Maravillas de Boyacá

Es un gusto viajar por departamentos tan bellos como lo es Boyacá, conocer cada uno de sus pueblos, deleitarse con su comida, compartir sus costumbres, vivir los diferentes festivales que hacen y de cada lugar llevarse un pedacito en el corazón, dejar esas tierras con inmensas ganas de volver, de repetir el recorrido por el pueblito boyacense, el monumento del Pantano de Vargas, el Puente de Boyacá, las calles empedradas de Villa de Leyva, los postres en Iza, los termales y bandas musicales en Paipa, las artesanías en Ráquira, el bioparque Guátika en Tibasosa, las ruanas en Nobsa… en fin, son muchas maravillas que no me alcanza el espacio para nombrarlas.

Sí, en Colombia tenemos todo, riquezas naturales para todos los gustos y la calidad humana que nos recibe en cada departamento, ciudad o municipio. Vale la pena recorrer nuestro país y entender que cada región nos brinda algo diferente, cada destino es mágico. Y, sin duda, Boyacá también lo es.

En su programa televisivo Yamid Amat entrevistó al nuevo director de la Sociedad de Activos Especiales, entidad encargada de los muebles e inmuebles decomisados a las mafias y a los corruptos, cuyo valor de precio de venta esperado supera, según su director, los 8 billones de pesos. Muchos de estos activos ya son extintos, lo cual significa que son propiedad del Estado. Desde su creación, esta sociedad ha sido cuestionada. Si la intención del Gobierno es la venta de estos bienes, que forman parte del inventario desde hace 20 o 25 años, debe asegurarse de que esta tarea se realice por medio de una consultora con vasta experiencia. Desde el día uno debe iniciarse el inventario y estado actual de los 25.000 o más predios existentes y los valores de venta para ser ofrecidos a los interesados. Hacerlo internamente garantiza el fracaso.

Esta tarea debe concluir con metas anuales de venta de estos activos, de tal forma que al final del cuatrienio tengamos resultados económicos, cuya destinación contribuyan al bienestar de los más necesitados. Es una labor titánica recuperar los billones esperados.

Es obvio que si se sacan de las calles de Bogotá -o de cualquier ciudad- los carros particulares y motos, la calidad del aire será mejor. No se necesitan más días sin carro -muy costosos y desfavorables para la economía y la movilización laboral- para su demostración.

Para mejorar el medioambiente y la movilidad vehicular es prioritario la toma de conciencia de la istración capitalina sobre la imperiosa necesidad de favorecer el uso de energías limpias, actualizar la infraestructura vial, proveer un sistema de transporte urbano seguro, eficiente y suficiente para incentivar su uso masivo, estimular el uso de medios alternativos de transporte, como bien lo está haciendo con el sistema de bicicletas compartidas; y ordenar estricta severidad por parte de las autoridades en la exigencia del cumplimiento de las normas de tránsito.