas lo retó a viajar desde Nueva Jersey hasta Nueva York en tan solo 15 minutos, y Fitzpatrick no dudó en salir del establecimiento para realizar la gran hazaña.

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El joven de 26 años salió del bar, cruzó el puente George Washington, ingresó a la Escuela de Aeronáutica de Teterboro en Nueva Jersey y se robó una avioneta con la finalidad de cumplir su reto.

Según los registros, los amigos de este hombre no prestaron mayor importancia a su salida, por lo que quedaron impresionados cuando vieron a Tommy llegando al bar con la avioneta.

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Fitzpatrick despegó sin luces y sin o radial desde la escuela de aviación y logró pilotar la aeronave recorriendo casi 11 kilómetros en estado de embriaguez por los cielos de Estados Unidos.

La avenida St. Nicholas, cerca del cruce con la calle 191, fue testigo de la gran hazaña e este hombre de 26 años, quien aterrizó a "tiempo para una rápida antes de las 3 de la mañana”, según se escribió en el New York Daily News.

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Tras ser aplaudido por las personas que se encontraban allí, la policía lo procesó por el robo de la avioneta; sin emabrgo, el dueño del automotor no presentó una denuncia formal contra Fitzpatrick, quien pagó solo 100 dólares por por violar el código istrativo de la ciudad de Nueva York, en el que se prohíbe aterrizar en la calle.

Thomas Fitzpatrick robó nuevamente una avioneta y la aterrizó en una calle de Nueva York

El 4 de octubre de 1958 Thomas Fitzpatrick fue acusado de mentir sobre su gran hazaña ocurrida a penas dos años antes. Por lo que decidió robar otro avión y aterrizar en Amsterdam Avenue y la calle 187, a 20 minutos del lugar de su anterior aventura.

Pero las cosas no salieron tan bien como la primera vez, pues se le procesó por el robo de la aeronave con seis meses de prisión y fue reducida por las condecoraciones que había recobido.

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Había sido distinguido con la condecoración llamada Corazón Púrpura por su servicio en la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea. Este veterano de guerra, se destacó en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos.

Dejó un legado de heroísmo tras ser la primera persona herida en la Guerra de Corea, mientras conducía un camión de municiones en un rescate bajo fuego enemigo, por lo que redujeron su pena.

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“Si te hubieran dado una buena sacudida la primera vez, es posible que esto no hubiera ocurrido por segunda vez”, dijo el magistrado del caso.

Tras esto, Thomas Fitzpatrick decidió llevar una vida más tranquila y falleció en 2009, a la edad de 79 años, tras padecer un cáncer. Su legado perdura en los bares de Washington Heights, donde un cóctel lleva el nombre de Late Night Flight en su honor.