El 25 de febrero del 2025 quedará marcado en la historia del sector eléctrico chileno a causa del apagón masivo y sin precedentes que dejó sin suministro a más del 98 por ciento de la demanda del país. Lo anterior se agravó por la demora en la reposición del servicio, lo que dejó en evidencia que ese día se produjo una tormenta perfecta.
Siendo las 15:16 de la tarde se produce la operación no deseada de una protección en un tramo de la supercarretera eléctrica que es propiedad de la empresa ISA. Dicha operación, hasta lo que se sabe preliminarmente, provocó la salida de los dos circuitos en 500 kV que unen las subestaciones Nueva Maitencillo y Nueva Pan de Azúcar. Lo crítico de lo anterior es que ningún plan de contingencia tenía contemplado que fallaran al mismo tiempo las dos pistas de esta supercarretera que funciona desde el 2017. Para ilustrar lo anterior resulta equivalente pensar en que estamos viendo televisión cómodamente en el hogar y de un momento a otro se corta la luz porque operó el interruptor principal del tablero de la casa.
De acuerdo con lo informado por la empresa ISA al operador del sistema eléctrico chileno (Coordinador Eléctrico Nacional, CEN), a las 16:00 horas, el problema estaba resuelto y la línea tenía 100 por ciento de disponibilidad. Sin embargo, la falla en la infraestructura de la empresa ISA solo era el inicio de la tormenta perfecta.
Cuando los operadores del CEN intentaban aplicar el Plan de Recuperación del Servicio, que es equivalente a que nosotros tratemos de subir el automático de la casa, son informados de que los sistemas de supervisión, control y adquisición de datos de las propias empresas no estaban operando. En términos simples, la falla de las comunicaciones es equivalente a que la torre de control de un aeropuerto se quede a ciegas y no reciba las señales remotas que permitan coordinar los despegues y aterrizajes. Los motivos de lo anterior son varios, pero de acuerdo con lo informado por la autoridad, a una de las empresas de transmisión le falló también el sistema de respaldo ante cortes de suministro y los sistemas de batería que dan autonomía por algunos minutos.
Es imprescindible mejorar la coordinación con las empresas del sector, e ISA tendrá que dar el ejemplo para que las operaciones no deseadas no vuelvan a ocurrir.
Ante la situación anterior, los operadores del CEN comenzaron a coordinar con las empresas el restablecimiento del suministro mediante llamados telefónicos y solicitando que las operaciones se realizaran de manera manual en terreno. Evidentemente, lo anterior resultó en que el tiempo de reposición del servicio fuera mucho mayor. En la práctica, el CEN intentó varias veces subir el automático de la casa, pero este se caía porque no tenía visión de toda la infraestructura de la red.
A las 9:00 horas del día siguiente, el operador del sistema chileno informa que prácticamente todo el país se encuentra nuevamente con suministro, por lo que la emergencia se habría dado por superada. Sin embargo, las consecuencias de la falla de la instalación de ISA han provocado daños colaterales que aún no es posible cuantificar.
Al día de hoy existe una investigación pendiente de por qué se produjo la operación no deseada que gatilló la falla de ambos circuitos. Sumado a lo anterior, el operador ha limitado la transferencia de energía en el tramo que falló y esto ha golpeado fuertemente a las empresas renovables que invirtieron en la zona norte del país confiando en que la supercarretera eléctrica daría seguridad y respaldo al sistema. Aunque esta decisión parece ser dura y, para algunos, desmesurada, tomar los resguardos hasta tener claro el origen de la tormenta perfecta resulta ser lo más razonable en este momento.
Finalmente, es importante establecer que ningún sistema eléctrico del mundo es infalible. Lo urgente para las autoridades de Chile es implementar políticas públicas que se traduzcan en planes de contingencias efectivos en los que los tiempos de reposición sean lo más corto posible. Para lograr lo anterior es imprescindible mejorar la coordinación y el trabajo con las empresas del sector, e ISA será uno de los actores principales que tendrá que dar el ejemplo para que las operaciones no deseadas no vuelvan a ocurrir.
* Ingeniero civil en electricidad de la Universidad de Santiago de Chile (USACH). Doctor en Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Chile. Actualmente es profesor titular de la misma universidad.