Horas después de agredir verbal –y casi físicamente– al secretario del Senado, Diego González, tras ser derrotado 49 a 47 en la votación que hundió la consulta popular que el Gobierno planteaba para impulsar la reforma laboral, el mininterior, Armando Benedetti, tuvo que soportar otro aporreo: la renuncia de la minjusticia, Ángela María Buitrago, quien lo acusó de ejercer presiones para remover “funcionarios competentes” adscritos al Minjusticia. Buitrago sugirió que quienes la presionaban buscaron incluso beneficiar presos con traslados.
Benedetti negó los señalamientos, pero reconoció la debilidad en que se encuentra al decir que la ministra “sale a golpear al perro más flaco”. Si el mininterior, por tradición la figura fuerte del gabinete, se autodefine así, es porque sabe lo devaluado que está. No es para menos: la agenda legislativa del Gobierno, su gran responsabilidad, suma un fracaso tras otro, y eso a pesar de la repartija de puestos y contratos del Ejecutivo para comprar congresistas. El exmincomercio, Luis Carlos Reyes, sentenció el jueves a Benedetti: “Ese tigre no sirvió”.
“Malandrines”, les dice Benedetti al presidente del Senado, Efraín Cepeda, y al secretario González. Da risa que use ese término un hombre a quien la Corte Suprema llamó a juicio por tráfico de influencias en el robo al Fonade entre 2016 y 2017, y que fue denunciado ante la Fiscalía por violencia sicológica, verbal, laboral y moral por su propia colega de gabinete, la canciller Laura Sarabia.
Como da risa que su jefe, el presidente Gustavo Petro, sugiera que “dinero fluyó” para que una mayoría de senadores hundiera la consulta, cuando sus cercanos colaboradores –el exjefe de la Casa de Nariño, su amigo Carlos Ramón González, y sus exministros Luis Fernando Velasco, del Interior, y Ricardo Bonilla, de Hacienda– están acusados de despachar maletines con miles de millones de pesos a los anteriores presidentes de Cámara y Senado, para aceitar los proyectos del Ejecutivo en el Capitolio.
El gobierno de Petro protagoniza un sonoro despiporre. A sus reiteradas derrotas en el Congreso se suman las muchas que acumula en la Corte Constitucional, que ha tumbado varias leyes impulsadas por Petro, y el Consejo de Estado, que le ha anulado decenas de decretos. Lo peor es el espectáculo de balacera en ascensor entre ministros y exministros petristas. A las gravísimas denuncias de la saliente minjusticia, se agregan las cartas del excanciller Álvaro Leyva en que asegura que los “muy erráticos y censurables estados y comportamientos” del Presidente se deben a que “está enfermo” y sufre de una “adicción”, un tema que, para vergüenza de Colombia, ya le dio la vuelta al mundo.
La agenda legislativa del Gobierno, su gran responsabilidad, suma un fracaso tras otro, y eso a pesar de la repartija de puestos y contratos del Ejecutivo para comprar congresistas
Sin olvidar las impactantes revelaciones sobre corrupción en el alto gobierno hechas por el exmincomercio Reyes. O el coletazo del escándalo por el saqueo a la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD): según testimonio de la exconsejera presidencial Sandra Ortiz, la elección en el Senado del exsecretario jurídico de la Presidencia Vladimir Fernández, como magistrado de la Corte Constitucional, fue impulsada con la misma plata corrupta de esa unidad. Por dignidad, Fernández debería apartarse del cargo.
La garrotera en el alto petrismo incluye los disparos que, desde que fue nombrado mininterior, Benedetti recibió de la vicepresidenta Francia Márquez, de la cabeza del DPS, Gustavo Bolívar, y de varios ministros. A Bolívar le ha salido caro: a pesar de ser el presidenciable petrista mejor valorado en las encuestas, Petro lleva semanas maltratándolo.
En este escenario de sálvese quien pueda, el Presidente propone, delirante, una huelga general, una nueva consulta popular, una constituyente y cualquier cosa que se le ocurra para llenar titulares de los medios. Triste realidad de un gobierno que hace rato dejó de serlo y al que solo le queda seguir causando daño durante 15 meses.
MAURICIO VARGAS
IG: @mvargaslinares