Que la Conferencia de las Partes del Convenio de Biodiversidad (COP16) se realice en Colombia constituye sin duda un gran logro del Gobierno Nacional. De cara al examen de los progresos alcanzados en la implementación del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal (MMBKM), que es el gran objetivo de la COP16, el país tiene para mostrar la histórica reducción de la deforestación en el año 2023, que cayó a una cifra sin precedentes de 79.256 hectáreas (ha) frente a las 123.517 ha de bosques arrasadas en 2022, disminución que la cartera de Ambiente atribuyó a los avances en las negociaciones de paz, en particular con el denominado ‘Estado mayor central’, junto con el desarrollo de acciones encaminadas a lograr un uso sostenible de los bosques por parte de las comunidades a través de los "Núcleos de Desarrollo Forestal".
No obstante, esta situación favorable podría cambiar significativamente para el año 2024, pues las cifras de deforestación del primer trimestre muestran un aumento del 40 % en la Amazonía en comparación con el mismo periodo de 2023, lo que según el mismo Minambiente fue originado por dos factores, "el fenómeno de El Niño y una coacción significativa de grupos armados", esto último asociado por algunos medios específicamente con el abandono de los diálogos de paz por las disidencias de 'Iván Mordisco'.
En este contexto, el llamado hecho por la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, para que la naturaleza no esté en medio del conflicto, claramente se correlaciona con el lema escogido para la COP16: 'Paz con la naturaleza'. A este respecto, no está de más recordar aquí que ya desde hace un cuarto de siglo, el Plan Nacional de Desarrollo Forestal (PNDF) 2000-2025, elaborado de manera conjunta por los ministerios de Ambiente, Agricultura, Comercio y Desarrollo Económico junto con el DNP, consagra como su Principio n.º 1: "El Estado debe promover el desarrollo del sector forestal como un reconocimiento de los beneficios económicos, sociales y ambientales que genera esta actividad. En este sentido el sector forestal se constituye en una actividad prioritaria para la consecución de la paz y la convivencia ciudadana".
Es indispensable que asigne al Ideam los recursos presupuestales suficientes y permanentes que permitan procesar y divulgar oportunamente la información.
Es fundamental que en la necesaria e ineludible actualización del PNDF, cuya responsabilidad está en cabeza del Minambiente según lo establecido en la Ley 99 de 1993, se busque su alineación con las metas pertinentes del MMBKM, la que en lo esencial ya existe por el "enfoque ecosistémico para la conservación y manejo sostenible de la biodiversidad asociada a los bosques" que contempla el propio PNDF, el cual, desde una visión integral de la gestión forestal, comprende los programas de 'Ordenación, conservación y restauración de ecosistemas forestales', 'Cadenas forestales productivas' y 'Desarrollo institucional'.
La ratificación del Acuerdo de Escazú por la Corte Constitucional, que según el Minambiente "marca un antes y un después en la historia ambiental de Colombia", obliga al Gobierno Nacional a garantizarle a la ciudadanía la implementación plena y efectiva del derecho al a la información forestal.
Para ello es indispensable que asigne al Ideam los recursos presupuestales suficientes y permanentes que permitan procesar y divulgar oportunamente la información que deben generar el Sistema Nacional de Información Forestal, el Inventario Forestal Nacional y el Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono, establecidos mediante el Decreto 1655 de 2017, el cual dispone que dicha información es la oficial del país en estas materias y tiene carácter público.
En reciente foro de la serie Conexión Biodiversidad: Camino a la COP16, del Foro Nacional Ambiental, se ha reiterado que el Servicio Forestal Nacional es una necesidad inaplazable de la institucionalidad que requiere el país para una gestión forestal sostenible.
* Basado en la decisión V/6 de la COP5, Nairobi, 2000