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Nik Salazar: la fusión del pop urbano en Colombia
Estrenó un álbum con el que les apuesta a nuevos géneros y en el que destapa situaciones del pasado.
Nik Salazar, cantante colombiano Foto: Andrea Moreno / EL TIEMPO
Si se pudiera definir a Nik Salazar con una palabra, sería disciplina. Es un joven que canta, compone, produce y actúa. A diario trabaja en Melómano Récords, un estudio de grabación que él mismo montó en Bogotá y donde produjo Magma, su reciente álbum.
Esta última producción narra algo que muchos hemos vivido al menos una vez en la vida: decirle adiós a una persona o a una situación que nos acostumbramos a tener. Es un retrato genuino de emociones. Su nombre es una analogía precisa de aquel material ardiente que sale de un volcán tras una gran explosión. Algo similar a lo que pasa cuando se hace catarsis y salen casi que de forma incontrolable los sentimientos que durante mucho tiempo estuvieron reprimidos. Eso se siente en cada canción de su nuevo EP.
No hay duda de que Nik es la revelación del pop en Colombia. La música corre por sus venas. Se nota cada vez que interpreta lo que ha escrito. Es apasionado por lo que hace, algo que fue desarrollando desde que tenía 11 años. Estudió música en la Universidad de los Andes y se ha formado en institutos como EMMAT, Misi y la Escuela de Música de Los Ángeles (Estados Unidos).
Hace ocho años fue uno de los cinco finalistas con su canción We are one en la competencia mundial de Sony Music para elegir la banda sonora del Mundial Brasil 2014. También ha actuado en producciones como Plaza Sésamo, En la boca del lobo y Chica vampiro. En la actualidad está trabajando en una producción de Netflix.
En diálogo con este diario, revela detalles de su última producción y de su vida.
¿Cómo va 'Magma'?
Bien, la verdad, muy bien. Ha tenido un muy buen recibimiento. A la gente le ha gustado mucho las canciones y me sentí muy contento porque fueron producciones honestas, sinceras, de mucha variedad musical. Cada canción fue pensada por momentos particulares y eso ha sido valorado por las personas.
Este álbum es una evolución suya, pero también un salto al vacío...
Lo quise hacer así porque necesitaba ratificar mi identidad como artista. Con las pasadas canciones, aunque sí era yo, me di cuenta de que trataba de seguir una tendencia musical y visual, a veces comercial. Con la experiencia, entendí que estaba llegando a un punto en el que estaba estancado. Por eso decidí dar ese salto al vacío e innovar con algo que no había publicado.
Eso sucedió en pandemia y funcionó, ¿no?
Sí. Ha sido recibido de buena forma por la gente. En pandemia me aislé por un momento de redes sociales y de todo. Tenía que reflexionar y pensar hacia dónde quería ir si quería resultados diferentes. Si tú quieres tener otros resultados, no puedes seguir haciendo lo mismo. El año pasado terminé una relación que me dolió, entonces tomé ese hecho como inspiración para crear canciones. Y fruto de eso, salió este disco.
¿Por qué le apostó a fusiones de pop urbano con otros géneros?
Nik Salazar, cantante colombiano. Foto:Andrea Moreno / EL TIEMPO
El pop urbano está muy saturado. Mucha gente lo está haciendo y no está mal. Pero quería cambiar el chip de mi cabeza y arriesgarme a probar y plasmar lo que estaba sintiendo. Algo arriesgado no es solo proponer una canción de un género diferente, sino que sean producciones únicas y buenas, que tengan un verdadero impacto. Si una canción es buena, lo será así sea de diferente género. Por eso decidí apostarles a la lírica y a la producción limpia y dedicada. Entre más auténtico y sincero es un artista, más le van a creer y su producto será mejor recibido. Cada canción está compuesta con un fin específico y todas no podían sonar igual. Hay dos tipos de artistas: quienes se encasillan en un mismo camino o género, y quienes se atreven a variar. En este momento, estoy en el segundo grupo.
¿Fue difícil moverse a otros géneros, cuando durante mucho tiempo estuvo en uno mismo?
Por supuesto. El género principal es pop, el que siempre he hecho. Pero cada canción es una fusión de esa base con otro género: rock, retro, balada, flamenco y popular. Soy músico y siempre trato de estudiar para desarrollar mis composiciones. Probé varias posibilidades y fue cuestión de escuchar, corregir y rectificar. Es un ciclo que puede ser difícil, pero que disfruto bastante.
'Maldito despecho' habla sobre una tusa, su tusa. ¿Por qué cree que es una de las más escuchadas?
