Nutricionista revela cómo identificar los alimentos ultraprocesados: 'Los sellos muchas veces pasan desapercibidos'

El consumo diario de alimentos ultraprocesados puede ser perjudicial para la salud, en especial si se comen en exceso. Dada la facilidad que se tiene de acceder a este tipo de comestible, el Dr. John Jairo Bejarano, nutricionista de la Universidad Nacional y director curricular del Departamento de Nutrición Humana de la Facultad de Medicina, explica que las categorías las define el Ministerio de Salud y Protección Social. 

“Yo lo llamaría más un producto industrializado con unas características de sabor y unas características más específicamente como alto en sal, alto en azúcar, alto en ciertas grasas que no son muy saludables y sobre todo que nos dan mucha energía”, explicó el nutricionista.

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Según el experto, en algunos países ni siquiera se les denomina alimentos, sino productos o comestibles. Entre ellos están las bebidas azucaradas, conocidas como gaseosas, cuya materia prima es el agua, pero cuya cantidad de azúcar “excede de forma exagerada lo que nosotros podríamos necesitar en el día", dice.

El doctor señala que la primera forma de identificar un ultraprocesado es que son productos empaquetados. "Nosotros como consumidores creemos que todo lo que nos ofrecen en distintos canales de comercialización es saludable", por lo que hace énfasis en la educación para que podamos preguntarnos si lo que comemos es realmente saludable o no.

Una forma de identificar estos productos es revisar los sellos negros frontales. “Los sellos muchas veces pasan desapercibidos, pero generalmente son los empaquetados. Ahí dice exceso de azúcar, exceso de sal, exceso de grasas saturadas y otras”. En las consultas en tiendas, muchos vendedores creen que esos sellos son un adorno, sin entender que son una alerta para el consumidor, según dice Bejarano.

Al consultar la tabla nutricional en la parte posterior del empaque, puede verse qué aporta cada porción. Sin embargo, si la población no distingue entre proteína, carbohidrato y grasa, la información pierde valor. 

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A esto se suman conceptos como 'desiertos' y 'pantanos' alimentarios, donde en ciertos barrios solo se encuentran paquetes para la compra, mientras que en otros coexisten frutas y productos ultraprocesados.

El sodio proviene principalmente de la sal común, presente en la cocina y en productos industriales que utilizan sustancias similares para potenciar el sabor. El Dr. Bejarano advierte que, aunque el consumo puntual no eleva de inmediato la tensión arterial, el hábito mantenido genera un aumento progresivo de la presión.

El procesamiento básico ocurre al cocinar un alimento fresco, como el arroz. El ultraprocesamiento agrega refinamiento e ingredientes como azúcares, sales o grasas, más allá de lo permitido por la norma del Ministerio de Salud. Un ejemplo citado por el especialista es la diferencia entre un paquete de papas y una libra de papa para pelar: la primera opción contiene aditivos y un alto contenido de sodio.

Ante la necesidad de proteína, el huevo es la opción con menor procesamiento, mientras que la salchicha se considera ultraprocesada. “De vez en cuando los podemos utilizar. El consumo permanente se asocia con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y hasta psoriasis.”

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Los aditivos de los ultraprocesados afectan la microbiota intestinal, el conjunto de microbios que protegen contra enfermedades infecciosas y regulan la inmunidad. Su alteración promueve un estado inflamatorio que compromete la salud de los órganos a largo plazo.

La conveniencia lleva a que padres y cuidadores opten por bebidas y snacks empaquetados para la lonchera escolar. El Dr. Bejarano recomienda retomar prácticas tradicionales, como jugo de fruta natural y huevo cocido, antes que productos con sellos de advertencia.

En ciudades como Bogotá, el pan fresco de panadería del día suele ser preferible al pan de paquete. El especialista invita a incentivar las compras en la plaza de mercado, donde se encuentran frutas y verduras de la región. Recuerda que la fruta fresca debe lavarse si se consume con cáscara para evitar contaminación.