A veces, dejamos lo que sentimos en pensamientos y no los expresamos. Cuando los decimos de forma clara y en voz alta, los estamos aceptando. Y eso ayuda a hacer catarsis, como pasa con esta canción
Es un bolero mariachi. Empecé en mi piano con acordes a pensar qué genero podía ser el que mejor acompañara lo que había escrito. La letra habla justamente de ese momento máximo en el que uno está después de pasar por un dolor tan intenso como es el de una tusa o un despecho. Eso mismo que pasa cuando falta un ser querido Solo quedaba decirlo en voz alta. A veces, dejamos lo que sentimos en pensamientos y no los expresamos. Cuando los decimos de forma clara y en voz alta, los estamos aceptando. Y eso ayuda a hacer catarsis, como pasa con esta canción. Por eso es que la gente se ha sentido identificada. El próximo mes saldrá el video de esta canción que hicimos con mucho esfuerzo.
También está 'Soy', una canción con la que desnuda su alma...
Ha sido la canción más poderosa y más vulnerable que he hecho. Revela quién soy. Habla de lo que viví en mi infancia, del matoneo que afronté y de todo lo que reprimí por no aceptar cosas. Hay una parte que escribí y significa mucho: “Me levanté como un soldado”. Así pasó. Dejé de ser un niño solitario y juzgado a ser alguien seguro y fuerte. Y eso quería cantarlo y narrarlo. Cada frase tiene un significado y es lo que pueden estar viviendo niños y niñas.
¿Por qué siempre queremos lo que no tenemos?
Nik Salazar, cantante colombiano Foto:Andrea Moreno / EL TIEMPO
Así comienza otra de las canciones y fue la pregunta que llevó a componerla. En muchas ocasiones, nos comparamos con los demás, queremos lo que otros tienen y nos cuesta amarnos como somos y amar lo que tenemos. Muchas veces sí es suficiente lo que tenemos, pero no nos damos cuenta. La sociedad actual y las redes sociales nos han llevado a pensar que necesitamos una validación para estar felices o tranquilos, y eso no debería ser así. Por eso siempre estamos buscando cosas externas para saciarnos, pero no revisamos quiénes somos ni con qué contamos. De eso habla esa canción. He recibido comentarios de personas que la han escuchado y la han compartido por ese mismo mensaje. Algunos se sienten, según dicen, agobiados porque piensan que no tienen lo suficiente, aunque a su alrededor haya personas y cosas que hacen su vida mejor.
¿Cómo definiría el amor?
El amor es una manifestación de uno con el universo, con los demás y con uno mismo. Es una demostración de importancia a otro ser o a uno mismo. El amor se puede expresar de muchas maneras y de forma diferente según cada persona.
¿Y la música?
La música es expresión y unión. Es comunicación de lo que sentimos. Por eso el amor y la música van de la mano. Es el medio para conectar y transmitir. Es lo que nos une como seres humanos. Por eso me siento tan afortunado y agradecido de ser músico y de tener la habilidad de conectar a través de ella.
En otro tema, ¿cómo ve el panorama de la industria colombiana?
Colombia se ha vuelto un exportador de talento increíble. Hay más competencia, pero más variedad y oportunidades para crecer. La diferencia de cada uno está en la autenticidad. Hay muchos artistas que le siguen apostando a producir cosas de altísima calidad y que sorprende a nuevas audiencias. Eso es una industria sana.
¿Qué tan difícil es ser artista independiente en el país?
Lo difícil se marca por el músculo financiero que se necesita y las conexiones con varias personas. Pero también tiene la gran ventaja de ser libre en un ciento por ciento. Con el tiempo se han mejorado las oportunidades para todos.
Usted lleva toda la vida dedicado al arte, ¿ha pensado en algún momento cambiar de camino?
La música y la actuación han sido parte de mi vida porque así lo elegí. Es lo que me apasiona y es mi misión en la tierra. Es lo que disfruto hacer. Además del lanzamiento de Magma, tengo un proyecto de actuación con Netflix para este año. Siempre estoy en movimiento, presentando castings, escribiendo canciones y produciendo música.
¿Cómo le ha ido con su estudio de grabación?
Muy bien. Nació hace algo más de un año, en pandemia. Fue construido paso a paso. Hemos grabado voces impresionantes. Es mi lugar, mi segunda casa. Es además el sitio donde pruebo las composiciones que hago. Está adecuado para todo tipo de necesidades.
¿Cuándo lo escucharemos en vivo, de nuevo?
Menos mal todo se ha reactivado. Ahora estoy revisando cómo volver a las presentaciones en vivo en Colombia y también fuera del país. Quiero cantar ‘Magma’ y que todos lo conozcan.